Trazado en papel. Escalas y
Presentaciones.
La terminología de diferentes “espacios” tiene su
justificación precisamente en que cada uno de ellos mantiene su propio “sistema
de unidades”. En el caso del modelo el sistema de unidades es el propio del
objeto que se dibuja, (metros, pies, centímetros ó millas) y en el caso del
espacio papel, el sistema de unidades es el específico de la impresora y el
papel para imprimir, normalmente milímetros o pulgadas con los que se define el
formato de la hoja de papel en verdadera magnitud.
Obviamente la “escala” del dibujo depende del trazado
o la impresión que configuramos en cada caso. Como ya se ha visto, precisamente
el sistema de “presentaciones” permite configurar un mismo “plano” u hoja de
papel con dos o más ventanas para representar el mismo objeto a escalas diferentes.
No obstante llegados a este punto, hay que hacer una distinción importante ya
que para realizar el trazado de un
dibujo en papel ajustando su escala, tenemos dos vías alternativas y conviene
tener presente sus matices si queremos
evitar errores y confusiones.
Primera Vía (impresión
directa)
La “primera
vía” es la más elemental y directa, y consiste en definir un área
rectangular en el dibujo, que lógicamente tendrá un determinado tamaño en sus
propias unidades, (largo x ancho) y establecer su correspondencia sobre una
hoja de papel que tenemos disponible en una determinada impresora.
Cuando se establece esa correspondencia se puede
determinar el tamaño que debe tener el área rectangular en el papel impreso con sus medidas en milímetros ó pulgadas, dependiendo del tamaño del área en sus medidas originales (largo x ancho), mediante una regla de tres que
es precisamente el valor de la “escala”, o también estableciendo simplemente la
correspondencia directa con el área de papel “disponible” en la impresora.
En este segundo caso obviamente el aspecto final mantiene
las proporciones del dibujo original, pero puede ser difícil conocer el valor
concreto de la relación que representa la escala de trazado, ya que depende de
la relación entre el tamaño del rectángulo inicial en “unidades de dibujo” y el
tamaño del área rectangular disponible en la impresora “medida sobre el papel”.
Obviamente conociendo esos valores se puede calcular la escala, con la
precaución de considerar la orientación efectiva de ambos rectángulos, pero
difícilmente va a coincidir con los valores enteros y normalizados que se
emplean normalmente en los escalímetros. En todo caso este método aunque adolece
de limitaciones resulta muy empleado por su inmediatez, y desde el programa se
gestiona a través del cuadro de dialogo de la orden “plot”.
La orden “TRAZAR(_PLOT)” despliega el cuadro de
dialogo “Imprimir”, desde el que se configura todo esto, además de otros
aspectos por lo que es uno de los más extensos y complejos que conviene
examinar con cierto detenimiento respaldado con la “ayuda” del programa.
El cuadro de dialogo tiene un cuerpo principal a la
izquierda y en el borde derecho una parte que se puede ocultar con un
botón. En la parte superior tiene una
lista desplegable, con acceso a otras configuraciones de página que hayamos
guardado o un botón para realizar una nueva que se guarda con un nombre o
etiqueta. La configuración de la página comprende el conjunto de
especificaciones que se gestionan en este cuadro.
El siguiente bloque permite elegir el dispositivo o
impresora de una lista desplegable. En ella se encuentran todas las impresoras
que tiene configurado el ordenador, ya sea de forma directa o a través de una
red local. También aparecen los archivos “pc3” que son configuraciones de
dispositivo internas del programa, que se pueden crear, editar y configurar con
otras ordenes y permiten imprimir en “dispositivos virtuales” como por ejemplo
archivos PDF, o imágenes raster tipo JPG ó PNG. Al lado se dispone de un botón
que permite acceder a la configuración particular de cada dispositivo.
En ese bloque aparece un diagrama con las dimensiones
acotadas del papel, y una referencia del origen de coordenadas sobre este. También
hay una casilla que permite activar la opción de guardar todo el trazado en un
archivo particular con extensión PLT el cual ya es completamente independiente
del programa AutoCAD y puede ser ejecutado directamente por impresoras o
dispositivos que soporten ese lenguaje, lo cual es bastante habitual.
Debajo de este bloque se encuentra una lista
desplegable con los formatos de papel disponibles. En esa lista se encuentran
los que ya vienen configurados en cada dispositivo, pero también aquellos que
hayamos podido definir a nuestra conveniencia en un dispositivo determinado a
través de su botón de “propiedades” o desde el propio dispositivo.
Finalmente en la parte inferior tenemos una zona izquierda
donde vamos a especificar el “área” de dibujo que queremos imprimir, y a su
derecha las especificaciones de la “escala” del trazado. Para especificar el
área tenemos una lista desplegable con varias opciones: “pantalla”,
“extensión”, “límites/presentación” y “ventana. La primera supone elegir
estrictamente el área que se visualiza en la pantalla gráfica en ese momento.
La segunda se refiere al área mínima que contiene “todos” los elementos y
objetos del dibujo, la tercera corresponde a la especificación de los “límites”
del dibujo y si estamos en “espacio papel” es reemplazada por “presentación”, y
la última “ventana” genera la desaparición momentánea del cuadro y permite
señalar gráficamente en pantalla un área rectangular a nuestra conveniencia,
devolviendo la presencia del cuadro en cuanto esta definida.
Una vez definida el área de la “ventana” aparece un
botón al lado que permite redefinir o modificar esa área, que una vez
especificada se destaca en la pantalla gráfica. En la parte inferior existen un
par de campos de anotación donde podemos especificar las coordenadas X e Y para
un desplazamiento del área respecto al origen de coordenadas del trazado en el
papel, naturalmente en su propio sistema de unidades, o bien una marca que
genera el centrado del área sobre el papel, y al mismo tiempo muestra las
coordenadas donde se ubica su origen. Los valores negativos suponen que alguna
parte del área queda fuera de la superficie disponible en papel y no se van a
trazar. También se encuentra un botón que genera una “previsualización” del
resultado, lo que es muy útil para evitar errores y olvidos.
A la derecha de esta zona se encuentran los campos
que permiten definir la escala. En primer lugar aparece una casilla “Ajustar a
papel” que cuando está activada, genera un ajuste forzado entre el área
definida en el dibujo, y el área disponible en el papel teniendo en cuenta la orientacion especificada. En este caso el acceso
a los siguientes campos queda desactivado pero se muestran los valores
correspondientes de la relación. Si está desactivada la casilla inicial, entonces
los siguientes campos son accesibles, y se puede especificar la escala mediante
los valores configurados en una lista desplegable o bien especificando
directamente en sus campos, los valores equivalentes entre mm. o pulgadas de papel, y la distancia correspondiente en unidades del dibujo.
Una vez concluida la definición de todos los
parámetros podemos ejecutar el trazado pulsando el botón “OK” en cuyo caso debe
estar disponible y en línea la impresora, o bien podemos guardar todo el
conjunto de parámetros bajo un nuevo nombre de página de configuración que
podremos recuperar posteriormente.
Segunda Vía (espacio papel)
En el caso anterior nos hemos olvidado completamente
de todo el sistema de “espacio papel” y “ventanas” que habíamos desarrollado
anteriormente. Si bien este nuevo sistema puede resolver de modo completo el
trazado de cualquier plano o dibujo, el sistema de “espacio papel”, está
concebido para facilitar la realización de planos más complejos y elaborados.
Una ventaja adicional del sistema de “espacio papel”,
es que la elaboración del plano se hace independiente del resto del trabajo y
podemos configurar un plano de trazado incluso “antes” de haber terminado el
dibujo, o bien modificar discrecionalmente el contenido del mismo sin
preocuparnos de los planos, con la seguridad de que al volver a ejecutar el
trazado, no será necesario volver a rehacer los ajustes finales.
Cuando basculamos al “espacio papel” el propio
programa nos muestra en pantalla el esquema de una hoja de papel cuya
configuración vamos a definir. La idea
central es que dentro de la “presentación” y en el “espacio papel” elaboramos
el aspecto de un plano completamente acabado, y dentro de él situamos una o
varias “ventanas” distribuidas a nuestra conveniencia tanto en posición como en
tamaño. El aspecto del plano se completa con líneas, recuadros y objetos de
texto sin ninguna otra limitación.
Cuando situamos esas ventanas en el espacio papel, el
tamaño de las mismas está determinado en el sistema de unidades de la hoja de
papel, y por tanto las consideraciones sobre la “escala” que en el caso
anterior se hacían en el cuadro de dialogo “imprimir”, ahora es preciso
tenerlas en cuenta al definir el tamaño de cada “ventana” dentro del “espacio
papel” y luego ajustar el área que se visualiza en el interior de cada una, en
este caso ya, en el sistema de unidades del dibujo.
Obviamente cuando tenemos que “imprimir” la
presentación o plano correspondiente ya no es necesario volver a considerar la
escala del dibujo, dado que vamos a imprimir una “hoja de papel” configurada
con sus propias dimensiones, y por tanto en el cuadro de diálogo “imprimir” sobre
el apartado de escala hay que especificar la relación uno a uno. [ 1:1 ] ya que
en este caso particular, coinciden las dimensiones del objeto real “hoja de
papel” con el modelo virtual que hemos configurado en el ordenador “hoja de
presentación”.
La definición de la escala para una ventana
determinada se realiza con bastante facilidad mediante el cuadro de propiedades.
Una vez designado el objeto “ventana” dentro del “espacio papel” entre los
valores de datos del objeto se encuentran dos parámetros que corresponden a
modos diferentes de especificar la “escala”, que siempre es una relación entre
el tamaño de la propia ventana en el sistema de unidades del “espacio papel” y
el tamaño del dibujo que cabe dentro de esa ventana en su propio sistema de
unidades.
Una vez definida la escala de la ventana en el cuadro
de propiedades, quedaría pendiente ajustar el encuadre correcto, lo cual se
puede hacer fácilmente activando el espacio modelo y entrando dentro de la
ventana con la orden "encuadre" para desplazar el modelo sin alterar el factor de
ampliación. Una forma alternativa podría ser también mediante la orden “zoom”
al espacio modelo a través de la ventana, asegurando la exactitud del área que
se designa, bien por teclado mediante coordenadas o con la ayuda de algún
objeto auxiliar de tipo rectángulo que luego se oculta o desecha.
Después de ajustar el factor de ampliación y escala
en todas las ventanas, conviene dejar cerrado el acceso accidental a su
interior basculando al espacio papel de forma sistemática ya que es relativamente
fácil realizar movimientos involuntarios sobre la rueda del ratón, que en caso
de estar activado el espacio modelo dentro de alguna ventana, alteraría
inevitablemente la escala o apariencia de esta.
Para crear “nuevas” presentaciones, es muy habitual
apoyarse en otras existentes, obteniendo “copias” desde el menú contextual del
botón derecho del ratón, ya que en origen los planos presentan muchos elementos comunes, y luego
en cada uno se van particularizando sus propias características.
En cualquier archivo de dibujo que se inicia en
AutoCAD existen en origen dos presentaciones disponibles, pero en cualquier
caso se pueden definir otras nuevas mediante la opción “Page Setup Manager” del
menú “Archivo(File)” que inicia un
cuadro de dialogo con la lista de todas las presentaciones disponibles cuando
estamos en “espacio papel”, y un conjunto de botones para crear una nueva o
modificar cualquiera de las existentes. Tanto en un caso como en otro lo que se
inicia es el cuadro de dialogo de “imprimir” que es sobre el que se definen los
parámetros que el sistema guarda conjuntamente como una presentación”.
Escalas de anotación
Cuando se utiliza el sistema de presentaciones con
múltiples ventanas a diferentes escalas de un mismo dibujo, enseguida aparece
un relativo conflicto con cierto tipo de objetos, como son los rótulos de
texto, los objetos de cota, y el tamaño aparente de los tipos de linea o los
rayados de trama.
El conflicto surge porque este tipo de objetos
normalmente tienen un tamaño configurado en función de su aspecto final, lo
cual va a depender de la escala, y si el objeto aparece en dos ventanas
diferentes, al menos en una de ellas se encontrará fuera de escala.
Eso supone que al gestionar un dibujo determinado es
preciso planificar el sistema de “capas” de tal forma que ese tipo de objetos
queden ocultos selectivamente en ciertas ventanas, gestionando la visibilidad
de estas capas, separadamente en cada ventana.
A partir de la versión 2009 del AutoCAD, el programa dispone de una nueva propiedad
para ese tipo objetos, que es la “escala de anotación”, la cual se puede
especificar sobre el propio objeto y también en cada una de las ventanas que
creamos en el “espacio papel” de tal forma que los objetos de tipo “anotativo”
solo se muestran en aquellas ventanas del espacio papel, cuya “escale de
anotación” coincide con la escala de anotación que tiene definido el propio
objeto.
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