Capítulo 1 – INTRODUCCION
1 - El Dibujo
Técnico desde el paralex hasta el AutoCAD.
Primeros pasos
2 - Diferencias entre el dibujo manual y AutoCAD.
Peculiaridades del dibujo técnico en
el ordenador. (geometría)
3 - Dibujar con AutoCAD.
Instalar y arrancar el programa.
Sistema de archivos. Iniciar un
trabajo, guardar y salir.
La Escala del dibujo
Entidades y objetos de dibujo
4 – Cazar con el ratón.
El dispositivo señalador, Uso del
Ratón y/o tableta
Copiar mover y borrar (Selección de
entidades)
5 – Terminar.
Salidas. Plotter, eTransmit,
exportar e importar archivos
Formatos Raster/Vector y tipos de
archivo [DWG / DXF / DGN / DWF / WMF]
Capítulo 2 – CONFIGURACION
1 - La Interfaz del AutoCAD.
La Barra del Título
La Barra de Estado
El Área Gráfica
La ventana de Texto
2 - Sistema de ayudas y Manual de usuario.
Guía del Usuario
Referencia de Comandos
Dispositivos y Periféricos
Guía de Instalación y Licencias
Guía de Personalización
3 - Sistemas de comandos, órdenes de trabajo y
tipos de menú.
Sistemas de Menú y acceso a las
órdenes del programa
Menús de Pantalla y Tableta
Menú Desplegable (o de persiana)
Menú de Barras de Herramienta (o
botones)
Menú de Paleta
Menú de Cinta de Opciones (Ribbon)
4 - Otros
sistemas.
Variables internas de configuración.
Retroceso y corrección de errores.
Refresco de pantalla y otras
consideraciones.
Capítulo 3 – ESPACIO y COORDENADAS
1 - Uso de coordenadas. Definición de puntos, y
distancias.
Puntos y Distancias
2 – Sistemas
de coordenadas personales y globales.
Sistema de Coordenadas Personales:
3 –
Consideraciones sobre el trabajo en 3D y/o 2D.
4 - Ordenes de
consulta.
Capítulo 1 – INTRODUCCION
1 - El Dibujo Técnico desde el
paralex hasta el AutoCAD
Después de los preámbulos anteriores, hoy toca entrar en materia
iniciando lo que se podría considerar un “curso básico” sobre el uso del
AutoCAD aplicado en Arquitectura, y por extensión a todos los demás trabajos
técnicos de la ingeniería.
Primeros pasosComo primer paso cabe hacer alguna consideración sobre el “trabajo tradicional” anterior al desarrollo de las herramientas informáticas. Tradicionalmente, el trabajo material de elaboración de “planos” y “dibujos técnicos” se realizaba por “delineantes”, personal cualificado a nivel de “formación profesional”, que había desarrollado unas destrezas adecuadas para un trabajo manual, consistente en ir plasmando en papel de forma permanente una serie de dibujos y diseños establecidos mediante notas, croquis o modificaciones de otros previos, por el proyectista correspondiente (arquitecto, Ingeniero, etc)
El trabajo se desarrollaba en tableros o mesas de cierto tamaño y amplitud, equipadas con buena iluminación, y grandes reglas que sujetas a la mesa por un sistema de poleas y cuerdas cruzadas, (“paralex”) que aseguraban un desplazamiento exclusivamente perpendicular a la propia regla facilitando el trazado de líneas paralelas que se complementaban con un conjunto de escuadras, plantillas, escalímetros, etc.
Los dibujos se trazaban provisionalmente con lápices duros y afilados, con un marcaje fácil de borrar, y de forma definitiva sobre un “papel vegetal” con “tinta china” (emulsión acuosa). Este tipo de papel presentaba un cierto grado de transparencia translúcida, que permite visualizar dibujos previos sujetos bajo él, y debido a su textura y las características propias de la tinta, también permite rectificar errores y/o modificaciones mediante un “raspado” enérgico.
El papel vegetal también facilitaba a su vez la realización de múltiples copias de un mismo plano, mediante maquinas equipadas con luz ultravioleta y papeles con revelado de “amoniaco”, asegurando una precisión y fidelidad adecuadas de geometría y dimensiones entre el original y la copia.
Esta técnica junto con las características de la tinta china, no admite la reproducción del color, por lo que el mundo de los “planos técnicos” ha sido tradicionalmente monocromo, aunque en paralelo ha desarrollado un repertorio sofisticado en el uso de trazos y líneas de diferentes pautas y grosores, que a su vez manejados con inteligencia, permiten conseguir una “percepción” del plano destacando ciertos elementos o aspectos del mismo, que manejados con habilidad contribuyen a diferenciar la calidad de los distintos trabajos.
Desde un punto de vista histórico cabe decir que los primeros “dibujos técnicos”, realizados de una forma sistemática al menos, se remontarían a la “revolución industrial” y por tanto a mediados del siglo XIX. En mi propia experiencia en el Colegio de Arquitectos de Salamanca he tenido ocasión de examinar un archivo de “planos de taller” que se extendía en el tiempo desde las últimas décadas del siglo XIX hasta los años 60s del siglo XX.
El examen de esa colección de planos y dibujos es muy interesante y permite apreciar con claridad la evolución de las diferentes técnicas en la realización de los planos, y se observa que precisamente los dibujos más antiguos son los más elaborados, se realizan en papeles muy gruesos y robustos de mucho gramaje y gran calidad, con tintas de “diferentes colores” y rotulados a “mano” con una gran pulcritud. Con el paso del tiempo, se pierde el color enseguida, los soportes de papel se hacen más endebles, y la calidad de los trabajos se hace más diversa dependiendo del uso o importancia de cada diseño. En resumen cabe decir que las técnicas comentadas anteriormente solo se estandarizan y sistematizan hacia mediados del siglo XX.
2 -
Diferencias entre el dibujo manual y AutoCAD
Peculiaridades del dibujo técnico en el ordenador. (geometría)
Una vez cerrado el apartado de referencias “históricas” voy a tratar de centrarme en el nuevo mundo de la “informática”, para poner de manifiesto las principales diferencias y en última instancia algunos “porqués” de esta “revolución”.
En la actualidad con la gran disponibilidad de ordenadores, la evolución y avance continuo de sus prestaciones y la fácil disponibilidad de programas informáticos y aplicaciones, ha desaparecido completamente el trabajo manual que se ha descrito antes, lo mismo que las “máquinas de escribir” y el trabajo de mecanografía desaparecieron de las oficinas de todo el mundo en la década de los años 80s.
En el mundo técnico relacionado con la Arquitectura, el programa “AutoCAD” es prácticamente la referencia “estándar”, universalmente conocido y usado prácticamente por todo el mundo. No obstante cabe decir que este es un “programa” o “aplicación” informática para uso general bajo el concepto de C.A.D. (Computer Aided Design) desarrollado oportunamente por la compañía “Autodesk”, y “comercializado” por ella, con independencia de la existencia más o menos común de copias “irregulares” o sin licencia del titular.
En todo caso el AutoCAD no es el único programa informático que puede utilizarse, ya que existen muchas imitaciones del mismo, y también la alternativa de programas realizados con otras filosofías diferentes como puede ser el caso del “GIS” o el “Integraf”, que tiene cierta presencia en el ámbito de la ingeniería de “obra civil”. También cabe mencionar algún planteamiento novedoso como el caso de “SketchUp”, realizado por GOOGLE y muy bien pensado para facilitar el trabajo en tres dimensiones. De todos modos AutoCAD contiene probablemente el planteamiento más puro y clásico para el manejo de elementos gráficos de geometría en un ordenador.
Este programa se desarrolla después de unos primeros trabajos teóricos que se realizan en el MIT en los años 60s-70s sobre el manejo de geometría y gráficos con ordenadores, que sienta las bases del concepto de C.A.D., y presenta una concepción general y una filosofía de trabajo que se han convertido en un estándar de facto, y que desde entonces mantiene los mismos principios en las sucesivas versiones.
De las grandes diferencias que cabe destacar entre un trabajo manual de dibujo, y el CAD en un ordenador, hay que mencionar en primer lugar la gran precisión y rigor en el uso de la geometría, y también la independencia de la “escala” del dibujo de su elaboración inicial, y en consecuencia de la precisión gráfica.
Estas diferencias se comprenden mejor si pensamos, que en la elaboración manual de un dibujo, se comienza adoptando el tamaño del papel que va a ser su soporte físico, dependiendo del espacio disponible y las herramientas de trabajo (mesa de dibujo), y sin embargo en el CAD debido a la flexibilidad y dinamismo que permite la visualización en una pantalla de ordenador, se puede trabajar sin restricciones en un “espacio virtual” sin limitaciones de tamaño. De hecho uno de los primeros dibujos de “ejemplo” que se suministraba en las versiones iniciales del programa, contenía un dibujo de “todo el sistema solar”, en el que estaban dibujadas con precisión, el sol y las trayectorias de las orbitas de cada planeta, el propio planeta dentro del que se rotulaba el tamaño de su diámetro, en el caso de la tierra también figuraba la luna, y dentro de esta estaba dibujado de forma esquemática pero en el lugar preciso, el módulo de aterrizaje de la primera misión lunar y en una de sus patas, la reproducción de la placa e inscripciones que llevaba.
Obviamente todos esos elementos no se pueden visualizar simultáneamente, pero el manejo de sucesivas ampliaciones en pantalla (uso del zoom) permitía tanto su elaboración como su visualización. En cuanto a la salida impresa, tampoco tenia sentido en su conjunto, pero nada impide hacerlo por partes, y el conjunto se almacenaba en un archivo único.
Una de las características propias del funcionamiento interno de un programa de CAD y que a su vez marca la diferencia entre dos grandes familias de programas informáticos de tipo grafico, es su carácter “Vectorial” en contraposición a las aplicaciones de tipo “Raster”.
Las aplicaciones de tipo vectorial se caracterizan porque el ordenador maneja en su memoria, un conjunto de “valores numéricos”, que son los códigos que identifican los distintos elementos de la geometría, (segmentos, puntos, arcos, polígonos, textos etc) y los valores numéricos de sus coordenadas, posiciones y tamaños en un espacio virtual. Dado que el cálculo numérico dentro del ordenador es particularmente rápido y eficiente, esto hace que los movimientos, cambios de posición o simplemente actualizaciones del punto de vista, se hagan internamente recalculando numéricamente los valores actualizados de las nuevas posiciones, tanto para el espacio virtual como para el aspecto en pantalla.
En contraposición con esa filosofía, están los programas de tipo “Raster”, como por ejemplo el “Photoshop”, más adecuados para el manejo de fotografías, los cuales almacenan en la memoria del ordenador, el conjunto de “puntos” o “píxel” con el color correspondiente a cada uno, que configuran la imagen como un conjunto ordenado en filas y columnas. Este sistema tiene como característica que al ampliar la imagen se llega a un limite de resolución donde la imagen del objeto, empieza a pixelar y ya no mejora, cosa que no sucede en los de tipo vectorial, en donde se recalculan numéricamente las nuevas posiciones actualizando rigurosamente el aspecto, al nuevo factor de ampliación.
Este último sistema es más adecuado para el manejo de “fotografías” o imágenes estáticas, aunque en las versiones recientes de los programas más potentes, se van integrando funciones de ambos mundos, vectoriales en Photosop y Raster en Autocad.
3 – Dibujar con AutoCAD
Instalar y arrancar el programa.
Ahora toca comentar algo sobre como instalar y arrancar el programa en el ordenador. La última versión disponible del AutoCAD, es la 2.012 aunque coexisten varias de las anteriores y el último cambio de aspecto general de cierta importancia se produce en la 2.009, con la incorporación del “ribbon” o cinta de opciones, que configura un nuevo tipo de menú o interfaz para ejecución de órdenes en el programa.
Respecto al proceso de instalación cabe decir que las últimas versiones desde la “14”, vienen incorporadas en un “CD” o “DVD”, con un archivo ejecutable de autoarranque, el cual inicia un proceso, similar al de la instalación del sistema operativo o muchos otros programas y aplicaciones de cierta importancia.
Ese proceso va actualizando la imagen que se visualiza en la pantalla, presentado en cada momento una información clara sobre su evolución y las distintas etapas a medida que se completan, realiza algunas detenciones en las que requiere adoptar alguna opción por parte del usuario, pero en general están siempre explicadas con toda claridad y el proceso completo resulta trivial incluso para cualquier profano en informática.
Una vez concluido el proceso completo de instalación bajo Windows, aparece un icono específico en el escritorio, y/o una entrada en la lista general de programas, que permiten lanzar la ejecución del programa. Estas peculiaridades se matizan en cada Sistema Operativo según sus características. Dentro del proceso se solicita a su vez un número de serie que se suministra con la documentación de la licencia de uso, y algunos datos del usuario.
La primera vez que se ejecuta del programa, se solicita una clave única que se suministra con la “licencia de uso” durante la adquisición del mismo. En caso contrario también se permite su ejecución completa, pero solo como “versión de prueba” por un plazo limitado a treinta días, a partir de los cuales deja de funcionar completamente. Dentro de ese proceso se facilita la adquisición de la licencia por vía telefónica, o bien directamente por conexión a través de Internet. En el caso de algunas copias irregulares, el disco de instalación puede contener alguna carpeta adicional con otros archivos que facilitan instrucciones concretas y herramientas auxiliares para desbloquear el uso del programa. Obviamente ese proceso vulnera la Ley de Propiedad Intelectual, bajo la responsabilidad de cada usuario.
Una vez arrancado el programa, aparece en la pantalla gráfica, la “interfaz” del programa en su configuración inicial, o por defecto. El programa AutoCAD siempre ha tenido una gran capacidad de personalización para acomodar el aspecto general al gusto de cada usuario, e incluso permite con relativa facilidad hacer desarrollos de aplicaciones especializadas para usos determinados.
En cuanto al Interfaz gráfico, cabe decir que es completamente configurable a gusto del usuario y en las últimas versiones se gestiona con gran facilidad mediante la opción de “espacios de trabajo”. La estructura de la pantalla está dominada por el espacio de trabajo normalmente en color negro o blanco. En los bordes de la pantalla se van ubicando áreas y barras con distinta información, herramientas o botones de comando que permiten interactuar para ir desarrollando el trabajo oportuno.
Como elementos más destacables de la Interfaz, cabe citar:
1
- La Barra de
título
2
– La Barra de
Estado
3
– El Área Gráfica
4
– La Ventana
de Texto
5
– Diferentes sistemas de menú y acceso a las órdenes y comandos del
programa
De estos elementos la barra de título se ubica en el borde superior de la pantalla, y contiene a su vez además del título del programa y el nombre del archivo de trabajo actual, un botón a la izquierda con el icono del programa que permite acceder a un conjunto de ordenes comunes y la lista de los últimos archivos usados. En la zona derecha aparecen algunas opciones de ayuda y las opciones habituales para minimizar y cerrar la ventana que en este caso están duplicadas, diferenciando la ventana del programa, y el archivo actual, ya que se pueden mantener abiertos simultaneamente varios archivos de trabajo.
Sistema de archivos. Iniciar un trabajo, guardar y salir.
El trabajo que se va desarrollando en la interfaz gráfica, se almacena dentro del disco en un “archivo” con la extensión “dwg” que es propia del autocad. La primera vez que se arranca el programa, por defecto se presenta un archivo en blanco (o con la configuración que adoptemos) con un nombre “tipo” compuesto de la palabra “Dibujo” seguida de un número correlativo. Una vez que se ejecute la orden “salvar”, aparece un cuadro de dialogo vinculado al explorador del sistema operativo que permite localizar cualquier ubicación en el sistema de carpetas, y naturalmente escribir el nombre del archivo que elijamos. Junto a la opción “salvar” se encuentra la opción “Abrir”, que con un cuadro de dialogo similar permite localizar cualquier archivo previamente guardado, navegando por el sistema de carpetas.
La Escala del dibujo
Cuando se inicia un trabajo en un nuevo archivo, el área gráfica de la
pantalla, normalmente se encuentra vacía con el color que adoptemos como fondo
(es frecuente el negro, pero más conveniente el blanco, ya que ofrece un
aspecto similar al propio del papel en cuanto a la apariencia final). La forma
de operar habitual requiere un dispositivo gráfico, (ratón o tableta) que se
encuentra vinculado a un cursor grafico que se desplaza por el área de la
pantalla según los movimientos que realizamos en la mesa. Estos movimientos y
posiciones se corresponden geométricamente con un sistema de coordenadas que
identifica cada posición con sus valores numéricos, y permiten recorrer el
“espacio virtual” que el programa mantiene a nuestra disposición.
El sistema de coordenadas, es un sistema cartesiano y tiene una orientación inicial por defecto, con el origen situado en la esquina inferior izquierda de la pantalla, el eje X situado a lo largo del borde horizontal, con valores crecientes hacia la derecha, el eje Y se sitúa en el borde izquierdo de la pantalla con valores crecientes hacia arriba y el eje Z orientado perpendicular a la pantalla, con valores crecientes hacia el exterior.
El AutoCAD en las versiones actuales es un programa que maneja la geometría de tres dimensiones completas, no obstante la mayoría del trabajo técnico se realiza en dos dimensiones, y el plano XY que inicialmente está situado sobre la pantalla, tiene una preponderancia destacada. Inicialmente es dentro del que se configuran aquellos objetos y elementos que son intrínsecamente planos como por ejemplo, circunferencias, arcos, polígonos, rótulos de texto, etc.
Posteriormente con los comandos oportunos pueden definirse otros sistemas de coordenadas, con cualquier orientación en el espacio, facilitando de esta forma la colocación posterior de elementos u objetos de geometría en cualquier posición del espacio respecto a los ya construidos anteriormente. Con el fin de visualizar la orientación de los ejes, el programa suministra un icono de orientación, que se ubica en la esquina inferior izquierda de la pantalla, u opcionalmente en el mismo origen de coordenadas.
La definición de posiciones y coordenadas, se realiza en AutoCAD como una lista de tres números reales separados por “comas”, que corresponden a las coordenadas cartesianas X,Y,Z. En el caso de definir solo dos valores separados por una “coma” se adoptan como coordenadas X e Y, y el valor de Z, se considera “0”. También es posible con la notación adecuada definir posiciones en coordenadas cilíndricas o esféricas, alterando la “coma” de separación por el símbolo “<”. El valor de las coordenadas del cursor en cada momento se visualiza en la línea de estado del borde inferior.
Como ya se ha puesto de manifiesto en el ejemplo comentado sobre el Sistema Solar, una de las diferencias destacables respecto a los métodos de dibujo tradicional, es la disponibilidad de un “espacio de trabajo” prácticamente “ilimitado” en cuanto a dimensiones, que rompe una asociación muy habitual y automática entre un “dibujo” que se tiene la intención de realizar, y el soporte físico o papel donde lo queremos presentar y mostrar a los demás.
Esta asociación nos lleva directamente al concepto de “Escala” en un dibujo, que es la proporción entre las dimensiones “reales”, y sus dimensiones en el “papel”. Esa proporción se define entre medidas de longitud, constituye una “regla de tres” y se expresa normalmente en forma de proporción entre una unidad en el dibujo “1:” y su magnitud en el espacio “real” 50, 100, 200, etc..
Teniendo en cuenta las características propias del CAD, como el sencillo manejo de un “espacio virtual” prácticamente ilimitado y su capacidad para acercar-alejar la imagen de los objetos que estamos construyendo en cada momento, se deduce con facilidad que no es necesario realizar el trazado del modelo a “escala” y resulta más razonable hacerlo con sus dimensiones reales, interpretando los valores numéricos de distancias y posiciones como “metros”, o bien el tipo de unidad de distancia que se maneje habitualmente según la disciplina o la práctica especializada (millas, kilómetros, milímetros .. etc).
Obviamente el problema de la “Escala” surge necesariamente en el momento que queremos plasmar o trasladar nuestro dibujo a un soporte físico, normalmente de papel. No obstante es “solo” en ese momento, cuando es necesario adoptar una proporción o escala para el trazado. Este problema tiene una solución particularmente elegante dentro del AutoCAD, mediante el empleo del doble concepto entre “Espacio Modelo” y “Espacio Papel”. No obstante esos conceptos se explicarán y comentarán en un tema posterior.
Si tenemos en cuenta que hay múltiples ocasiones en que un dibujo o parte del mismo nos interesa imprimirlo con distintas proporciones o tamaños, ya sea por manejar versiones reducidas de un plano, o bien por facilitar una visión de conjunto, se reafirma la conclusión de que resulta mas adecuado manejar el sistema de unidades dentro de los modelos de CAD en “verdadera magnitud” relegando el uso de la “escala” exclusivamente a la salida impresa.
Llegados a este punto cabe hacer una advertencia sobre un peligro habitual entre principiantes, como es el de incurrir en un “esfuerzo inútil” cuando el optimismo generado por el nuevo aprendizaje nos lleva a buscar la superación tratando de dibujar el modelo completo, perfectamente desmenuzando sus todos sus detalles y componentes. Eso nos puede llevar a dibujar con detalle y detenimiento una “grifería”, que luego en la planta del edificio, solo se puede ver como un “punto grueso” o una mancha amorfa. Siempre es necesario mantener una idea clara del sentido último y la utilidad que tiene el dibujo que estamos realizando ya que el grado de detalle o simplificación debe adecuarse al objetivo final.
Entidades y objetos de dibujo
Cuando se aborda la realización de un nuevo dibujo, en la práctica tradicional, se comienza disponiendo las herramientas de trabajo, mesa o tablero, papel firmemente sujeto y tensado, lápiz, reglas, escuadras, escalímetros etc. La tarea se inicia trazando y situando en primer lugar por medio de líneas rectas una configuración del contorno o estructura del objeto, midiendo y situando los distintos elementos con la ayuda del escalímetro. A medida que avanzamos, se van trazando elementos cada vez más detalladas, ajustando y situando los centros y líneas curvas en su posición correcta, cuidando especialmente las “tangencias”, que en el trazado a tinta definitivo, generan ciertos grados de incertidumbre y temor en función de la destreza y experiencia de cada “dibujante”.
Con el uso del CAD la tarea de iniciar un nuevo dibujo, además de encender el ordenador, y arrancar el programa, requiere en primer lugar definir un nuevo “archivo”, con un nombre y ubicación dentro del sistema de carpetas, y entonces comenzar el trazado geométrico, de una forma análoga al trabajo manual. Se trazan en primer lugar unas “líneas o formas generales” de contorno, que además de configurar el área de trabajo, permiten apoyar posteriormente, distancias, líneas perpendiculares, centros y todos los demás elementos de la geometría que tenemos disponibles en el repertorio del programa, hasta concluir el trabajo.
El trabajo de dibujar dentro del programa se desarrolla, inicialmente incorporando una serie de “entidades”, que son los objetos o elementos disponibles, y es necesario situar en nuestra área de trabajo con precisión. En una segunda etapa será necesario hacer ajustes y correcciones, por lo que todas o parte de las nuevas “entidades” definidas, tendrán que ser “editadas” o modificadas de alguna manera, (cambio de posición, color, giros, etc).
Evidentemente para un uso adecuado del programa, es preciso conocer de forma lo mas amplia posible “todo el repertorio” de entidades que se tienen a disposición, así como sus posibles modificaciones, lo cual constituye el núcleo del aprendizaje.
Tanto la definición de nuevas entidades como la modificación de las ya definidas se realiza mediante las “Ordenes” (“Command”) que el programa va ejecutando en cada momento, iniciando en cada caso una secuencia particular de opciones con sus propias peculiaridades.
Esas ordenes o rutinas, se van seleccionando sucesivamente por el usuario y se encuentran disponibles de varios modos diferentes y alternativos a través de los distintos “menús” “paneles de tareas” “botones de herramientas” etc. El desarrollo de cada una y los pasos intermedios van desarrollando un dialogo en la “Ventana de Texto” que es conveniente seguir con atención, al menos hasta que uno este familiarizado con ellas.
En relación con la “ventana de texto”, conviene recordar que en ella se desarrolla el dialogo del nivel más básico y detallado del programa, y en las primeras etapas es muy conveniente seguirlo con especial atención, ya que los mensajes intermedios identifican fácilmente los pequeños errores o equivocaciones propios del aprendizaje. También conviene recordar que todas las “ordenes” se pueden invocar de forma escrita a través del teclado en la “Ventana de Texto”, incluso con un repertorio de abreviaturas, y que el dialogo que se genera, es el que luego se automatiza con relativa facilidad a través de “macros” que facilitan desarrollos personalizados por el usuario.
El repertorio común de “entidades” básicas es el siguiente:
Punto:
Entidad simple definida por
las coordenadas de su posición. Tienen un amplio repertorio de “aspectos”
diferentes.
Línea:
Segmento de línea recta
definido por las coordenadas de sus extremos inicial y final. Probablemente el
objeto básico más común en el programa.
Arco:
Es un segmento de
circunferencia definido por tres puntos, o bien con tres parámetros de
diferentes formas alternativas.
Círculo:
Propiamente es una
circunferencia, definida por las coordenadas de su centro y radio, o bién de
otras formas alternativas.
Polilíneas planas [polígonos
y rectángulos]:
Son entidades más complejas.
Están compuestas por una sucesión abierta o cerrada de segmentos de línea recta
y/o arcos. Pueden tener grosores diferenciados, son coplanarias por definición
y se manejan como un objeto simple. Adolecen de cierta complejidad de uso pero
aportan flexibilidad y algunas ventajas. Los polígonos y rectángulos, son
polilíneas semielaboradas a través de opciones particulares en un “menú”
específico.
Polilíneas 3D:
Similares a las anteriores
pero sin la restricción de ser “coplanarias”, aunque sin embargo NO pueden
contener segmentos de “arco”, ni grosores.
Líneas Múltiples y
auxiliares:
Las líneas múltiples son
conjuntos de dos o más trazos paralelos de segmentos rectos equivalentes a
polilineas de varios trazos. Las líneas auxiliares son líneas de construcción
que se extienden hasta el infinito, más allá de los límites del área de
trabajo.
Arandelas (Donut):
Son elementos relativamente
singulares, definidos por dos circunferencias concéntricas y el área
comprendida entre ellas.
Splines:
Son curvas complejas, con la
curvatura definida por las tangencias en los extremos, así como en una sucesión
de puntos intermedios.
Bloques:
Son pequeños conjuntos de
otros elementos de dibujo previamente agrupados, y etiquetados, ya sea por el
usuario en el propio dibujo, o disponibles en librerías externas, que se usan
como objetos repetitivos. (sillas, coches, muebles etc.).
Rótulos de texto:
Etiquetas que contienen los
“textos” de rotulación. Pueden tener una o varias líneas y diferentes modelos
de tipografías, tamaños, etc. Se incluye un pequeño editor auxiliar e incluso
diccionarios.
Objetos de Cota:
Objetos compuestos y
complejos que habitualmente se emplean para definir la acotación en los planos.
Soportan diferentes estilos y un amplio conjunto de parámetros.
4 – Cazar con el ratón.
El dispositivo señalador, Uso del Ratón y/o tableta
La generalización en el mundo de los ordenadores de los GUIs como Windows, o sus equivalentes en MAC, UNIX - LINUX, ha estandarizado el uso del “Ratón” de forma que este se ha convertido en un dispositivo habitual de cualquier ordenador. Durante los primeros tiempos del CAD esto no era así y ese tipo de programas requería un dispositivo “señalador” que permitiera un control práctico sobre el “área gráfica” del programa permitiendo señalar puntos, consultar coordenadas, medir distancias etc.
El primer tipo de dispositivo que se empleaba eran la “tabletas digitalizadoras” que físicamente están constituidas por una superficie rígida y estable, que contiene en su interior una retícula de cables conductores cruzada en dos direcciones ortogonales y una “mira” o cursor, que conectada eléctricamente con la retícula, se mueve libremente por la superficie permitiendo señalar puntos, y detecta con toda precisión su posición exacta dentro de la superficie activa.
El tamaño de las tabletas podía ser bastante grande incluso como una mesa de dibujo completa. No obstante esos tamaños se encuentran en desuso y en la actualidad prácticamente no sobrepasan el formato “A3”. Una de sus ventajas actuales, es el mejor control sobre la “presión” en la superficie, que las hace más adecuadas en programas de tipo artístico donde la calidad del trazo manual es un requisito importante. En el dibujo técnico esto es menos relevante y hoy por hoy, el uso del “ratón” está completamente generalizado.
El ratón es un dispositivo que ha proliferado con el uso de los entornos gráficos, y en este caso se basa en detectar o leer el “desplazamiento del objeto” o su “velocidad” sobre cualquier superficie plana, en lugar de las posiciones relativas. Esto se puede hacer con una bolita y unas ruedas mecánicas interiores, o actualmente a través de un pequeño “laser” que incorporan. El uso del mismo en el CAD se basa en “vincular el movimiento” de un cursor gráfico entre pantalla y dispositivo, que se mueve libremente por cualquier superficie plana de forma que el vínculo del movimiento se convierte en “instintivo” permitiendo un control eficaz del “área gráfica”.
Los ratones habituales se complementan con tres pulsadores y/o una rueda vinculada en el tercero. Dentro del AutoCAD se pueden reprogramar y personalizar todas las pulsaciones, pero las habituales son el botón principal y secundario, que se asocian el primero a la designación “gráfica” de una posición (coordenadas, opción de menú, etc) y el secundario a un “eco” del teclado (tecla INTRO) que se usa normalmente para confirmar opciones que presenta el programa, o concluir alguna rutina en curso. Normalmente la rueda está asociada con el ZOOM ampliando y reduciendo la pantalla, y la pulsación de tercer botón al desplazamiento de pantalla vinculada al ratón. Estos movimientos son especialmente inmediatos e intuitivos, por lo que conviene practicarlos ligeramente hasta que se automatizan mentalmente.
Copiar
mover y borrar (Selección de entidades)
Una vez que se incorporan al nuevo dibujo un cierto conjunto de entidades, empiezan a ser comunes las tareas de “edición” o modificación sobre ellas, entre las que cabe destacar las de copiar mover y borrar, que resultan especialmente comunes y frecuentes.
En cuanto a las acciones de “copiar” y “mover” cabe destacar que dentro del CAD presentan una peculiar simetría, ya que ambas funcionan de manera casi idéntica, salvo que en el caso de “mover” se borra o elimina el original y en el caso de “copiar” este se mantiene. También hay que destacar otra diferencia entre el trabajo manual y el CAD como es la tremenda facilidad en este ultimo caso para “copiar” y “borrar” objetos, lo cual conduce hacia practicas algo diferentes a la hora de ir construyendo un nuevo “dibujo”, ya que muchas veces es más práctico partir de “copias” sobre elementos existentes, y trabajar solo en las diferencias o modificaciones respecto al modelo o plantilla.
En general las órdenes de edición, incluyen dentro de su proceso una subrutina común a todas ellas que resulta específica para “seleccionar” entidades. Incluso el programa contiene una orden “SELECT” con esa rutina exclusivamente, sin aplicarla a ninguna otra tarea una vez concluida. Esta rutina presenta ciertas peculiaridades que el usuario repite con tanta frecuencia que en seguida adquieren un automatismo instintivo.
Cuando se inicia la rutina de “selección”, en un primer momento el cursor cambia de aspecto sustituyendo la “cruz” habitual por una pequeña “caja” de tamaño configurable. Cuando tenemos disponible esa caja en el cursor, que podemos mover libremente por el área gráfica con el ratón, se puede optar entre “señalar” un objeto (mancando con la pulsación principal del ratón) sobre cualquier entidad apuntada con la caja, en cuyo caso queda “marcada” con una visualización diferente e incorporada al conjunto de selección, o bien marcar la pulsación en una “zona vacía” (ninguna entidad en la caja) en cuyo caso se engancha a ese primer punto de forma dinámica, un área rectangular, que se visualiza sobre la pantalla y podemos mover libremente hasta marcar la segunda pulsación, de forma que el programa “selecciona” todas las entidades del dibujo que se encuentran dentro del “área rectangular” que hemos definido.
En el caso de la primera alternativa estamos en un proceso de selección “uno a uno”, la cual puede continuar sucesivamente hasta que se cierra el proceso pulsando el botón secundario del ratón, o la tecla “intro” del teclado. En el caso del área rectangular hay que destacar un matiz, y es el hecho de que si a partir de la primera pulsación nos desplazamos hacia la “izquierda”, el área rectangular adquiere un tono verdoso con un borde de trazo discontinuo y opera en modo “captura”, pero si lo hacemos hacia la “derecha” el tono es “azulado”, el borde continuo y opera en modo “ventana”.
Los modos “captura” y “ventana”, suponen que en el primer caso quedan seleccionadas “todas” las entidades que se cruzan con el rectángulo, aunque alguna parte de ellas pueda quedar fuera del mismo. En el segundo caso “solo” quedan seleccionadas aquellas entidades que se encuentren completas “dentro” del área rectangular es decir en toda su extensión.
La selección de entidades puede continuarse sucesivamente incorporando varias secuencias de uno a uno, ventanas o capturas, hasta que expresamente la concluyamos, pulsando el botón secundario del ratón, en cuyo momento queda definido y memorizado el “conjunto de selección”, para operar con él mediante la orden en curso. Incluso si examinamos la orden “SELECT” en el manual de ayuda, o invocamos las “subopciones” desde la línea de órdenes pulsando “?” podemos ver que existen varias alternativas más, como por ejemplo “todos” “previo” “deshacer”. La opción “previo” supone que se cargue exactamente el último conjunto de selección que se haya definido, ya que es muy frecuento que sobre el mismo conjunto de objetos haya que repetir varias acciones, y también da sentido a una orden “select” sin otra acción específica.
5 – Terminar.
Este tipo de dispositivos hace algunos años eran muy específicos para
esta tarea, y se basaban en el uso de un conjunto de plumillas de diferentes
gruesos o colores, que iban dibujando sobre un papel los distintos trazos que
configuraban el diseño previamente elaborado en el ordenador. Se emplean
formatos superiores al A3, normalmente A1 ó A0 dependiendo de las costumbres
del sector y el papel se suministraba en rollo continuo u hojas sueltas.
Formatos Raster/Vector y tipos de archivo [DWG / DXF / DGN / DWF / WMF]
Capítulo 2 – CONFIGURACION
1 -
La Interfaz
del AutoCAD
En las versiones iniciales del AutoCAD, el arranque del programa se
hacia a través de un menú de texto con menos de una decena de opciones
numeradas. Desde este se iniciaba la “interfaz gráfica”, y era frecuente
configurar el ordenador con sistemas de “doble monitor” (uno normal para texto,
y otro especial, caro y sofisticado para gráficos) y se ampliaban las
“prestaciones” del equipo, con la necesaria instalación de “coprocesadores
matemáticos”, “ampliaciones de memoria” y las convenientes “tarjetas gráficas
de expansión” (ISA 8y16, EISA 16y32, Microchanel 16 y 32, coprocesadores y
memorias de gráficos .. etc).
La llegada de Windows95 y la mejora paulatina de las prestaciones gráficas en los ordenadores habituales, acabó definitivamente con aquellas configuraciones especializadas y específicas. En la actualidad basta “iniciar” el programa como cualquier otro, de acuerdo con las peculiaridades del Sistema Operativo, y aparece en pantalla la ventana correspondiente con la interfaz gráfica y las opciones normales de uso: menús, iconos y/o botones gráficos. A partir de la versión 2.009 se ha producido una renovación importante del “aspecto” que es la que se adopta como referencia, aunque coexisten opciones para compatibilizar todas las versiones existentes hacia atrás.
Cuando se arranca el programa, inicialmente el aspecto de la pantalla es una ventana que contiene en el borde superior una “Barra de Título”, y en el borde inferior una “Barra de Estado”. Además de estas dos barras, también hay un “Área Gráfica” en el centro, una “Ventana de Texto” en la parte inferior y un sistema de “menús de trabajo” normalmente por los bordes de la ventana.
El área gráfica corresponde a un archivo de trabajo en blanco que se inicia desde el “prototipo” configurado por defecto y el sistema le asigna un nombre genérico <”Dibujo n”>. La primera vez que se trata de guardar el archivo en disco mediante la orden “SALVA” se invoca el cuadro de dialogo correspondiente, que permite asignar un nombre específico y personal al archivo de trabajo, y ubicarlo en la carpeta oportuna navegando por todo el S.O.
El programa puede mantener abiertos varios archivos de trabajo simultáneamente, aunque solo uno se mantiene activo y en primer plano. También se pueden cerrar todos los archivos, en cuyo caso la ventana del programa solo mantiene las barras de “Título” y “Estado”, presenta un fondo con un aspecto que recuerda la fibra de carbono, y en la Barra de Título, el menú de acceso rápido mantiene activas las opciones de “nuevo” y “abrir”. También se mantienen a la derecha los botones habituales del S.O. para extender, minimizar o cerrar cualquier ventana, y por supuesto el “LOGO” del programa con todas sus opciones bajo él.
La Barra del Título
Profundizando algo más, cabe decir que la Barra de Título en el borde superior de la pantalla, contiene en el centro el nombre del programa y el del archivo sobre el que estamos trabajando en cada momento. En la parte izquierda se encuentra un “Logo” del programa que despliega un menú donde se concentran el conjunto de tareas más frecuentes de inicio, arranque y mantenimiento con un panel de información explicativa o desarrollo de las opciones que facilita enormemente su uso y es conveniente dedicar algunos minutos al examen de su contenido. Inicialmente puede contener una “lista” con los archivos actualmente abiertos, o bien de los últimos que se han utilizado, y un campo de búsqueda referido a las órdenes del programa. En la parte inferior se encuentra un botón de salida, y un acceso al cuadro de dialogo de “opciones” para acceder a la configuración del programa.
A la derecha del icono se configura un “menú de acceso rápido” que es novedad en la interfaz 2009 el cual incluye algunas órdenes de uso frecuente. Su configuración es bastante inmediata ya que tiene en el extremo derecho de una flecha desplegable, y en el panel se pueden marcar las órdenes a visualizar. En el bloque inferior se puede seleccionar, la presencia de otros comandos, activar u ocultar la barra de menú tradicional (tipo persiana) y opcionalmente la posibilidad de mostrarse debajo del “ribbon” o “cinta de opciones”.
En el lado derecho de la barra de título, aparecen algunas opciones particulares vinculadas al sistema de Ayuda, a través de la conexión por Internet, centro de comunicación, centro de sincronización, favoritos, y un campo para búsquedas en distintos entornos. En el extremo se encuentran los botones habituales del S.O. para extender minimizar o cerrar la “ventana activa”, pero que a se duplican por debajo referidos a su vez, al archivo de trabajo en curso.
La Barra de Estado
La Barra de Estado se encuentra en el borde inferior de la pantalla y sirve principalmente para “mostrar” información y/o mantener al alcance algunos controles y ordenes de uso común.
En el extremo izquierdo se muestra un conjunto de tres números reales separados por comas, que corresponden a las coordenadas cartesianas del cursor gráfico. A continuación se encuentra un conjunto de “pulsadores” (Orto, Snap, Refent .. etc) que configuran una serie de estados del programa. Cuando están “activos” se visualizan en tono azulado y si no en gris. Al deslizar el curso sobre ellos se iluminan suavemente y si nos detenemos se muestra una etiqueta de texto para identificando cada uno.
En la parte derecha de la barra se encuentran otros conjuntos de pulsadores. El primero corresponde a la gestión de EspacioMODELO y EspacioPAPEL, y las presentaciones de salida. A continuación un par de pulsadores con acceso inmediato al “zoom” en tiempo real y al desplazamiento de pantalla o “encuadre”. Luego hay otros más para gestionar las “escalas de anotación”, los espacios de trabajo un control de bloqueos, el acceso a la lista de controles de la propia barra, y finalmente un pulsador para maximizar el área gráfica.
El Área Gráfica
El área grafica en principio es un espacio en blanco que ocupa la zona central del espacio disponible en la pantalla. EN el se van añadiendo los elementos gráficos y de geometría que vamos construyendo paulatinamente y la vista se va actualizando con arreglo a nuestras ordenes. El color de fondo es configurable en el cuadro de “opciones” y aunque en las primeras versiones era frecuente el “negro” en función de los primeros monitores de “tubo” y exceso de parpadeo en resoluciones altas, se considera más recomendable el “blanco” por su mejor similitud con el aspecto de los planos en “papel”.
Dentro del área gráfica se encuentra inicialmente un icono de referencia con la orientación de los ejes de coordenadas, y el cursor gráfico, constituido por una cruz de tamaño configurable y con la orientación de los ejes principales.
En los bordes del área gráfica se suelen ubicar los sistemas de menú que dan acceso a todas las órdenes y posibilidades del programa, no obstante dado que existen varios tipos o clases, parece oportuno dedicar una próxima sesión exclusiva a ese tema.
La ventana de Texto
La ventana de texto y su importancia se han comentado de forma somera anteriormente. Esta ventana normalmente se dispone como una banda en la parte inferior de la pantalla, justo por encima de la barra de estado, tiene espacio para unas tres o cuatro líneas de texto más otra activa en la que se puede ubicar el cursor correspondiente y nos permite “picar” por teclado el texto oportuno. Aunque solo aparecen normalmente tres líneas, sigue siendo accesible todo el texto anterior, ya sea mediante los botones y barra de desplazamiento habituales en el borde derecho, o bien con la pulsación “F2” que visualiza una “ventana” exclusiva e independiente con las características propias del S.O. y permite navegar por todo el texto de la sesión en curso.
Normalmente se recoge el “eco” de todas las ordenes, mensajes y opciones que va procesando el programa con independencia de su origen, es decir que hayan sido escritas en la propia ventana o pulsadas en cualquier tipo de menú, ejecutadas desde una “macro” o rutina de programación en LISP, etc.
Además de mostrar el “eco” completo del programa, nos permite escribir desde el teclado no solo las ordenes del programa por su nombre o abreviatura y las opciones correspondientes, sino cualquier tipo de dato numérico o geométrico, valores reales o enteros y coordenadas de puntos que se escriben como secuencias de dos o tres números reales separados por “comas”.
Prácticamente la ventana de texto es como la “consola” de un sistema UNIX referenciada exclusivamente dentro del “AutoCAD”. Ya se ha comentado la conveniencia de prestar atención en las primeras etapas de aprendizaje ya que permite familiarizarse más rápidamente con la sintaxis de las órdenes y sus opciones.
En las versiones actuales del programa esta ventana puede arrastrarse sosteniendo la pulsación del ratón sobre el borde activo y llevarla a cualquier lado de la pantalla, o incluso mantenerla como un panel flotante con la posibilidad de ocultar dinámicamente bajo el borde activo, o suprimirla de modo permanente aunque un mensaje nos advierte que siempre la podemos reclamar pulsando “CTRL+9”.
Si bien en las primeras versiones del programa, el dialogo de ordenes y mensajes con opciones, se realizaba solo en la ventana de texto, en las ultimas versiones, se ha incorporado una “Entrada Dinámica”, que se puede activar/desactivar en uno de los pulsadores de la barra de estado, y que estando activa presenta una serie de “campos” ligados al cursor gráfico donde van apareciendo los mensajes, opciones, e incluso aparecen campos numéricos, que pueden recorrerse con la pulsación de “TAB”.
Esta entrada dinámica constituye una alternativa completa a la ventana de texto, aunque es conveniente estar ya familiarizado con el uso de las órdenes frecuentes y sus opciones, ya que en otro caso el repertorio de alternativas podría resultar algo confuso. Esta alternativa permitiría prescindir completamente de la “Ventana de Texto”, a gusto del usuario.
2 -
Sistema de ayudas y manual de usuario.
El sistema de Ayuda en “AutoCAD” es bastante completo, y se localiza de diversas formas dentro del uso habitual. Se puede invocar directamente pulsando la tecla “F1”, o desde cualquiera de los menús, estando presente en el extremo derecho del menú tradicional (persianas), o bien escribiendo directamente por teclado la orden “HELP” o indistintamente escribiendo el símbolo de interrogación “?”.
La pulsación F1 es sensible al contexto, ya que si se realiza directamente se inicia el proceso de Ayuda abriendo una ventana específica con el contenido inicial. En caso de que la pulsación de F1 se haga dentro de una “orden” en curso de ejecución, se abre igualmente la ventana pero en este caso se presenta en ella específicamente la ayuda que corresponde con la “orden” en curso.
El Panel de Ayuda que se muestra en una ventana independiente del S.O. se presenta como hipertexto, enriquecido con gráficos y algún vídeo, y se navega con facilidad dentro de él a través de enlaces activos, la barra de herramientas o los menús sensibles. También incluye en el lado izquierdo una “barra de navegación” con una estructura anidada del “índice de contenido” de todos los documentos que componen el sistema de “ayuda”. Esta barra de navegación tiene tres solapas de configuración, la primera que presenta el propio índice anidado, la segunda con una indexación de referencias de contenido con una ventana de acceso, y la tercera con una opción de búsqueda de texto por toda la documentación.
Los documentos que componen la ayuda del programa son:
·
Guía del
Usuario
·
Referencia de
Comandos
·
Dispositivos y
Periféricos
·
Guía de
Instalación y Licencias
·
Guía de
Personalización
Finalmente también contiene un par de referencias sobre AutoLISP y ActiveX, pero en este caso solo contiene enlaces con otras ventanas de Ayuda especializadas en estos temas, que en todo caso constituyen un par de campos muy amplios para personalizar o ampliar las funciones y órdenes del programa.
Desde el panel de Ayuda, naturalmente se contempla la posibilidad de imprimir los distintos temas. No obstante dentro de las carpetas que genera la instalación del programa, y junto con los archivos de hipertexto con el contenido de las distintas partes de la Ayuda, se encuentra a su vez una colección de archivos PDFs, que pueden manejarse por pantalla o en versión impresa con toda facilidad e independientemente de que el programa se encuentre iniciado o no.
Guía del Usuario
Es uno de los documentos más amplio. En versión PDF contiene más de 2.000 páginas. Incluye una explicación completa de todos los aspectos del programa y se encuentra ordenado con una estructura encaminada al aprendizaje. Esta guía se puede utilizar perfectamente como manual de aprendizaje perfectamente exhaustivo, o bien como referencia de los diferentes aspectos de uso.
Referencia de Comandos
Es el otro gran documento. Su extensión en versión PDF supera las 2.400 páginas e incluye el contenido sistemático de “todas” las órdenes del programa. Incluye un índice alfabético para facilitar el acceso a las órdenes. En el caso del panel de hipertexto, cada referencia contiene tres solapas, “Concepto” “Procedimiento” y “Referencia Rápida”. La última es la que se presenta inicialmente, y las dos primeras nos pueden llevar navegando por otros documentos, sobre todo la “Guia de Usuario”.
Dispositivos y Periféricos
Tiene una extensión bastante menor, unas 180p, y en él se especifican y desarrollan algunas especificaciones de “ratones” “tabletas digitalizadoras” o plotters”.
Guía de Instalación y Licencias
Se trata de una guía específica del tema y unas 60 pgs de extensión.
Guía de Personalización
Este es un documento de tamaño medio, tiene unas 600 Pgs en versión PDF y desarrolla las peculiaridades de los sistemas de menú personalizables, lenguaje de macros, personalización de tipos de linea y patrones, etc. En todo caso el lenguaje LISP o el desarrollo de ActiveX se encuentran fuera de este documento.
3 -
Sistemas de comandos, órdenes de trabajo y tipos de menú.
Sistemas de Menú y acceso a las
órdenes del programa
Ya se ha mencionado que el trabajo habitual dentro del AutoCAD, se hace
mediante el uso sucesivo de “Ordenes” o “Comandos” contemplados dentro del
repertorio establecido para ir construyendo los elementos geométricos de
nuestro dibujo. Evidentemente un requisito básico para cualquier aprendizaje,
es el de disponer de conocimientos previos suficientes sobre “geometría” en
general.
El sistema de Órdenes o comandos es particularmente extenso y prolijo por lo que resultaría ilusorio tratar de memorizarlo completo. Uno de los primeros modos de acceso a las órdenes, es la ventana de texto que se comporta como una “consola” emitiendo el mensaje “Command:” con un cursor parpadeante a continuación. Se puede escribir el nombre de cualquier orden en línea, de forma que programa responde con las opciones oportunas. Normalmente las opciones, se escriben en línea a continuación de algún mensaje aclaratorio, encerradas entre “[brackets]”, separadas por la barra “/” y con alguna de sus letras escritas con mayúscula. La opción se selecciona escribiendo a continuación la palabra de la opción o simplemente la letra o letras destacadas en mayúsculas.
Llegados a este punto, hay que decir que la pulsación de la barra espaciadora es indistinta con el “Intro” de teclado y alimenta el proceso de ejecución. Al repertorio de órdenes también se puede acceder escribiendo en línea una serie de “abreviaturas” que se encuentran predefinidas y son más fáciles de “memorizar”, particularmente las de uso más frecuente. El conjunto y su correspondencia con las órdenes principales, se encuentran especificadas en un archivo de texto plano que incorpora el programa “acad.pgp”, y permite o bien modificar las abreviaturas a nuestro gusto, o incorporar otras nuevas respetando la misma sintaxis, y por supuesto conocer o recordar las contempladas en el programa.
Cabe decir que una forma bastante eficaz de manejar el programa, es la de elegir las ordenes por teclado con la mano izquierda, que con una o dos pulsaciones inician su ejecución, y la mano derecha sobre el ratón permite marcar puntos en el área grafica, sin olvidar la pulsación del botón secundario equivalente al “Intro” del teclado. No obstante este método solo es eficaz y cómodo en etapas posteriores al aprendizaje.
Menús de Pantalla y Tableta
Menú Desplegable (o de
persiana)
Menú de Barras de
Herramienta (o botones)
Menú de Paleta
Este es otro tipo de Menús de aparición más reciente
que potencia aún más las capacidades gráficas, o la facilidad de uso y
adaptación a las preferencias de cada usuario.
Menú de Cinta de Opciones (Ribbon)
Este es el último “tipo” de Menú que se ha
incorporado en la ultima revisión de aspecto general de AutoCAD, que se produce
sobre la versión 2.009. Su presencia se puede invocar escribiendo directamente
la orden “ribbon”, o bien desde el menú desplegable ( Tools / Plettes / Ribbon
). El cierre se muestra en un menú de contexto que aparece pulsando el botón
secundario en alguna zona residual de la propia cinta.
Este tipo de menú tiene un
aspecto especialmente atractivo y unas prestaciones y característicos gráficas
muy elaboradas que se van descubriendo y apreciando con el uso. La cinta
(Ribbon) también puede soltarse del borde superior mediante una opción en el
menú contextual propio, convirtiéndose en un panel flotante que puede
mantenerse como tal o empotrarlo en cualquiera de los bordes de la
pantalla.
4 - Otros sistemas.
Variables internas de
configuración.
Retroceso y corrección de
errores.
Refresco de pantalla y otras
consideraciones.
Capítulo 3 – ESPACIO y COORDENADAS
1 - Uso de
coordenadas. Definición de puntos, y distancias.
Como ya se ha dicho en capítulos anteriores, el trabajo cotidiano dentro del programa, se realiza sobre un espacio virtual que inicialmente se encuentra en “blanco” pero en todo caso mantiene un “sistema de coordenadas” cartesiano. Este espacio virtual es prácticamente “ilimitado”, siendo su única restricción, el rango o tipo de números que maneja el sistema operativo para definir las “coordenadas” de cada posición o elemento dentro de ese espacio virtual.
Es conveniente distinguir con claridad la diferencia entre ese espacio ilimitado, y el área que se visualiza en pantalla cuando se comienza un nuevo dibujo, la cual depende exclusivamente de la definición previa que se haya hecho en el dibujo prototipo o plantilla sobre la que hayamos iniciado el trabajo, o configurado por defecto. (“acad.dwg”, “acad.dwt”, “acadiso.dwt”, .. etc.).
Cuando se inicia cada dibujo, adoptamos implícitamente un “origen” de coordenadas, y comenzamos a situar elementos geométricos que nos permiten construir el modelo respecto a él, y vamos midiendo distancias o situando posiciones de acuerdo con los principios habituales de la geometría. Normalmente se adopta el eje X como horizontal, con su parte positiva hacia la derecha, el eje Y como vertical con su parte positiva hacia la zona superior de la pantalla, situando el origen de coordenadas en la esquina inferior izquierda, y el eje Z perpendicular a la pantalla con su parte positiva hacia fuera, de acuerdo con el sentido “dextrógiro” X>Y>Z.
Cuando trabajamos habitualmente, lo normal es que dibujemos un edificio o cualquier otro objeto de uso cotidiano. Los valores numéricos de sus dimensiones dependen del significado que asignamos a cada unidad de longitud que normalmente son “metros”, pero también podemos utilizar “kilómetros” o “milímetros”. Esta decisión junto con el tamaño del objeto que se dibuja, determinan el área que normalmente visualizamos en la pantalla, dependiendo del factor de zoom que aplicamos en cada momento.
La situación del “origen de coordenadas” es poco relevante a la hora de construir un dibujo, ya que es la “distancia” relativa entre las posiciones de sus elementos, la que define el tamaño del objeto y finalmente configura la geometría del mismo. El programa dispone de un “icono” que representa la orientación del sistema de coordenadas en cada momento, y puede estar ubicado en la esquina inferior izquierda de la pantalla, o bien forzar su ubicación identificando la posición del origen de coordenadas.
Hay que advertir que en algún caso pueden darse circunstancias que generan desconcierto o confusión, como por ejemplo cuando al hacer un “zoom” sobre la extensión de un dibujo, nos encontramos prácticamente con una pantalla en blanco, aunque si nos fijamos con algo de detenimiento observamos cierto movimiento en un punto minúsculo y extraño situado por algún borde de la pantalla.
Cuando utilizamos dibujos procedente del ámbito de la cartografía, es común que estén “georreferenciados”, con arreglo a especificaciones como el sistema UTM, que divide la superficie del planeta en “husos” numerados hacia este y oeste, situando cada origen de coordenadas en la intersección entre el “ecuador” y el meridiano izquierdo que lo define. Eso supone que en esos archivos de dibujo, las coordenadas suelen ser números relativamente grandes, (valores de 300.000 a 4.700.000 expresadas en metros, para latitudes habituales en España).
Si hacemos un “zoom” sobre la “extensión” del dibujo normalmente se visualiza la hoja del mapa o plano con independencia del origen de coordenadas, no obstante si en algún caso hemos “insertado” mediante una referencia externa “XREF”, un archivo georreferenciado y luego dibujamos algún objeto, y posteriormente al volver a abrirlo en otra ocasión hemos perdido la trayectoria de la referencia, cuándo hagamos “zoom / extensión” se visualizará el contorno de nuestro objeto en su posición, pero también un “rotulo” de la referencia perdida situado precisamente en el “origen de coordenadas” y por tanto a la altura del “ecuador”. Naturalmente la visualización de todo el espacio comprendido entre el ecuador y nuestro objeto hace que circunstancialmente se pierda la percepción de los objetos dibujados.
Este problema aún puede acentuarse, si en la configuración de la orden “UNITS” o “unidades”, uno de los archivos se interpreta como “milímetros” o “pulgadas” y el otro en “metros”, ya que el dibujo insertado puede multiplicar sus dimensiones propias, por la relación entre las unidades predeterminadas en ambos archivos.
Puntos y Distancias
La definición de puntos y/o posiciones gráficas, puede hacerse indistintamente marcando directamente mediante el ratón, sobre la posición que ocupa el cursor en cada momento, o bien escribiendo a través del teclado los valores numéricos de las coordenadas que definen la posición deseada. En este último caso, es preciso conocer y respetar la sintaxis correspondiente, pero en todo momento cuando una “orden” del programa espera la designación de un “punto” es perfectamente posible utilizar cualquiera de las dos formas, o sus variantes.
La sintaxis normal para escribir “puntos” en la “línea de órdenes”, es la de una cadena de dos ó tres números reales separados por comas: <“x.x,y.y,z.z”> sin espacios intermedios. La secuencia de números es interpretada en el momento que se pulsa la tecla “intro”, o bien la barra espaciadora, razón por la cual resulta incompatible la incorporación de “espacios” dentro de la secuencia.
Al escribir los números es posible “omitir” tanto la parte entera como la decimal, pero el valor numérico siempre se interpreta como “real”. Si en la secuencia numérica solo se escriben dos números, estos se interpretan como coordenadas X e Y, y como valor para la coordenada Z, se adopta “cero”, o bien el valor almacenado en la constante “ELEV”.
El valor de las coordenadas numéricas que se definen por teclado, se interpreta como una posición absoluta respecto al origen de coordenadas, no obstante es posible definir posiciones “relativas” respecto al último punto que se haya designado, por cualquiera de las formas posibles, anteponiendo en la cadena el símbolo “arroba”, es decir “@x.x,y.y,z.z”. También es posible “alterar” esa notación de coordenadas para usar como referencia un sistema de “cilindricas” o “polares” solo con cambiar el separador de números, es decir la “,” (coma) por el signo “<” (menor que).
Cuando escribimos “M.M<a.a” El valor real “M.M” se interpreta como una “distancia” al origen de coordenadas” y el valor “a.a” se interpreta como el valor del “ángulo” en el plano horizontal. El origen de ángulos suele coincidir con el eje X pero se puede configurar mediante la orden “UNITS”, así como también el tipo de unidades angulares: grados sexagesimales, centesimales, radianes etc.. Si la secuencia es de “dos” números el valor de Z se adopta como en el caso anterior, pero también es posible escribir “tres” números “M.M<a.a<b.b” en cuyo caso el valor de “b.b” se interpreta como el ángulo en el plano vertical que pasa por el punto (coordenadas esféricas)
La definición de distancias requiere obviamente la designación de al menos dos puntos sucesivamente y se efectúa normalmente de una forma dinámica bastante intuitiva, ya que en la pantalla gráfica, se vincula una línea el elástica al primer punto designado, que se muestra en la pantalla hasta que queda señalado el segundo punto y definida la distancia correspondiente.
Para la definición de distancias fijas y precisas, el programa dispone de ciertos repertorios auxiliares como las “refent” o los “filtros” que se comentarán más adelante. No obstante un recurso bastante útil e inmediato, es el uso de “coordenadas relativas” que se acaba de comentar, ya que si después de haber señalado un primer punto, escribimos por teclado “@5.25,0”, estamos señalando otro “punto” que se encuentra exactamente a 5.25 unidades de distancia horizontal respecto al primero.
También es posible escribir en la línea de órdenes un solo número real, cuando el programa espera la entrada de una distancia o un segundo punto, de forma que el valor numérico aislado se interpreta como una “distancia” en unidades de dibujo, desde el punto señalado anteriormente y sobre la dirección apuntada por el cursor en ese momento.
2 – Sistemas de coordenadas personales y globales
Hasta ahora hemos considerado puntos y coordenadas,
en dos o tres dimensiones, pero siempre respecto a un “origen” único y común a
todas las referencias.
Implícitamente dentro de las tres dimensiones
espaciales que el programa maneja ( X,Y,Z ) existe una preponderancia de un
“plano principal de trabajo” que normalmente es el “XY”, ya que la mayoría de
entidades, salvo los puntos y segmentos individuales de línea, tienen una
configuración propia, que necesariamente tiene que estar contenida en “un
plano” cualquiera.
Por ejemplo, cuando definimos un rotulo de texto,
este se sitúa sobre un punto que puede estar en cualquier posición del espacio,
pero al configurar el “rótulo” las letras quedan orientadas “necesariamente”
dentro de un plano paralelo al “XY” que pasa por el punto que acabamos de
señalar.
El proceso normal de construcción y definición de la
geometría, hace uso habitual de esa característica, de forma que los “datos”
que se van solicitando en cada momento se simplifican, restringiendo la
ubicación a ese plano principal, o bien a otro paralelo. Esto es así en parte
porque la interfaz de pantalla es un espacio de solo dos dimensiones, y la
designación gráfica de posiciones en 3D necesariamente tiene que implementar
algún sistema que resuelva ese conflicto.
La forma de solventar el problema depende obviamente
de la “filosofía” de cada sistema gráfico, y como ejemplo cabe mencionar el
caso de SketchUp, donde se hace un manejo de las tres dimensiones bastante
sutil y ergonómicamente elaborado, aunque también requiere una cierta
información previa sobre las características y posibilidades menos frecuentes,
además de un pequeño adiestramiento para lograr un uso eficaz.
En el caso de AutoCAD la opción adoptada tiene
presumiblemente mucho que ver con un entorno del trabajo profesional, ya que en
su mayoría los planos técnicos de uso habitual, se realizan normalmente en dos
dimensiones, asegurando entre otras cosas, que la geometría de los objetos se
muestra en “verdadera magnitud” y por tanto cualquier proceso para definir y/o
comprobar sus dimensiones, resulta mas inmediato, simple y con menor riesgo de
errores.
No obstante el uso de geometrías y modelos completos
en 3D, con un control sobre el aspecto de los materiales y la iluminación,
también es una herramienta imprescindible para mostrar el aspecto final, y
poder transmitir a terceros, las ideas han servido para concebir un determinado
proyecto.
Sistema de Coordenadas
Personales:
En AutoCAD, la forma de poder orientar los objetos o
entidades en cualquier dirección del espacio, se realiza con el uso de los
sistemas de coordenadas particulares o personales, que el usuario puede definir
a su propia conveniencia, de forma que puede “orientar” el plano de
construcción “XY”, en cualquier dirección del espacio y a partir de ahí,
definir y colocar cualquier objeto o entidad en dicha orientación, aunque el
objeto en sí este contenido en su propio plano.
Esta característica lleva a considerar el sistema de
coordenadas inicial, como “Sistema Global de Coordenadas” o coordenadas
absolutas, de forma que siempre se puede volver a él desde otro cualquiera, y
sobre él se definen los demás sistemas de coordenadas personales, o relativas.
El uso y la definición de los sistemas de coordenadas
personales se realiza con la orden “UCS” directamente desde línea de ordenes o
bien con “DDUCS”, a través del cuadro de dialogo correspondiente. También esta
disponible en las distintas opciones de menú, con un repertorio amplio de
alternativas inmediatas que facilitan algunas definiciones particulares del
nuevo sistema. De todas formas el modo más completo o general para definir
cualquier sistema de coordenadas, es la de “3 puntos”, de forma que al definir
una secuencia de tres puntos en el espacio, se sitúa en el primero de ellos el
nuevo origen de coordenadas, con el segundo punto se sitúa la parte positiva
del eje X, y el tercero junto con los anteriores, define la parte positiva del
nuevo plano XY.
Además de esta forma que resuelve el caso más general
existen otras opciones más simplificadas e inmediatas dentro del menú habitual,
como las de “Cara”, “Objeto” y “Vista”, que alinean los nuevos ejes con el tipo
de entidad designada, o bien “Origen” y “eje Z”, que en el primer caso reubica solo el nuevo
origen manteniendo la orientación de ejes, y en el segundo ajusta el eje Z
sobre un par de puntos. También hay opciones para girar ángulos determinados
respecto a cada uno de los tres ejes. Otras dos opciones y quizá las de uso más
común, son la de asignar un “nombre” al sistema de coordenadas personal, de
forma que se pueda retornar a él seleccionando el nombre en una lista, y la de
volver al sistema Global o Universal que además es la opción por defecto.
Las opciones de la orden UCS, evidentemente se
complementan con otras características para facilitar el movimiento del punto
de vista, y a su vez la designación de los objetos, con el fin de poder
trabajar cómodamente en 3D. Una de las ordenes tradicionales para este fin es
“PTVIEW”, que permite designar cualquier punto del espacio, para representar la
geometría mediante una proyección paralela, según la dirección que une el punto
designado con el origen de coordenadas. Esa orden también dispone un grafico
para la designación dinámica pero resulta algo complejo de uso ya que
representa la superficie de una esfera con dos circunferencias concéntricas, de
modo que la interior corresponde al hemisferio “norte” y el espacio entre las
dos circunferencias al hemisferio “sur” o en otras palabras a una vista desde
“abajo”.
Esta orden actualmente se encuentra obsoleta y en
desuso. En la actualidad hay otros modos más intuitivos y directos para “mover”
el punto de vista, como la orden “ORBIT”, que se encuentra también disponible
en el menú contextual vinculado al “ZOOM
DINAMICO”, y que a su vez dispone de las variantes libre y restringida, según
se mueva el punto de vista solo alrededor del eje ortogonal a la pantalla, o
bien en cualquier dirección del espacio mediante una mira auxiliar.
Cuando se modifica el punto de vista, resulta útil la
información que facilita el icono de orientación, el cual puede cambiar de
aspecto con los estilos de visualización, y siempre representa la orientación
de los ejes de coordenadas. Dispone de un “cuadrado” que se sitúa en el vértice
si nos encontramos en el sistema “global”, el cual desaparece cuando pasamos a
otro sistema personal o particular.
Cuando la proyección del espacio no es plana, también los ejes que
constituyen el cursor se visualizan con un código de color “rojo” para el elje
X, “verde” para el Y y “azul” para el Z.
Otra orden que resulta útil cuando queremos volver a
la proyección ortogonal del plano XY, en la orden “PLAN” o “planta”, que con
una pulsación de confirmación, nos devuelve a la representación ortogonal del
plano XY referida al sistema de coordenadas en curso.
3 – Consideraciones sobre el trabajo en 3D y/o 2D
Ya se ha mencionado de forma somera en el tema
anterior, alguna diferencia entre el trabajo técnico habitual, en dos y tres
dimensiones. No obstante parece oportuno comentar algo más la diferencia entre
ambos planteamientos a la hora de abordar el trabajo técnico con las herramientas
informáticas que ponen a nuestro alcance los ordenadores actuales.
Aquellos que hemos desarrollado una cierta edad en el
ejercicio profesional, desde unos orígenes basados en el trabajo manual dentro
de los estudios, y hemos asistido en primera fila al drástico cambio que ha
supuesto la incorporación de las herramientas informáticas, hemos asistido
paulatinamente a una curiosa e interesante confrontación, entre las “promesas”
y “tendencias” que nos podían alcanzar en poco tiempo, y la vertiginosa evolución
“real” que íbamos observando.
Evidentemente muchos de los “vaticinios” de evolución
inmediata, han ido fallando inexorablemente, y sin embargo otros aspectos que
casi nadie vaticinaba, acaban imponiendo cambios aplastantes. En este sentido
cabe mencionar a modo de ejemplo el uso
de la telefonía móvil, cuando esta se consideraba una herramienta de gran
utilidad en ámbitos profesionales, pero que sin embargo fue esa ansiedad y
preocupación tan femeninas hacia los hijos adolescentes, la que introduce el artilugio
en sus bolsillos sin la menor contemplación, y acarrea un resultado
espectacular sobre los SMSs, que jamás habían
“vaticinado” las grandes compañías de telefonía móvil.
En los primeros momentos que aparecen sistemas
informáticos relacionados con el ámbito profesional de la arquitectura y la
edificación, estos se dedican a tareas auxiliares en consonancia con la gran
capacidad para el calculo numérico “calculo de estructuras” y facilidad en el
manejo de bases de datos, “elaboración de presupuestos y mediciones”. Esa etapa
se desarrolla a lo largo de la década de los 80s, en la primera mitad de forma
testimonial y en la segunda con una relativa pujanza, que al final de la década
acaba arrinconando la vieja “maquina de
escribir”.
Al comenzar la década de los 90s, aparecen ya los
primeros “iniciados” que conocen el programa “AutoCAD”, y también ordenadores
más potentes, monitores y tarjetas gráficas especiales, y por supuesto el
correspondiente “plotter” (..de plumillas), que se convierte casi de inmediato
en el verdadero “artilugio” con capacidad para convencer a cualquier
“escéptico”, y de paso admirar y aterrorizar a delineantes recién salidos de la formación profesional,
que habían proyectado sus expectativas, en la destreza con el dibujo manual.
Ya en aquellos momentos se “oían” algunos debates o
discusiones de “barra de bar”, entre arquitectos iniciados, sobre la
“revolución” que se avecinaba, dando casi por sentado el hecho de que en un
futuro más o menos próximo, el dibujo de un proyecto arquitectónico, se
abordaría construyendo el modelo
completo en “tres dimensiones”, con la promesa de una visualización fácil e
inmediata desde cualquier punto de vista, y de tal forma que los planos
tradiciones (plantas, alzados y secciones) serían solo el resultado de definir
sus posiciones en el modelo, dejando al sistema informático la tediosa
tarea de gestionar la “elaboración
automática” de aquellos planos que fuesen necesarios. (.. por cierto, ¿alguien
recuerda la oficina sin papeles? )
Evidentemente aquel paradigma incluso en origen,
pecaba de ilusorio y optimista, y aquellos vaticinios han sido archivados en el
“anecdotario”. No obstante se sigue observando ocasionalmente un brillo
especial en la mirada de algunos jóvenes, que se acercan a este mundo a través
de un aprendizaje ilusionado y ansioso, y si se escucha con atención, se oye
galopar su imaginación con el afán de dominar la navegación por ese nuevo mundo
virtual de geometría espacial y modelos informáticos.
Obviamente la capacidad de seducción que genera la
posibilidad de examinar desde cualquier punto de vista, o hacer un recorrido a
través de un modelo virtual del edificio que hemos imaginado, incluso con el
aspecto de sus materiales o una iluminación sofisticada, resulta especialmente
cautivadora, y ha supuesto un avance indiscutible que poca gente podía imaginar
hace poco más de veinte años, cuando la única aproximación a este mundo, era
una laboriosa construcción de maquetas.
Esa gran capacidad de seducción también tiene el
riesgo de desbocar la imaginación con un optimismo excesivo, que se puede
manifestar desde un manierismo exacerbado en las formas que se proyectan, hasta
el oportunismo mediocre y profano que trata de reemplazar un trabajo serio de
“arquitectura” mediante sistemas informáticos y presentaciones deslumbrantes.
Una vez glosados los elogios hacia las “tres dimensiones” y a ese nuevo mundo
de posibilidades deslumbrantes, cabe hacer algunas “advertencias” si queremos
dejar las cosas en su sitio.
En primer lugar hay que decir que el trabajo en “tres
dimensiones” es intrínsecamente más complejo y por tanto laborioso y costoso en
dedicación, tiempo y recursos. Por otra parte la utilidad que tiene los
“planos” que se incorporan en ese documento que llamamos “proyecto técnico”, es
la de servir de base tanto para la ejecución de las obras de construcción, como
para dejar constancia previa, documentada y verificable, de aquello que se
trata de construir, justificando los requisitos que condicionan las
autorizaciones competentes.
Obviamente los dibujo en “dos”
dimensiones (plantas, alzados y secciones) resultan más fáciles de elaboración,
pero también tienen otra gran utilidad,
y es el hecho de que las dimensiones de los objetos que representan se
encuentran en “verdadera magnitud”, es decir que se pueden medir, verificar o
comprobar distancias, sobre el dibujo de forma directa sin otra consideración
que la “escala” del dibujo.
Cualquier estudiante de geometría,
sabe que para representar objetos espaciales en una superficie plana es
necesario algún tipo de proyección, y aunque en todo caso exista una relación
que permite determinar distancias y posiciones con rigor matemático, en el caso
de las proyecciones cónicas las “distancias” se distorsionan en función de su
posición respecto al eje de proyección, y en el caso de las proyecciones
paralelas, aunque la distorsión se mantenga constante a lo largo de cada
dirección, también varia en función de
estas, por lo que cualquier comprobación de posiciones o distancias en un
“plano” dibujado en perspectiva, se convierte en una tarea con una “complejidad
matemática”, que lo deja fuera de ese tipo de uso.
Evidentemente y como conclusión a estas
consideraciones, creo que cabe “vaticinar” sin temor a equivocaciones sobre la
evolución del futuro, que el uso de los “planos” para la construcción de obras
y otro tipo de objetos, se seguirá realizando en dos dimensiones (o sistema
diédrico de proyección) durante muchas generaciones sucesivas.
Llegados a este punto y aunque solo sea por
redundancia, cabe recordar aquellas “láminas de dibujo”, que se estudiaban en
las escuelas de arquitectura del siglo XIX, sobre “estereotomía de la piedra”,
en las que se mostraban métodos geométricos, para el trazado de las formas
mediante el “abatimiento” de planos, desarrollos en verdadera magnitud, y
métodos parecidos, que luego permitían construir las “plantillas” y “baiveles”
que guiaban a los canteros en la fabricación de “sillares” y “dovelas” de
piedra, que cuando eran “levantadas” y “colocadas” con esfuerzo considerable,
tenían que encajar entre si con la exactitud suficiente para asegurar la
estabilidad del conjunto.
4 - Ordenes de consulta.
Dentro del amplio repertorio de órdenes que se
incluyen dentro del AutoCAD, hay varias que se utilizan como consultas de
diverso tipo sobre la información que se va incluyendo en el archivo de dibujo.
Normalmente se agrupan por su propia función en una barra de menú, panel o
agrupación específica.
Dentro del los menús de persiana en la columna “Tools
(Herramientas)”, se encuentra una entrada “Inquiry (Consulta)” en la que se
agrupan: “Distance (Distancia)”, “Radius (Radio), “Angle (Angulo)”, “Area
(Área)”, “Volume (Volumen)”, “Mass Properties (Propiedades de Masa)”. “List
(Lista)”, “ID Position (Posición). “Time (Tiempo)”, “Status (Estado)”, “Set
Variable (Variables)”.
Distance (Dist)
Se trata de una orden que sirve para medir distancias
dentro del dibujo. Cuando se ejecuta la orden, el sistema lanza un primer
mensaje solicitando que señalemos un primer punto, a continuación, solicita un
segundo punto y presenta la información del resultado que recopila la distancia
y el ángulo entre los puntos señalados, y el valor de las componentes en ambos
ejes.
La designación del segundo punto mantiene la
visualización de un cursor elástico vinculado al primero que resulta muy útil,
y la información se presenta en la línea de órdenes, o en la pantalla de texto
(ocupa varias líneas), o bien si tenemos activada la “entrada dinámica” se
presenta en la pantalla de forma mucho más clara.
La orden también dispone de la opción “múltiples
puntos”, en la que se puede entrar escribiendo en la línea de ordenes, antes de
designar el punto, la “letra mayúscula” y un espacio a continuación. En este
caso va presentando los datos parciales de una sucesión de segmentos, y el
valor acumulado. También permite medir la longitud sobre el desarrollo curvo de
“arcos” eligiendo la opción correspondiente.
Radius (Radio)
En este caso es una opción dentro de una orden “Measuregeom
(Medirgeom)”. Se accede a ella a través de distintas opciones personalizadas
según cada tipo de menú. Cuando se ejecuta esta opción, el sistema mediante un
mensaje solicita la designación de un circulo, o un arco, y a continuación
presenta como resultado los valores del radio y el diámetro en unidades de
dibujo.
Angle
Se trata de otra de las opciones de la misma orden.
En este caso al entrar en la opción, se desarrolla otro submenú con cuatro
opciones, Arco, Círculo, Línea ó Designar vértice, que permite designaciones
directas de arcos o bien combinaciones de círculos, posiciones y/o líneas,
hasta definir un ángulo, dado como resultado un mensaje con su valor en las
unidades configuradas.
Area
En este caso al igual que con distancia, existe una
orden independiente y directa, aunque también funciona integrada dentro del
conjunto anterior.
Las opciones disponibles permiten designar distintos
tipos de objeto de forma directa, o bien señalar gráficamente una sucesión de
puntos. Finalmente con un mensaje sobre la línea de órdenes o por la entrada
dinámica, se presentan los valores de área y perímetro en unidades de dibujo.
Los objetos reconocibles en esta orden son los círculos, polígonos y polilíneas
abiertas o cerradas, regiones y sólidos.
Dentro de las opciones particulares se encuentran
además modos “adictivo” y “sustractivo” de forma que se permite designar una
sucesión de objetos, presentando sucesivamente los valores acumulados, como
suma o resta, hassta que cortamos la secuencia con una respuesta nula o
“intro”.
En el caso que el objeto designado sea una región se
debe tener en cuenta que pueden tener huecos, en cuyo caso se descuentan
automáticamente, que se identifican con un sombreado temporal, y en el caso de
objetos “sólidos” los valores dados corresponden a la suma de superficie de
todas sus caras.
Volume
Es otra opción integrada en “Measuregeom”, y funciona
prácticamente igual que la de Área, con la diferencia que cuando designamos
entidades planas, finalmente se solicita una “altura” que también puede ser un
valor numérico designado por teclado.
Mass Properties
En este caso es una opción que solo funciona sobre
objetos de tipo “región” o sólidos, aunque en este caso suministra un conjunto
de información mas ámplia y sofisticada, como es Masa, Volumen, Centro de Gravedad,
y momentos de inercia en los tres ejes del espacio.
La información en este caso se presenta en la ventana
de texto, y el sistema nos da la opcion para escribirla en una archivo de texto
plano, facilitando el nombre oportuno.
List
Esta es otra orden que funciona con la designación de
cualquier entidad del dibujo y a continuación suministra en la ventana de
texto, toda su información asociada en forma de datos, la cual varia
dependiendo de cada tipo de entidad. Suele incluir datos como nombre de la capa,
color, tipo de línea, coordenadas, longitud etc.
De todas formas con la orden “Properties
(Propiedades)” se consigue algo parecido aunque presentado en un cuadro de
paleta, en lugar de la ventana de texto
ID Position
Esta es otra orden que una vez ejecutada, a traves
del mensaje del sistema solicita que se designe un “punto” y a continuación
presenta el valor de sus coordenadas en el sistema actual.
Time
Esta orden opera presentando en la ventana de texto,
el momento actual con fecha y hora, y tambien el momento de creación del
archivo de dibujo, el de la última actualizacion, y el tiempo transcurrido.
Incluso con las opciones oportuno, permite definir un contador de tiempo
parcial y reseteable vinculado al archivo de dibujo.
Status
Esta es otra orden que presenta informacion en la
ventana de texto correpondiente al archive de dibujo en curso, como el número
de entidades que contiene, lo valores de capa, color, tipo de linea actuales,
etc.
Set Variable
En este caso se puede escribir como “Set” en la línea
de ordenes, y el sistema responderá con un mensaje, solicitando el nombre de
una de las variables internas del sistema, en cuyo caso mostrará el contenido
de su valora, facilitando en su caso la posible modificación del mismo.
No obstante en lugar de dar un nombre concreto,
admite una la “?” como opción, y luego la escritura de plantillas, como por
ejemplo “dim*” en cuyo caso se presenta en la ventana de texto, la lista de
todas las variables que se ajustan, a esa plantilla.
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