1 - INICIO

Este bloque contiene los capítulos 1, 2 y 3 del curso. En el capitulo 1 se han resumido las entradas iniciales en cinco. El contenido responde al siguiente esquema:

Capítulo 1 – INTRODUCCION
1 - El Dibujo Técnico desde el paralex hasta el AutoCAD.
Primeros pasos
2 -  Diferencias entre el dibujo manual y AutoCAD.
Peculiaridades del dibujo técnico en el ordenador. (geometría)
3 -  Dibujar con AutoCAD.
Instalar y arrancar el programa.
Sistema de archivos. Iniciar un trabajo, guardar y salir.
La Escala del dibujo
Entidades y objetos de dibujo
4 –  Cazar con el ratón.
El dispositivo señalador, Uso del Ratón y/o tableta
Copiar mover y borrar (Selección de entidades)
5 – Terminar.
Salidas. Plotter, eTransmit, exportar e importar archivos
Formatos Raster/Vector y tipos de archivo [DWG / DXF / DGN / DWF / WMF]

Capítulo 2 – CONFIGURACION
1 -  La Interfaz del AutoCAD.
La Barra del Título
La Barra de Estado
El Área Gráfica
La ventana de Texto
2 -  Sistema de ayudas y Manual de usuario.
Guía del Usuario
Referencia de Comandos
Dispositivos y Periféricos
Guía de Instalación y Licencias
Guía de Personalización
3 -  Sistemas de comandos, órdenes de trabajo y tipos de menú.
Sistemas de Menú y acceso a las órdenes del programa
Menús de Pantalla y Tableta
Menú Desplegable (o de persiana)
Menú de Barras de Herramienta (o botones)
Menú de Paleta
Menú de Cinta de Opciones (Ribbon)
4 - Otros sistemas.
Variables internas de configuración.
Retroceso y corrección de errores.
Refresco de pantalla y otras consideraciones.

Capítulo 3 – ESPACIO y COORDENADAS
1 -  Uso de coordenadas. Definición de puntos, y distancias.
Puntos y Distancias
2 – Sistemas de coordenadas personales y globales.
Sistema de Coordenadas Personales:
3 – Consideraciones sobre el trabajo en 3D y/o 2D.
4 - Ordenes de consulta.
                                                


Capítulo 1 – INTRODUCCION

1 - El Dibujo Técnico desde el paralex hasta el AutoCAD

Después de los preámbulos anteriores, hoy toca entrar en materia iniciando lo que se podría considerar un “curso básico” sobre el uso del AutoCAD aplicado en Arquitectura, y por extensión a todos los demás trabajos técnicos de la ingeniería.
Primeros pasos

Como primer paso cabe hacer alguna consideración sobre el “trabajo tradicional” anterior al desarrollo de las herramientas informáticas. Tradicionalmente, el trabajo material de elaboración de “planos” y “dibujos técnicos” se realizaba por “delineantes”, personal cualificado a nivel de “formación profesional”, que había desarrollado unas destrezas adecuadas para un trabajo manual, consistente en ir plasmando en papel de forma permanente una serie de dibujos y diseños establecidos mediante notas, croquis o modificaciones de otros previos, por el proyectista correspondiente (arquitecto, Ingeniero, etc)

El trabajo se desarrollaba en tableros o mesas de cierto tamaño y amplitud, equipadas con buena iluminación, y grandes reglas que sujetas a la mesa por un sistema de poleas y cuerdas cruzadas, (“paralex”) que aseguraban un desplazamiento exclusivamente perpendicular a la propia regla facilitando el trazado de líneas paralelas que se complementaban con un conjunto de escuadras, plantillas, escalímetros, etc.

Los dibujos se trazaban provisionalmente con lápices duros y afilados, con un marcaje  fácil de borrar, y de forma definitiva sobre un “papel vegetal” con “tinta china” (emulsión acuosa). Este tipo de papel presentaba un cierto grado de transparencia translúcida, que permite visualizar dibujos previos sujetos bajo él, y debido a su textura y las características propias de la tinta, también permite rectificar errores y/o modificaciones mediante un “raspado” enérgico.

El papel vegetal también facilitaba a su vez la realización de múltiples copias de un mismo plano, mediante maquinas equipadas con luz ultravioleta y papeles con revelado de “amoniaco”, asegurando una precisión y fidelidad adecuadas de geometría y dimensiones entre el original y la copia.

Esta técnica junto con las características de la tinta china, no admite la reproducción del color, por lo que el mundo de los “planos técnicos” ha sido tradicionalmente monocromo, aunque en paralelo ha desarrollado un repertorio sofisticado en el uso de trazos y líneas de diferentes pautas y grosores, que a su vez manejados con inteligencia, permiten conseguir una “percepción” del plano destacando ciertos elementos o aspectos del mismo, que manejados con habilidad contribuyen a diferenciar la calidad de los distintos trabajos.

Desde un punto de vista histórico cabe decir que los primeros “dibujos técnicos”, realizados de una forma sistemática al menos, se remontarían a la “revolución industrial” y por tanto a mediados del siglo XIX. En mi propia experiencia en el Colegio de Arquitectos de Salamanca he tenido ocasión de examinar un archivo de “planos de taller” que se extendía en el tiempo desde las últimas décadas del siglo XIX hasta los años 60s del siglo XX.

El examen de esa colección de planos y dibujos es muy interesante y permite apreciar con claridad la evolución de las diferentes técnicas en la realización de los planos, y se observa que precisamente los dibujos más antiguos son los más elaborados, se realizan en papeles muy gruesos y robustos de mucho gramaje y gran calidad, con tintas de “diferentes colores” y rotulados a “mano” con una gran pulcritud. Con el paso del tiempo, se pierde el color enseguida, los soportes de papel se hacen más endebles, y la calidad de los trabajos se hace más diversa dependiendo del uso o importancia de cada diseño. En resumen cabe decir que las técnicas comentadas anteriormente solo se estandarizan y sistematizan hacia mediados del siglo XX.

2 -  Diferencias entre el dibujo manual y AutoCAD


Peculiaridades del dibujo técnico en el ordenador. (geometría)

Una vez cerrado el apartado de referencias “históricas” voy a tratar de centrarme en el nuevo mundo de la “informática”, para poner de manifiesto las principales diferencias y en última instancia algunos “porqués” de esta “revolución”.

En la actualidad con la gran disponibilidad de ordenadores, la evolución y avance continuo de sus prestaciones y la fácil disponibilidad de programas informáticos y aplicaciones, ha desaparecido completamente el trabajo manual que se ha descrito antes, lo mismo que las “máquinas de escribir” y el trabajo de mecanografía desaparecieron de las oficinas de todo el mundo en la década de los años 80s. 

En el mundo técnico relacionado con la Arquitectura, el programa “AutoCAD” es prácticamente la referencia “estándar”, universalmente conocido y usado prácticamente por todo el mundo. No obstante cabe decir que este es un “programa” o “aplicación” informática para uso general bajo el concepto de C.A.D. (Computer Aided Design) desarrollado oportunamente por la compañía “Autodesk”, y “comercializado” por ella, con independencia de la existencia más o menos común de copias “irregulares” o sin licencia del titular.

En todo caso el AutoCAD no es el único programa informático que puede utilizarse, ya que existen muchas imitaciones del mismo, y también la alternativa de programas realizados con otras filosofías diferentes como puede ser el caso del “GIS” o el “Integraf”, que tiene cierta presencia en el ámbito de la ingeniería de “obra civil”. También cabe mencionar algún planteamiento novedoso como el caso de “SketchUp”, realizado por GOOGLE y muy bien pensado para facilitar el trabajo en tres dimensiones. De todos modos AutoCAD contiene probablemente el planteamiento más puro y clásico para el manejo de elementos gráficos de geometría en un ordenador.

Este programa se desarrolla después de unos primeros trabajos teóricos que se realizan en el MIT en los años 60s-70s sobre el manejo de geometría y gráficos con ordenadores, que sienta las bases del concepto de C.A.D., y presenta una concepción general y una filosofía de trabajo que se han convertido en un estándar de facto, y que desde entonces mantiene los mismos principios en las sucesivas versiones.

De las grandes diferencias que cabe destacar entre un trabajo manual de dibujo, y el CAD en un ordenador, hay que mencionar en primer lugar la gran precisión y rigor en el uso de la geometría, y también la independencia de la “escala” del dibujo de su elaboración inicial, y en consecuencia de la precisión gráfica.

Estas diferencias se comprenden mejor si pensamos, que en la elaboración manual de un dibujo, se comienza adoptando el tamaño del papel que va a ser su soporte físico, dependiendo del espacio disponible y las herramientas de trabajo (mesa de dibujo), y sin embargo en el CAD debido a la flexibilidad y dinamismo que permite  la visualización en una pantalla de ordenador, se puede trabajar sin restricciones en un “espacio virtual” sin limitaciones de tamaño. De hecho uno de los primeros dibujos de “ejemplo” que se suministraba en las versiones iniciales del programa, contenía un dibujo de “todo el sistema solar”, en el que estaban dibujadas con precisión, el sol y las trayectorias de las orbitas de cada planeta, el propio planeta dentro del que se rotulaba el tamaño de su diámetro, en el caso de la tierra también figuraba la luna, y dentro de esta estaba dibujado de forma esquemática pero en el lugar preciso, el módulo de aterrizaje de la primera misión lunar y en una de sus patas, la reproducción de la placa e inscripciones que llevaba.

Obviamente todos esos elementos no se pueden visualizar simultáneamente, pero el manejo de sucesivas ampliaciones en pantalla (uso del zoom) permitía tanto su elaboración como su visualización. En cuanto a la salida impresa, tampoco tenia sentido en su conjunto, pero nada impide hacerlo por partes, y el conjunto se almacenaba en un archivo único.

Una de las características propias del funcionamiento interno de un programa de CAD y que a su vez marca la diferencia entre dos grandes familias de programas informáticos de tipo grafico, es su carácter “Vectorial” en contraposición a las aplicaciones de tipo “Raster”.

Las aplicaciones de tipo vectorial se caracterizan porque el ordenador maneja en su memoria, un conjunto de “valores numéricos”, que son los códigos que identifican los distintos elementos de la geometría, (segmentos, puntos, arcos, polígonos, textos etc) y los valores numéricos de sus coordenadas, posiciones y tamaños en un espacio virtual. Dado que el cálculo numérico dentro del ordenador es particularmente rápido y eficiente, esto hace que los movimientos, cambios de posición o simplemente actualizaciones del punto de vista, se hagan internamente recalculando numéricamente los valores actualizados de las nuevas posiciones, tanto para el espacio virtual como para el aspecto en pantalla.

En contraposición con esa filosofía, están los programas de tipo “Raster”, como por ejemplo el “Photoshop”, más adecuados para el manejo de fotografías, los cuales almacenan en la memoria del ordenador, el conjunto de “puntos” o “píxel” con el color correspondiente a cada uno, que configuran la imagen como un conjunto ordenado en filas y columnas. Este sistema tiene como característica que al ampliar la imagen se llega a un limite de resolución donde la imagen del objeto, empieza a pixelar y ya no mejora, cosa que no sucede en los de tipo vectorial, en donde se recalculan numéricamente las nuevas posiciones actualizando rigurosamente el aspecto, al nuevo factor de ampliación.

Este último sistema es más adecuado para el manejo de “fotografías” o imágenes estáticas, aunque en las versiones recientes de los programas más potentes, se van integrando funciones de ambos mundos, vectoriales en Photosop y Raster en Autocad.

3 – Dibujar con AutoCAD


Instalar y arrancar el programa.

Ahora toca comentar algo sobre como instalar y arrancar el programa en el ordenador. La última versión disponible del AutoCAD, es la 2.012 aunque coexisten varias de las anteriores y el último cambio de aspecto general de cierta importancia se produce en la 2.009, con la incorporación del “ribbon” o cinta de opciones, que configura un nuevo tipo de menú o interfaz para ejecución de órdenes en el programa.

Respecto al proceso de instalación cabe decir que las últimas versiones desde la “14”, vienen incorporadas en un “CD” o “DVD”, con un archivo ejecutable de autoarranque, el cual inicia un proceso, similar al de la instalación del sistema operativo o muchos otros programas y aplicaciones de cierta importancia.

Ese proceso va actualizando la imagen que se visualiza en la pantalla, presentado en cada momento una información clara sobre su evolución y las distintas etapas a medida que se completan, realiza algunas detenciones en las que requiere adoptar alguna opción por parte del usuario, pero en general están siempre explicadas con toda claridad y el proceso completo resulta trivial incluso para cualquier profano en informática.

Una vez concluido el proceso completo de instalación bajo Windows, aparece un icono específico en el escritorio, y/o una entrada en la lista general de programas, que permiten lanzar la ejecución del programa. Estas peculiaridades se matizan en cada Sistema Operativo según sus características. Dentro del proceso se solicita a su vez un número de serie que se suministra con la documentación de la licencia de uso, y algunos datos del usuario.

La primera vez que se ejecuta del programa, se solicita una clave única que se suministra con la “licencia de uso” durante la adquisición del mismo. En caso contrario también se permite su ejecución completa, pero solo como “versión de prueba” por un plazo limitado a treinta días, a partir de los cuales deja de funcionar completamente. Dentro de ese proceso se facilita la adquisición de la licencia por vía telefónica, o bien directamente por conexión a través de Internet. En el caso de algunas copias irregulares, el disco de instalación puede contener alguna carpeta adicional con otros archivos que facilitan instrucciones concretas y herramientas auxiliares para desbloquear el uso del programa. Obviamente ese proceso vulnera la Ley de Propiedad Intelectual, bajo la responsabilidad de cada usuario.

Una vez arrancado el programa, aparece en la pantalla gráfica, la “interfaz” del programa en su configuración inicial, o por defecto. El programa AutoCAD siempre ha tenido una gran capacidad de personalización para acomodar el aspecto general al gusto de cada usuario, e incluso permite con relativa facilidad hacer desarrollos de aplicaciones especializadas para usos determinados.

En cuanto al Interfaz gráfico, cabe decir que es completamente configurable a gusto del usuario y en las últimas versiones se gestiona con gran facilidad mediante la opción de “espacios de trabajo”. La estructura de la pantalla está dominada por el espacio de trabajo normalmente en color negro o blanco. En los bordes de la pantalla se van ubicando áreas y barras con distinta información, herramientas o botones de comando que permiten interactuar para ir desarrollando el trabajo oportuno. 

Como elementos más destacables de la Interfaz, cabe citar:
1 - La Barra de título
2 – La Barra de Estado
3 – El Área Gráfica
4 – La Ventana de Texto
5 – Diferentes  sistemas de menú y acceso a las órdenes y comandos del programa

De estos elementos la barra de título se ubica en el borde superior de la pantalla, y contiene a su vez además del título del programa y el nombre del archivo de trabajo actual, un botón a la izquierda con el icono del programa que permite acceder a un conjunto de ordenes comunes y la lista de los últimos archivos usados. En la zona derecha aparecen algunas opciones de ayuda y las opciones habituales para minimizar y cerrar la ventana que en este caso están duplicadas, diferenciando la ventana del programa, y el archivo actual, ya que se pueden mantener abiertos simultaneamente varios archivos de trabajo.


Sistema de archivos. Iniciar un trabajo, guardar y salir.

El trabajo que se va desarrollando en la interfaz gráfica, se almacena dentro del disco en un “archivo” con la extensión “dwg” que es propia del autocad. La primera vez que se arranca el programa, por defecto se presenta un archivo en blanco (o con la configuración que adoptemos) con un nombre “tipo” compuesto de la palabra “Dibujo” seguida de un número correlativo. Una vez que se ejecute la orden “salvar”, aparece un cuadro de dialogo vinculado al explorador del sistema operativo que permite localizar cualquier ubicación en el sistema de carpetas, y naturalmente escribir el nombre del archivo que elijamos. Junto a la opción “salvar” se encuentra la opción “Abrir”, que con un cuadro de dialogo similar permite localizar cualquier archivo previamente guardado, navegando por el sistema de carpetas.

La Escala del dibujo

Cuando se inicia un trabajo en un nuevo archivo, el área gráfica de la pantalla, normalmente se encuentra vacía con el color que adoptemos como fondo (es frecuente el negro, pero más conveniente el blanco, ya que ofrece un aspecto similar al propio del papel en cuanto a la apariencia final). La forma de operar habitual requiere un dispositivo gráfico, (ratón o tableta) que se encuentra vinculado a un cursor grafico que se desplaza por el área de la pantalla según los movimientos que realizamos en la mesa. Estos movimientos y posiciones se corresponden geométricamente con un sistema de coordenadas que identifica cada posición con sus valores numéricos, y permiten recorrer el “espacio virtual” que el programa mantiene a nuestra disposición.

El sistema de coordenadas, es un sistema cartesiano y tiene una orientación inicial por defecto, con el origen situado en la esquina inferior izquierda de la pantalla, el eje X situado a lo largo del borde horizontal, con valores crecientes hacia la derecha,  el eje Y se sitúa en el borde izquierdo de la pantalla con valores crecientes hacia arriba y el eje Z orientado perpendicular a la pantalla, con valores crecientes hacia el exterior.

El AutoCAD en las versiones actuales es un programa que maneja la geometría de tres dimensiones completas, no obstante la mayoría del trabajo técnico se realiza en dos dimensiones, y el plano XY que inicialmente está situado sobre la pantalla, tiene una preponderancia destacada. Inicialmente es dentro del que se configuran aquellos objetos y elementos que son intrínsecamente planos como por ejemplo, circunferencias, arcos, polígonos, rótulos de texto, etc.

Posteriormente con los comandos oportunos pueden definirse otros sistemas de coordenadas, con cualquier orientación en el espacio, facilitando de esta forma la colocación posterior de elementos u objetos de geometría en cualquier posición del espacio respecto a los ya construidos anteriormente. Con el fin de visualizar la orientación de los ejes, el programa suministra un icono de orientación, que se ubica en la esquina inferior izquierda de la pantalla, u opcionalmente en el mismo origen de coordenadas.

La definición de posiciones y coordenadas, se realiza en AutoCAD como una lista de tres números reales separados por “comas”, que corresponden a las coordenadas cartesianas X,Y,Z. En el caso de definir solo dos valores separados por una “coma” se adoptan como coordenadas X e Y, y el valor de Z, se considera “0”. También es posible con la notación adecuada definir posiciones en coordenadas cilíndricas o esféricas, alterando la “coma” de separación por el símbolo “<”. El valor de las coordenadas del cursor en cada momento se visualiza en la línea de estado del borde inferior.

Como ya se ha puesto de manifiesto en el ejemplo comentado sobre el Sistema Solar, una de las diferencias destacables respecto a los métodos de dibujo tradicional, es la disponibilidad de un “espacio de trabajo” prácticamente “ilimitado” en cuanto a dimensiones, que rompe una asociación muy habitual y automática entre un “dibujo” que se tiene la intención de realizar, y el soporte físico o papel donde lo queremos presentar y mostrar a los demás.

Esta asociación nos lleva directamente al concepto de “Escala” en un dibujo, que es la proporción entre las dimensiones “reales”, y sus dimensiones en el “papel”. Esa proporción se define entre medidas de longitud, constituye una “regla de tres” y se expresa normalmente en forma de proporción entre una unidad en el dibujo “1:” y su magnitud en el espacio “real” 50, 100, 200, etc..

Teniendo en cuenta las características propias del CAD, como el sencillo manejo de un “espacio virtual” prácticamente ilimitado y su capacidad para acercar-alejar la imagen de los objetos que estamos construyendo en cada momento, se deduce con facilidad que no es necesario realizar el trazado del modelo a “escala” y resulta más razonable hacerlo con sus dimensiones reales, interpretando los valores numéricos de distancias y posiciones como “metros”, o bien el tipo de unidad de distancia que se maneje habitualmente según la disciplina o la práctica especializada (millas, kilómetros, milímetros .. etc).

Obviamente el problema de la “Escala” surge necesariamente en el momento que queremos plasmar o trasladar nuestro dibujo a un soporte físico, normalmente de papel. No obstante es “solo” en ese momento, cuando es necesario adoptar una proporción o escala para el trazado. Este problema tiene una solución particularmente elegante dentro del AutoCAD, mediante el empleo del doble concepto entre “Espacio Modelo” y “Espacio Papel”. No obstante esos conceptos se explicarán y comentarán en un tema posterior.

Si tenemos en cuenta que hay múltiples ocasiones en que un dibujo o parte del mismo nos interesa imprimirlo con distintas proporciones o tamaños, ya sea por manejar versiones reducidas  de un plano, o bien por facilitar una visión de conjunto, se reafirma la conclusión de que resulta mas adecuado manejar el sistema de unidades dentro de los modelos de CAD en “verdadera magnitud” relegando el uso de la “escala” exclusivamente a la salida impresa.

Llegados a este punto cabe hacer una advertencia sobre un peligro habitual entre principiantes, como es el de incurrir en un “esfuerzo inútil” cuando el optimismo generado por el nuevo aprendizaje nos lleva a buscar la superación tratando de dibujar el modelo completo, perfectamente desmenuzando sus todos sus detalles y componentes. Eso nos puede llevar a dibujar con detalle y detenimiento una “grifería”, que luego en la planta del edificio, solo se puede ver como un “punto grueso” o una mancha amorfa. Siempre es necesario mantener una idea clara del sentido último y la utilidad que tiene el dibujo que estamos realizando ya que el grado de detalle o simplificación debe adecuarse al objetivo final.

Entidades y objetos de dibujo

Cuando se aborda la realización de un nuevo dibujo, en la práctica tradicional, se comienza disponiendo las herramientas de trabajo, mesa o tablero, papel firmemente sujeto y tensado, lápiz, reglas, escuadras, escalímetros etc. La tarea se inicia trazando y situando en primer lugar por medio de líneas rectas una configuración del contorno o estructura del objeto, midiendo y situando los distintos elementos con la ayuda del escalímetro. A medida que avanzamos, se van trazando elementos cada vez más detalladas, ajustando y situando los centros y líneas curvas en su posición correcta, cuidando especialmente las “tangencias”, que en el trazado a tinta definitivo, generan ciertos grados de incertidumbre y temor en función de la destreza y experiencia de cada “dibujante”.

Con el uso del CAD la tarea de iniciar un nuevo dibujo, además de encender el ordenador, y arrancar el programa, requiere en primer lugar definir un nuevo “archivo”, con un nombre y ubicación dentro del sistema de carpetas, y entonces comenzar el trazado geométrico, de una forma análoga al trabajo manual. Se trazan en primer lugar unas “líneas o formas generales” de contorno, que además de configurar el área de trabajo, permiten apoyar posteriormente, distancias, líneas perpendiculares, centros y todos los demás elementos de la geometría que tenemos disponibles en el repertorio del programa, hasta concluir el trabajo.

El trabajo de dibujar dentro del programa se desarrolla, inicialmente incorporando una serie de “entidades”, que son los objetos o elementos disponibles, y es necesario situar en nuestra área de trabajo con precisión. En una segunda etapa será necesario hacer ajustes y correcciones, por lo que todas o parte de las nuevas “entidades” definidas, tendrán que ser “editadas” o modificadas de alguna manera, (cambio de posición, color, giros, etc).

Evidentemente para un uso adecuado del programa, es preciso conocer de forma lo mas amplia posible “todo el repertorio” de entidades que se tienen a disposición, así como sus posibles modificaciones, lo cual constituye el núcleo del aprendizaje. 

Tanto la definición de nuevas entidades como la modificación de las ya definidas se realiza mediante las “Ordenes” (“Command”) que el programa va ejecutando en cada momento, iniciando en cada caso una secuencia particular de opciones con sus propias peculiaridades.

Esas ordenes o rutinas, se van seleccionando sucesivamente por el usuario y se encuentran disponibles de varios modos diferentes y alternativos a través de los distintos “menús” “paneles de tareas” “botones de herramientas” etc. El desarrollo de cada una y los pasos intermedios van desarrollando un dialogo en la “Ventana de Texto” que es conveniente seguir con atención, al menos hasta que uno este familiarizado con ellas.

En relación con la “ventana de texto”, conviene recordar que en ella se desarrolla el dialogo del nivel más básico y detallado del programa, y en las primeras etapas es muy conveniente seguirlo con especial atención, ya que los mensajes intermedios identifican fácilmente los pequeños errores o equivocaciones propios del aprendizaje. También conviene recordar que todas las “ordenes” se pueden invocar de forma escrita a través del teclado en la “Ventana de Texto”, incluso con un repertorio de abreviaturas, y que el dialogo que se genera, es el que luego se automatiza con relativa facilidad a través de “macros” que facilitan desarrollos personalizados por el usuario.

El repertorio común de “entidades” básicas es el siguiente:
Punto:   
Entidad simple definida por las coordenadas de su posición. Tienen un amplio repertorio de “aspectos” diferentes.
Línea:   
Segmento de línea recta definido por las coordenadas de sus extremos inicial y final. Probablemente el objeto básico más común en el programa.
Arco:    
Es un segmento de circunferencia definido por tres puntos, o bien con tres parámetros de diferentes formas alternativas.
Círculo:  
Propiamente es una circunferencia, definida por las coordenadas de su centro y radio, o bién de otras formas alternativas.
Polilíneas planas [polígonos y rectángulos]:  
Son entidades más complejas. Están compuestas por una sucesión abierta o cerrada de segmentos de línea recta y/o arcos. Pueden tener grosores diferenciados, son coplanarias por definición y se manejan como un objeto simple. Adolecen de cierta complejidad de uso pero aportan flexibilidad y algunas ventajas. Los polígonos y rectángulos, son polilíneas semielaboradas a través de opciones particulares en un “menú” específico.
Polilíneas 3D: 
Similares a las anteriores pero sin la restricción de ser “coplanarias”, aunque sin embargo NO pueden contener segmentos de “arco”, ni grosores.
Líneas Múltiples y auxiliares:  
Las líneas múltiples son conjuntos de dos o más trazos paralelos de segmentos rectos equivalentes a polilineas de varios trazos. Las líneas auxiliares son líneas de construcción que se extienden hasta el infinito, más allá de los límites del área de trabajo.
Arandelas (Donut): 
Son elementos relativamente singulares, definidos por dos circunferencias concéntricas y el área comprendida entre ellas.
Splines:  
Son curvas complejas, con la curvatura definida por las tangencias en los extremos, así como en una sucesión de puntos intermedios.
Bloques:  
Son pequeños conjuntos de otros elementos de dibujo previamente agrupados, y etiquetados, ya sea por el usuario en el propio dibujo, o disponibles en librerías externas, que se usan como objetos repetitivos. (sillas, coches, muebles etc.).
Rótulos de texto:  
Etiquetas que contienen los “textos” de rotulación. Pueden tener una o varias líneas y diferentes modelos de tipografías, tamaños, etc. Se incluye un pequeño editor auxiliar e incluso diccionarios.  
Objetos de Cota:  
Objetos compuestos y complejos que habitualmente se emplean para definir la acotación en los planos. Soportan diferentes estilos y un amplio conjunto de parámetros.


4 – Cazar con el ratón.

El dispositivo señalador, Uso del Ratón y/o tableta

La generalización en el mundo de los ordenadores de los GUIs como Windows, o sus equivalentes en MAC,  UNIX - LINUX, ha estandarizado el uso del “Ratón” de forma que este se ha convertido en un dispositivo habitual de cualquier ordenador. Durante los primeros tiempos del CAD esto no era así y ese tipo de programas requería un dispositivo “señalador” que permitiera  un control práctico sobre el “área gráfica” del programa permitiendo señalar puntos, consultar coordenadas, medir distancias etc.

El primer tipo de dispositivo que se empleaba eran la “tabletas digitalizadoras” que físicamente están constituidas por una superficie rígida y estable, que contiene en su interior una retícula de cables conductores cruzada en dos direcciones ortogonales y una “mira” o cursor, que conectada eléctricamente con la retícula, se mueve libremente por la superficie permitiendo señalar puntos, y detecta con toda precisión su posición exacta dentro de la superficie activa.

El tamaño de las tabletas podía ser bastante grande incluso como una mesa de dibujo completa. No obstante esos tamaños se encuentran en desuso y en la actualidad prácticamente no sobrepasan el formato “A3”. Una de sus ventajas actuales, es el mejor control sobre la “presión” en la superficie, que las hace más adecuadas en programas de tipo artístico donde la calidad del trazo manual es un requisito importante. En el dibujo técnico esto es menos relevante y hoy por hoy, el uso del “ratón” está completamente generalizado.

El ratón es un dispositivo que ha proliferado con el uso de los entornos gráficos, y en este caso se basa en detectar o leer el “desplazamiento del objeto” o su “velocidad” sobre cualquier superficie plana, en lugar de las posiciones relativas. Esto se puede hacer con una bolita y unas ruedas mecánicas interiores, o actualmente a través de un pequeño “laser” que incorporan. El uso del mismo en el CAD se basa en “vincular el movimiento” de un cursor gráfico entre pantalla y dispositivo, que se mueve libremente por cualquier superficie plana de forma que el vínculo del movimiento se convierte en “instintivo” permitiendo un control eficaz del “área gráfica”. 

Los ratones habituales se complementan con tres pulsadores y/o una rueda vinculada en el tercero. Dentro del AutoCAD se pueden reprogramar y personalizar todas las pulsaciones, pero las habituales son el botón principal y secundario, que se asocian el primero a la designación “gráfica” de una posición (coordenadas, opción de menú, etc) y el secundario a un “eco” del teclado (tecla INTRO) que se usa normalmente para confirmar opciones que presenta el programa, o concluir alguna rutina en curso. Normalmente la rueda está asociada con el ZOOM ampliando y reduciendo la pantalla, y la pulsación de tercer botón al desplazamiento de pantalla vinculada al ratón. Estos movimientos son especialmente inmediatos e intuitivos, por lo que conviene practicarlos ligeramente hasta que se automatizan mentalmente.

Copiar mover y borrar (Selección de entidades)

Una vez que se incorporan al nuevo dibujo un cierto conjunto de entidades, empiezan a ser comunes las tareas de “edición” o modificación sobre ellas, entre las que cabe destacar las de copiar mover y borrar, que resultan especialmente comunes y frecuentes.

En cuanto a las acciones de “copiar” y “mover” cabe destacar que dentro del CAD presentan una peculiar simetría, ya que ambas funcionan de manera casi idéntica, salvo que en el caso de “mover” se borra o elimina el original y en el caso de “copiar” este se mantiene. También hay que destacar otra diferencia entre el trabajo manual y el CAD como es la tremenda facilidad en este ultimo caso para “copiar” y “borrar” objetos, lo cual conduce hacia practicas algo diferentes a la hora de ir construyendo un nuevo “dibujo”, ya que muchas veces es más práctico partir de “copias” sobre elementos existentes, y trabajar solo en las diferencias o modificaciones respecto al modelo o plantilla.

En general las órdenes de edición, incluyen dentro de su proceso una subrutina común a todas ellas que resulta específica para “seleccionar” entidades. Incluso el programa contiene una orden “SELECT” con esa rutina exclusivamente, sin aplicarla a ninguna otra tarea una vez concluida. Esta rutina presenta ciertas peculiaridades que el usuario repite con tanta frecuencia que en seguida adquieren un automatismo instintivo.

Cuando se inicia la rutina de “selección”, en un primer momento el cursor cambia de aspecto sustituyendo la “cruz” habitual por una pequeña “caja” de tamaño configurable. Cuando tenemos disponible esa caja en el cursor, que podemos mover libremente por el área gráfica con el ratón, se puede optar entre “señalar” un objeto (mancando con la pulsación principal del ratón) sobre cualquier entidad apuntada con la caja, en cuyo caso queda “marcada” con una visualización diferente e incorporada al conjunto de selección, o bien marcar la pulsación en una “zona vacía” (ninguna entidad en la caja) en cuyo caso se engancha a ese primer punto de forma dinámica, un área rectangular, que se visualiza sobre la pantalla y podemos mover libremente hasta marcar la segunda pulsación, de forma que el programa “selecciona” todas las entidades del dibujo que se encuentran dentro del “área rectangular” que hemos definido.

En el caso de la primera alternativa estamos en un proceso de selección “uno a uno”, la cual puede continuar sucesivamente hasta que se cierra el proceso pulsando el botón secundario del ratón, o la tecla “intro” del teclado. En el caso del área rectangular hay que destacar un matiz, y es el hecho de que si a partir de la primera pulsación nos desplazamos hacia la “izquierda”, el área rectangular adquiere un tono verdoso con un borde de trazo discontinuo y opera en modo “captura”, pero si lo hacemos hacia la “derecha” el tono es “azulado”, el borde continuo y opera en modo “ventana”.

Los modos “captura” y “ventana”, suponen que en el primer caso quedan seleccionadas “todas” las entidades que se cruzan con el rectángulo, aunque alguna parte de ellas pueda quedar fuera del mismo. En el segundo caso “solo” quedan seleccionadas aquellas entidades que se encuentren completas “dentro” del área rectangular es decir en toda su extensión.

La selección de entidades puede continuarse sucesivamente incorporando varias secuencias de uno a uno, ventanas o capturas, hasta que expresamente la concluyamos, pulsando el botón secundario del ratón, en cuyo momento queda definido y memorizado el “conjunto de selección”, para operar con él mediante la orden en curso. Incluso si examinamos la orden “SELECT” en el manual de ayuda, o invocamos las “subopciones” desde la línea de órdenes pulsando “?” podemos ver que existen varias alternativas más, como por ejemplo “todos” “previo” “deshacer”. La opción “previo” supone que se cargue exactamente el último conjunto de selección que se haya definido, ya que es muy frecuento que sobre el mismo conjunto de objetos haya que repetir varias acciones, y también da sentido a una orden “select” sin otra acción específica. 

5 – Terminar.

Salidas. Plotter, eTransmit, exportar e importar archivos

Una vez que se ha esbozado la forma de abordar la elaboración de un nuevo dibujo o diseño con un programa de C.A.D., así como las diferencias más destacables respecto al trabajo  manual, aún queda pendiente la tarea de pasar ese dibujo a un papel, soporte físico o bien darlo a conocer a otras personas o usuarios como parte del destino final, ya sea formando parte de un proyecto o documento técnico, o como apoyo de una charla o reunión de trabajo en la que se muestran o comentan diseños previamente realizados.

Esta tarea en el caso del trabajo manual esta directamente ligada al propio proceso de elaboración del dibujo, con la salvedad de la realización de copias múltiples en las máquinas heliográficas, desde el papel vegetal, que en una oficina técnica puede ser una tarea laboriosa.

Al abordar el diseño desde un programa de CAD, esa tarea queda separada de la elaboración  del dibujo, que normalmente se realiza sobre la pantalla del ordenador, y habitualmente la denominamos “trazado” o “ploteado” por derivación del nombre de las máquinas o dispositivos especiales (“plóter”) que se emplean para ello.
Este tipo de dispositivos hace algunos años eran muy específicos para esta tarea, y se basaban en el uso de un conjunto de plumillas de diferentes gruesos o colores, que iban dibujando sobre un papel los distintos trazos que configuraban el diseño previamente elaborado en el ordenador. Se emplean formatos superiores al A3, normalmente A1 ó A0 dependiendo de las costumbres del sector y el papel se suministraba en rollo continuo u hojas sueltas.

Este tipo de plotter disponía normalmente de un sistema de rodillos que sujetaba el papel firmemente sobre un tambor, y lo movía en esa dirección con mucha agilidad. En la dirección perpendicular se desplazaba una guía, que con un mecanismo de selección iba cogiendo cada una de las plumillas que requería el diseño y mediante la combinación de ambos movimientos sincronizada con precisión entre las dos direcciones, iba construyendo el dibujo con resultados muy llamativos para los espectadores noveles.

Actualmente ese sistema está obsoleto y los dispositivos actuales, utilizan la impresión por “chorro de tinta” que es la misma que en la mayoría de las impresoras, hablándose incluso de “impresoras de gran formato” para referirse a estos dispositivos. El uso y configuración de los mismos dentro del ordenador y el programa, es prácticamente igual que las impresoras habituales.

A la hora de configurar el trazado desde el programa en primer lugar es preciso que el plotter o impresora se encuentre conectada y configurada dentro del Sistema Operativo. Hace algún tiempo estos aparatos traían algunos “drivers” específicos para la comunicación directa con el “AutoCAD”, pero la evolución más reciente ha  supuesto que habitualmente se configuren como una “impresora” más del S.O.

Dentro del AutoCAD cuando se va a realizar el “trazado”, se invoca la orden específica “PLOT”, e inmediatamente aparece un “cuadro de dialogo” relativamente amplio, en el que se configuran diferentes opciones y requisitos del trazado que vamos a comentar a continuación. De todas formas, además de la orden “plot”, se puede observar en el menú de persiana “File”, un conjunto de varias órdenes relacionadas:

Entre ellas cabe destacar “Page Setup Manager”, que invoca otro cuadro de dialogo que permite definir una etiqueta de presentación almacenando un conjunto de especificaciones concretas que luego pueden ser invocadas por su nombre. La orden “Plotter Manager” permite mediante un asistente definir un “Plotter Virtual” con un conjunto de especificaciones de trazado por defecto, e incluso un dispositivo diferente que se almacena con un nuevo nombre en la lista de Plotters. “Plot Style Manager” Permite modificar o crear un archivo de estilos de trazado, que determina el repertorio de parámetros opcionales que regula el comportamiento (color, grosor, transparencia, pauta de trazado, etc ) de cada uno de los 256 colores internos del AutoCAD. 

Antes de detallar las referencias del cuadro de dialogo, hay que decir que el problema del trazado, siempre implica definir un área rectangular con unas dimensiones determinadas en el modelo que tenemos dibujado en AutoCAD, para trasponerlo a “otro área rectangular” que vamos a definir, a través del plotter, sobre una hoja de papel. Es la correspondencia entre los tamaños de esas dos áreas, medidas por la longitud de sus lados, la que define la ESCALA del trazado como una simple regla de tres. Conviene advertir que esa relación numérica que representa la escala puede quedar definida en ambos sentidos, en cuyo caso los valores numéricos son inversos entre sí, lo cual suele despistar a muchos principiantes.

Por otra parte puede suceder que las áreas rectangulares no tengan la misma, proporción (largo/ancho) y además la definición a través del cuadro de dialogo, dispone de gran cantidad de parámetros con formas alternativas de hacer las especificaciones, que a veces implican o condicionan otros datos posteriores. En todo caso si se presta algo de atención y se lee con calma, el cuadro es perfectamente claro y bien explicado.

En el cuadro de dialogo del trazado, lo primero que se elige de una lista desplegable, es la “página preconfigurada” si la tenemos definida. También se puede definir sobre la marcha con un botón a su derecha. A continuación se elige el dispositivo de otra lista desplegable, donde encontraremos todas las impresoras del SO incluso en red, o también los dispositivos virtuales. Una vez elegido el dispositivo de trazado, tenemos otra lista para seleccionar el formato de papel oportuno, que implica la definición indirecta del área rectangular de papel. Si no nos interesa ningún formato de la lista, siempre se puede definir uno personal con el botón “propiedades” a la derecha del dispositivo, o incluso en la configuración del dispositivo desde el S.O.

A continuación tenemos otra lista para definir dentro del dibujo realizado, un “área rectangular” cuyo contenido vamos a “imprimir” en papel. En la lista se encuentran varias formas de elegir esa área como: “Display” Es el área que se visualiza en la pantalla en ese momento, “Extens” Es el área mínima que cubre TODA la extensión del dibujo. “Limits” corresponde a una configuración propia del dibujo. “View” permite acceder a un conjunto de “vistas” que hayamos definido y almacenado previamente y “Window” Es la opción más común, que permite señalar directamente el área sobre el dibujo.

Una vez que se ha determinado el área de trazado, a la derecha aparecen las especificaciones de la escala. Si está activada la casilla de “ajustar a papel”, la escala queda bloqueada ya que se acomodan entre sí las dos áreas previamente definidas y se realiza el trazado con la proporción resultante que naturalmente no se va a corresponder con una escala normalizada. Si se desactiva esa marca, quedan abiertas las casillas de datos para configurar la proporción como mejor convenga, ya sea bien por unidades en el papel, o bien por unidades en el dibujo o incluso eligiendo una de las escalas preseleccionadas de la lista.

A la derecha del cuadro, que puede mostrarse u ocultarse, se encuentran otra serie de especificaciones como calidad de trazado, el archivo de estilos de trazado o la orientación del papel, la cual suele influir en la correspondencia entre las dos áreas de referencia. En todo caso antes de efectuar el trazado final es recomendable accionar el botón de “previsualizar”.

Otra utilidad vinculada con el final del trabajo, es la orden “eTransmit”, que mediante un cuadro de dialogo permite almacenar todo el dibujo en un archivo comprimido con extensión *.zip pero en este caso se incluye no solo la parte grafica que normalmente se guarda en DWG, sino que además empotra todas las librerías, referencias externas y estilos particulares que tenemos almacenados  en nuestro sistema y no se guardan con el DWG, por lo que al enviar este a otra persona, podría tener una configuración incompleta cuando lo abra con su propia versión del programa.

Formatos Raster/Vector y tipos de archivo [DWG / DXF / DGN / DWF / WMF]

Finalmente cabe decir que entre los “dispositivos virtuales” suele haber un conjunto de impresoras ficticias, cuya función es la de generar en un “archivo”, ciertos formatos gráficos especiales que contiene una versión correspondiente del trazado, como por ejemplo los PDFs, o bien DWF, e incluso archivos de formato “raster” como JPG o PNG.

En cuanto a los formatos de archivos “raster” y “vector”, ya se comentaron con anterioridad y sus características están perfectamente explicadas en Wikipedia. No obstante cabe decir que las versiones recientes de AutoCAD permiten “insertar” archivos de formato raster (TIF y PNG) dentro del área gráfica de trabajo, con la peculiaridad de que estos se comportan como un bloque unitario de forma rectangular, que se puede agrandar o reducir de tamaño manteniendo sus proporciones. El contenido del archivo se visualiza en pantalla como el resto de entidades, y aunque no se pueda editar su contenido, permite incorporar otros dibujos disponibles en papel, mediante su “escaneado” que una vez insertado, se amplia o reduce hasta ajustar su tamaño relativo al propio sistema de unidades del dibujo. 



Capítulo 2 – CONFIGURACION

1 -  La Interfaz del AutoCAD

En las versiones iniciales del AutoCAD, el arranque del programa se hacia a través de un menú de texto con menos de una decena de opciones numeradas. Desde este se iniciaba la “interfaz gráfica”, y era frecuente configurar el ordenador con sistemas de “doble monitor” (uno normal para texto, y otro especial, caro y sofisticado para gráficos) y se ampliaban las “prestaciones” del equipo, con la necesaria instalación de “coprocesadores matemáticos”, “ampliaciones de memoria” y las convenientes “tarjetas gráficas de expansión” (ISA 8y16, EISA 16y32, Microchanel 16 y 32, coprocesadores y memorias de gráficos .. etc).

La llegada de Windows95 y la mejora paulatina de las prestaciones gráficas en los ordenadores habituales, acabó definitivamente con aquellas configuraciones especializadas y específicas. En la actualidad basta “iniciar” el programa como cualquier otro, de acuerdo con las peculiaridades del Sistema Operativo, y aparece en pantalla la ventana correspondiente con la interfaz gráfica y las opciones normales de uso: menús, iconos y/o botones gráficos. A partir de la versión 2.009 se ha producido una renovación importante del “aspecto” que es la que se adopta como referencia, aunque coexisten opciones para compatibilizar todas las versiones existentes hacia atrás.

Cuando se arranca el programa, inicialmente el aspecto de la pantalla es una ventana que contiene en el borde superior una “Barra de Título”, y en el borde inferior una “Barra de Estado”. Además de estas dos barras, también hay un “Área Gráfica” en el centro, una “Ventana de Texto” en la parte inferior y un sistema de “menús de trabajo” normalmente por los bordes de la ventana.

El área gráfica corresponde a un archivo de trabajo en blanco que se inicia desde el “prototipo” configurado por defecto y el sistema le asigna un nombre genérico &lt;”Dibujo n”&gt;. La primera vez que se trata de guardar el archivo en disco mediante la orden “SALVA” se invoca el cuadro de dialogo correspondiente, que permite asignar un nombre específico y personal al archivo de trabajo, y ubicarlo en la carpeta oportuna navegando por todo el S.O.

El programa puede mantener abiertos varios archivos de trabajo simultáneamente, aunque solo uno se mantiene activo y en primer plano. También se pueden cerrar todos los archivos, en cuyo caso la ventana del programa solo mantiene las barras de “Título” y “Estado”, presenta un fondo con un aspecto que recuerda la fibra de carbono, y en la Barra de Título, el menú de acceso rápido mantiene activas las opciones de “nuevo” y “abrir”. También se mantienen a la derecha los botones habituales del S.O. para extender, minimizar o cerrar cualquier ventana, y por supuesto el “LOGO” del programa con todas sus opciones bajo él.

La Barra del Título

Profundizando algo más, cabe decir que la Barra de Título en el borde superior de la pantalla,  contiene en el centro el nombre del programa y el del archivo sobre el que estamos trabajando en cada momento. En la parte izquierda se encuentra un “Logo” del programa que  despliega un menú donde se concentran el conjunto de tareas más frecuentes de inicio, arranque y mantenimiento con un panel de información explicativa o desarrollo de las opciones que facilita enormemente su uso y es conveniente dedicar algunos minutos al  examen de su contenido. Inicialmente puede contener una “lista” con los archivos actualmente abiertos, o bien de los últimos que se han utilizado, y un campo de búsqueda referido a las órdenes del programa. En la parte inferior se encuentra un botón de salida, y un acceso al cuadro de dialogo de “opciones” para acceder a  la configuración del programa.

A la derecha del icono se configura un “menú de acceso rápido” que es novedad en la interfaz 2009 el cual incluye algunas órdenes de uso frecuente. Su configuración es bastante inmediata ya que tiene en el extremo derecho de una flecha desplegable, y en el panel se pueden marcar las órdenes a visualizar. En el bloque inferior se puede seleccionar, la presencia de otros comandos, activar u ocultar la barra de menú tradicional (tipo persiana) y opcionalmente la posibilidad de mostrarse debajo del “ribbon” o “cinta de opciones”.

En el lado derecho de la barra de título,  aparecen algunas opciones particulares vinculadas al sistema de Ayuda, a través de la conexión por Internet, centro de comunicación, centro de sincronización, favoritos, y un campo para búsquedas en distintos entornos. En el extremo se encuentran los botones habituales del S.O. para extender minimizar o cerrar la “ventana activa”, pero que a se duplican por debajo referidos a su vez, al archivo de trabajo en curso.

La Barra de Estado

La Barra de Estado se encuentra en el borde inferior de la pantalla y sirve principalmente para “mostrar” información y/o mantener al alcance algunos controles y ordenes de uso común.

En el extremo izquierdo se muestra un conjunto de tres números reales separados por comas, que corresponden a las coordenadas cartesianas del cursor gráfico. A continuación se encuentra un conjunto de “pulsadores” (Orto, Snap, Refent .. etc) que configuran una serie de estados del programa. Cuando están “activos” se visualizan en tono azulado y si no en gris. Al deslizar el curso sobre ellos se iluminan suavemente y si nos detenemos se muestra una etiqueta de texto para identificando cada uno.

En la parte derecha de la barra se encuentran otros conjuntos de pulsadores. El primero corresponde a la gestión de EspacioMODELO y EspacioPAPEL, y las presentaciones de salida. A continuación un par de pulsadores con acceso inmediato al “zoom” en tiempo real y al desplazamiento de pantalla o “encuadre”. Luego hay otros más para gestionar las “escalas de anotación”, los espacios de trabajo un control de bloqueos, el acceso a la lista de controles de la propia barra, y finalmente un pulsador para maximizar el área gráfica.

El Área Gráfica

El área grafica en principio es un espacio en blanco que ocupa la zona central del espacio disponible en la pantalla. EN el se van añadiendo los elementos gráficos y de geometría que vamos construyendo paulatinamente y la vista se va actualizando con arreglo a nuestras ordenes. El color de fondo es configurable en el cuadro de “opciones” y aunque en las primeras versiones era frecuente el “negro” en función de los primeros monitores de “tubo” y exceso de parpadeo en resoluciones altas, se considera más recomendable el “blanco” por su mejor similitud con el aspecto de los planos en “papel”.

Dentro del área gráfica se encuentra inicialmente un icono de referencia con la orientación de los ejes de coordenadas, y el cursor gráfico, constituido por una cruz  de tamaño configurable y con la orientación de los ejes principales.

En los bordes del área gráfica se suelen ubicar los sistemas de menú que dan acceso a todas las órdenes y posibilidades del programa, no obstante dado que existen varios tipos o clases, parece oportuno dedicar una próxima sesión exclusiva a ese tema.

La ventana de Texto

La ventana de texto y su importancia se han comentado de forma somera anteriormente. Esta ventana normalmente se dispone como una banda en la parte inferior de la pantalla, justo por encima de la barra de estado, tiene espacio para unas tres o cuatro líneas de texto más otra activa en la que se puede ubicar el cursor correspondiente y nos permite “picar” por teclado el texto oportuno. Aunque solo aparecen normalmente tres líneas, sigue siendo accesible todo el texto anterior, ya sea mediante los botones y barra de desplazamiento habituales en el borde derecho, o bien con la pulsación “F2” que visualiza una “ventana” exclusiva e independiente con las características propias del S.O. y permite navegar por todo el texto de la sesión en curso.

Normalmente se recoge el “eco” de todas las ordenes, mensajes y opciones que va procesando el programa con independencia de su origen, es decir que hayan sido escritas en la propia ventana o pulsadas en cualquier tipo de menú, ejecutadas desde una “macro” o rutina de programación en LISP, etc.

Además de mostrar el “eco” completo del programa, nos permite escribir desde  el teclado no solo las ordenes del programa por su nombre o abreviatura y las opciones correspondientes, sino cualquier tipo de dato numérico o geométrico, valores reales o enteros y coordenadas de puntos que se escriben como secuencias de dos o tres números reales separados por “comas”.

Prácticamente la ventana de texto es como la “consola” de un sistema UNIX referenciada exclusivamente dentro del “AutoCAD”. Ya se ha comentado la conveniencia de prestar atención en las primeras etapas de aprendizaje ya que permite familiarizarse más rápidamente con la sintaxis de las órdenes y sus opciones.

En las versiones actuales del programa esta ventana puede arrastrarse sosteniendo la pulsación del ratón sobre el borde activo y llevarla a cualquier lado de la pantalla, o incluso mantenerla como un panel flotante con la posibilidad de ocultar dinámicamente bajo el borde activo, o suprimirla de modo permanente aunque un mensaje nos advierte que siempre la podemos reclamar pulsando “CTRL+9”.

Si bien en las primeras versiones del programa, el dialogo de ordenes y mensajes con opciones, se realizaba solo en la ventana de texto, en las ultimas versiones, se ha incorporado una “Entrada Dinámica”, que se puede activar/desactivar en uno de los pulsadores de la barra de estado, y que estando activa presenta una serie de “campos” ligados al cursor gráfico donde van apareciendo los mensajes, opciones, e incluso aparecen campos numéricos, que pueden recorrerse con la pulsación de “TAB”.

Esta entrada dinámica constituye una alternativa completa a la ventana de texto, aunque es conveniente estar ya familiarizado con el uso de las órdenes frecuentes y  sus opciones, ya que en otro caso el repertorio de alternativas podría resultar algo confuso. Esta alternativa permitiría prescindir completamente de la “Ventana de Texto”, a gusto del usuario.

2 -  Sistema de ayudas y manual de usuario.

El sistema de Ayuda en “AutoCAD” es bastante completo,  y se localiza de diversas formas dentro del uso habitual. Se puede invocar directamente pulsando la tecla “F1”,  o desde cualquiera de los menús, estando presente en el extremo derecho del menú tradicional (persianas), o bien escribiendo directamente por teclado la orden “HELP” o indistintamente escribiendo el símbolo de interrogación “?”.

La pulsación F1 es sensible al contexto, ya que si se realiza directamente se inicia el proceso de Ayuda abriendo una ventana específica con el contenido inicial. En caso de que la pulsación de F1 se haga dentro de una “orden” en curso de ejecución, se abre igualmente la ventana pero en este caso se presenta en ella específicamente la ayuda que corresponde con la “orden” en curso.

El Panel de Ayuda que se muestra en una ventana independiente del S.O. se presenta como hipertexto, enriquecido con gráficos y algún vídeo, y se navega con facilidad dentro de él a través de enlaces activos, la barra de herramientas o los menús sensibles. También incluye en el lado izquierdo una “barra de navegación”  con una estructura anidada del “índice de contenido” de todos los documentos que componen el sistema de “ayuda”. Esta barra de navegación tiene tres solapas de configuración, la primera que presenta el propio índice anidado, la segunda con una indexación de referencias de contenido con una ventana de acceso, y la tercera con una opción de búsqueda de texto por toda la documentación.

Los documentos que componen la ayuda del programa son:
·       Guía del Usuario
·       Referencia de Comandos
·       Dispositivos y Periféricos
·       Guía de Instalación y Licencias
·       Guía de Personalización

Finalmente también contiene un par de referencias sobre AutoLISP y ActiveX, pero en este caso solo contiene enlaces con otras ventanas de Ayuda especializadas en estos temas, que en todo caso constituyen un par de campos muy amplios para personalizar o ampliar las funciones y órdenes del programa.

Desde el panel de Ayuda, naturalmente se contempla la posibilidad de imprimir los distintos temas. No obstante dentro de las carpetas que genera la instalación del programa, y junto con los archivos de hipertexto con el contenido de las distintas partes de la Ayuda, se encuentra a su vez una colección de archivos PDFs, que pueden manejarse por pantalla o en versión impresa con toda facilidad e independientemente de que el programa se encuentre iniciado o no.

Guía del Usuario

Es uno de los documentos más amplio. En versión PDF contiene más de 2.000 páginas. Incluye una explicación completa de todos los aspectos del programa y se encuentra ordenado con una estructura encaminada al aprendizaje. Esta guía se puede utilizar perfectamente como manual  de aprendizaje perfectamente exhaustivo, o bien como referencia de los diferentes aspectos de uso.

Referencia de Comandos

Es el otro gran documento. Su extensión en versión PDF supera las 2.400 páginas e incluye el contenido sistemático de “todas” las órdenes del programa. Incluye un índice alfabético para facilitar el acceso a las órdenes. En el caso del panel de hipertexto, cada referencia contiene tres solapas, “Concepto” “Procedimiento” y “Referencia Rápida”. La última es la que se presenta inicialmente, y las dos primeras nos pueden llevar navegando por otros documentos, sobre todo la “Guia de Usuario”.

Dispositivos y Periféricos

Tiene una extensión bastante menor, unas 180p, y en él se especifican y desarrollan algunas especificaciones de “ratones” “tabletas digitalizadoras” o plotters”.

Guía de Instalación y Licencias

Se trata de una guía específica del tema y unas 60 pgs de extensión.

Guía de Personalización

Este es un documento de tamaño medio, tiene unas 600 Pgs en versión PDF y desarrolla las peculiaridades de los sistemas de menú personalizables, lenguaje de macros, personalización de tipos de linea y patrones, etc. En todo caso el lenguaje LISP o el desarrollo de ActiveX se encuentran fuera de este documento.

3 -  Sistemas de comandos, órdenes de trabajo y tipos de menú.

Sistemas de Menú y acceso a las órdenes del programa

Ya se ha mencionado que el trabajo habitual dentro del AutoCAD, se hace mediante el uso sucesivo de “Ordenes” o “Comandos” contemplados dentro del repertorio establecido para ir construyendo los elementos geométricos de nuestro dibujo. Evidentemente un requisito básico para cualquier aprendizaje, es el de disponer de conocimientos previos suficientes sobre “geometría” en general.

El sistema de Órdenes o comandos es particularmente extenso y prolijo por lo que resultaría ilusorio tratar de memorizarlo completo. Uno de los primeros modos de acceso a las órdenes, es la ventana de texto que se comporta como una “consola” emitiendo el mensaje “Command:” con un cursor parpadeante a continuación. Se puede escribir el nombre de cualquier orden en línea, de forma que programa responde con las opciones oportunas. Normalmente las opciones, se escriben en línea a continuación de algún mensaje aclaratorio, encerradas entre “[brackets]”, separadas por la barra “/” y con alguna de sus letras escritas con mayúscula. La opción se selecciona escribiendo a continuación la palabra de la opción o simplemente la letra o letras destacadas en mayúsculas.

Llegados a este punto, hay que decir que la pulsación de la barra espaciadora es indistinta con el “Intro” de teclado y alimenta el proceso de ejecución. Al repertorio de órdenes también se puede acceder escribiendo en línea una serie de “abreviaturas” que se encuentran predefinidas y son más fáciles de “memorizar”, particularmente las de uso más frecuente. El conjunto y su correspondencia con las órdenes principales, se encuentran especificadas en un archivo de texto plano que incorpora el programa “acad.pgp”, y permite o bien modificar las abreviaturas a nuestro gusto, o incorporar otras nuevas respetando la misma sintaxis, y por supuesto conocer o recordar las contempladas en el programa.

Cabe decir que una forma bastante eficaz de manejar el programa, es la de elegir las ordenes por teclado con la mano izquierda, que con una o dos pulsaciones inician su ejecución, y la mano derecha sobre el ratón permite marcar puntos en el área grafica, sin olvidar la pulsación del botón secundario equivalente al “Intro” del teclado. No obstante este método solo es eficaz y cómodo en etapas posteriores al aprendizaje.

Una vez comentada la escritura directa en la ventana de texto o línea de órdenes, como procedimiento básico o primario para interactuar con el programa, procede comentar los diferentes sistemas y formas de “MENU” que tenemos disponibles. En relación con estos, hay que decir que han ido evolucionando considerablemente en el tiempo, con las diferentes versiones del programa, y sobre todo con el incremento notable de prestaciones en los ordenadores personales. En todo caso esa evolución ha ido manteniendo la compatibilidad con todas las versiones anteriores, y mencionar también su carácter redundante, ya que cualquiera de ellos da acceso completo a todo el repertorio de órdenes, aunque tampoco hay problema por utilizarlos conjuntamente, pero finalmente los gustos y preferencias personales de cada usuario, acaban consolidando una determinada configuración.

Menús de Pantalla y Tableta

Los dos primeros tipos de menú que utilizaba el programa y hoy se encuentran en desuso, son el “Menú de Pantalla” y el “Menú de Tableta”. El primero se configura activando la opción correspondiente en el cuadro de “opciones” y se presenta sobre una banda específica situada en el borde derecho de la pantalla gráfica.

Una vez que se desplaza el cursor gráfico sobre esta zona, se mercan o iluminan las diferentes opciones que se encuentran en cada “línea”. Dado que el número de líneas disponible es limitado el propio menú contiene una estructura anidada de forma que la primera imagen corresponde a un “índice” general de paquetes de órdenes, cada una de sus entradas nos va llevando al conjunto particular de “ordenes”, y la pulsación de cada “orden” abre su apartado de opciones. En la parte inferior hay una opcion de retorno y las dos primeras lineas “AUtoCAD” y “ * * * * * * “ que siempre se mantiene visibles, nos devuelven al inicio del menú la primera y la segunda al repertorio de designaciones gráficas que se emplean continuamente.

El Menú de Tableta constituye una adaptación particular a ese tipo de dispositivos, ya que al estar basados en una superficie activa que detecta posiciones en lugar de desplazamientos como el ratón, permite distribuir sobre ella un mapa de celdas y posiciones, mucho más extenso que el menú de pantalla, asignando todo el repertorio de órdenes disponible.

El propio programa suministra un archivo con una plantilla dibujada “tablet.dwg” del área de una tableta tipo, que se imprime en el plotter, ajustada al tamaño conveniente, para luego superponer en la tableta, y mediante los ajustes en la configuración y sincronización del dispositivo, se dispone de un menú completo distribuido por toda la superficie de la tableta, a costa de reducir oportunamente la ventana del área grafica.

Menú Desplegable (o de persiana)

Esta es probablemente la configuración de menús más tradicional, aunque no estuviera disponible en las versiones iniciales. Se consolida muy pronto y permite un acceso completo. Es por otra parte el tipo de menú más estandarizado con otros programas y aplicaciones del entorno Windows, (Word, Excel, .. etc) o de cualquier otro S.O.

Está basado en una barra horizontal situada en la parte superior, justo por debajo de la barra de título o integrada con ella. Contiene inicialmente una docena de nombres que se marcan al desplazar el cursor sobre ellos y que una vez “pulsados”, despliegan un panel a modo de persiana  con un conjunto de órdenes. Algunas de estas tienen una marca a modo de flecha horizontal y despliegan a su vez otros paneles con opciones anidadas. Los paneles se mantienen visibles con sus marcas, hasta que el cursor gráfico marque un punto fuera del área de los paneles, o bien hayamos seleccionado la orden correspondiente.

Los nombres de la barra inicial corresponden a paquetes o apartados que contienen conjuntos de tareas relacionadas, como por ejemplo “Dibujar” “Modificar” etc. Este sistema de menús es bastante extenso y compacto, y solo despliega las órdenes cuando se utilizan. Resulta razonablemente cómodo y rápido aunque tiene gran extensión y está basado en texto, por lo que a veces resulta difícil recordar donde se encontraban órdenes que se utilizan ocasionalmente. Por otra parte las distintas versiones del programa pueden incorporar modificaciones en su estructura, aunque la idea general se conserva bastante estable.

Menú de Barras de Herramienta (o botones)

Esta es otra variante muy empleada y más reciente que la anterior. Supera el inconveniente de “leer texto” disponiendo el repertorio de órdenes sobre una serie de “botones” o “pulsadores” que se identifican con un “icono” grafico, evocando el comportamiento de cada orden, lo que resulta mas fácil e intuitivo de recordar.

Por otra parte los conjuntos de botones se agrupan en “barras de herramientas” por tareas comunes y tienen como característica propia, que se pueden “mover” con facilidad por todo el área grafica, de forma que se mantienen “flotantes” en cualquier posición, o bien “empotrados” en los bordes. El movimiento se realiza sosteniendo la pulsación y arrastrando con el cursor sobre su borde activo. También se pueden mostrar y ocultar con facilidad ya que disponen de un “aspa” de cierre en uno de sus extremos, y pulsando el botón secundario del ratón sobre cualquier barra, se despliega un panel con la lista completa, y marcando o desmarcando se visualizan en el área grafica.

Cuando sostenemos el cursor detenido sobre uno de los botones, aparece una "etiqueta" con el nombre de la "orden" asociada, y si esperamos algo más se extiende una pequeña ayuda sobre su funcionamiento. 

Con esta categoría de menús adquiere más sentido una ordenación a gusto personal, visualizando solo aquellas barras con las órdenes de uso común según las tareas que realizamos con más frecuencia, y además en la colocación que nos resulte más cómoda.  En caso de que no haya ninguna barra visible para acceso al panel, también se llega a este desde el menú desplegable “Tools / Toolbars”.

Menú de Paleta

Este es otro tipo de Menús de aparición más reciente que potencia aún más las capacidades gráficas, o la facilidad de uso y adaptación a las preferencias de cada usuario.

Se accede cuando no están visibles mediante la orden “ToolPalettes”, ya sea directamente desde línea de ordenes o bien en el menú de persiana en ( Tools / Palettes ). Se basa en una estructura de panel flotante que se posiciona en cualquier punto de la pantalla, dispone de un borde lateral activo por el que se arrastran sosteniéndolo con el cursor pulsado y dispone de una cruz de cierre, un botón para su auto-ocultación bajo el borde activo y otro botón de “propiedades” además del nombre de la paleta o conjunto.

El panel además de desplazarse por la pantalla se puede redimensionar al estilo de las ventanas del S.O. y también puede ajustar su “transparencia”. Cuando el contenido del panel desborda su tamaño, se muestra automáticamente una barra de desplazamiento vertical que permite recorrer con facilidad el contenido. El panel puede contener un conjunto de varias paletas, que se muestran como solapas en el lado contrario del borde activo.

El botón de propiedades, o la pulsación de botón secundario en el borde activo, despliega un menú particular con toda la lista de paletas disponibles, y opciones para crear nuevas paletas,  eliminar las existentes o renombrarlas mediante los oportunos cuadros de diálogo. La pulsación de botón secundario sobre cada componente, accede a un cuadro que permite modificar o redefinir las macros asociadas o bien asociar nuevas imágenes de iconos desde archivos del S.O. También permite acceder al cuadro general de personalización de órdenes de AutoCAD para añadir de forma directa o con opciones particulares, cualquier otra que nos parezca oportuna.

Menú de Cinta de Opciones (Ribbon)

Este es el último “tipo” de Menú que se ha incorporado en la ultima revisión de aspecto general de AutoCAD, que se produce sobre la versión 2.009. Su presencia se puede invocar escribiendo directamente la orden “ribbon”, o bien desde el menú desplegable ( Tools / Plettes / Ribbon ). El cierre se muestra en un menú de contexto que aparece pulsando el botón secundario en alguna zona residual de la propia cinta.

La cinta inicialmente se muestra como una banda horizontal que recorre la parte superior de la pantalla justo debajo de barra de título y menú desplegable. Contiene una fila superior de solapas activas o “Tabs” que modifican todo el conjunto de la cinta. Dentro de cada cinta, esta se divide en un conjunto de “paneles”  que son extensibles mediante una pequeña flecha, pueden mostrar un título, y a su vez contiene un conjunto más o menos extenso de botones gráficos de diversos tamaños, listas desplegables de selección, y opciones anidadas en otros.

Los paneles normalmente agrupan ordenes relacionadas, al estilo de los menús desplegables o las barras de herramientas, y los “Tab”, suelen agrupar a su vez conjuntos enfocados a diferentes etapas del trabajo, “Salida” “Acotación” “Vistas”. La detención sobre los botones muestra el mismo tipo de etiquetas y ayuda que las barras de herramienta.

Este tipo de menú tiene un aspecto especialmente atractivo y unas prestaciones y característicos gráficas muy elaboradas que se van descubriendo y apreciando con el uso. La cinta (Ribbon) también puede soltarse del borde superior mediante una opción en el menú contextual propio, convirtiéndose en un panel flotante que puede mantenerse  como tal o empotrarlo en cualquiera de los bordes de la pantalla.


4 - Otros sistemas.

Variables internas de configuración.

Una de las formas en las que AutoCAD mantiene sus propias características, es un sistema de variables, en el que se almacenan una gran cantidad de datos, controlando distintos aspectos de comportamiento u opciones y alternativas de configuración.

El sistema de variables es extenso, pero tiene una gran facilidad de uso y las mayores dificultades se derivan únicamente del hecho de poder alcanzar una visión general de todo el conjunto disponible. La referencia sistemática se encuentra en el sistema de “ayuda”, como un apartado específico dentro del documento “referencia de comandos” tanto en su versión de pantalla como en el archivo PDF.

Dentro del “Sistema de Variables”, puede haber cosas tan dispares como el nombre del archivo de dibujo actual y su trayectoria o “path”, el resultado numérico de la ultima orden “área” que se ha procesado, las coordenadas del último punto designado sobre  la pantalla, o el control del sistemas de unidades, ya que las longitudes pueden estar configuradas en el modo decimal, o el anglosajón de “pies y pulgadas”, y las unidades de ángulos pueden estar definidas en grados, minutos y segundos, o en grados centesimales, siendo modificable también el sentido positivo de los ángulos.

La forma más básica para manejar el sistema de variables, es que cuando conocemos el “nombre” de la variable cuyo contenido nos interesa, podemos escribir directamente su nombre en la “línea de ordenes”, entonces el programa escribe a continuación su contenido actual, y nos da opción para escribir a continuación un nuevo valor que modifica el contenido, si es posible. (Obviamente hay algunas variables de “solo lectura” cuyo contenido NO es modificable)

Esta forma de operar tiene el inconveniente de recordar los nombres o conocer su existencia. Respecto a la primera cuestión, dentro del sistema de ayuda se encuentran relacionadas “todas”, agrupadas por orden alfabético y dentro de cada una se explica con claridad el “tipo” de dato que almacena, si se almacena en el propio archivo de dibujo o en un “registro” independiente o si es de “solo lectura”. Se incluye una explicación del contenido, y se detallan tanto los valores posibles como el comportamiento en cada caso.

En cuanto a la segunda cuestión, no tiene más alternativa que el conocimiento paulatino que se consigue con el aprendizaje y el uso cotidiano. En todo caso el manual de la “guía del usuario” va explicando perfectamente el comportamiento de todas las ordenes del programa, y siempre se citan y comentan las variables relacionadas. Cabe mencionar los estilos de acotación, como un repertorio particularmente extenso de variables que resulta interesante consultar para hacerse una idea de su alcance, ya que se localizan facilmente dado que todos sus nombres comienzan con la raíz "DIM.....".

Retroceso y corrección de errores.

Cuando se trabaja de forma rutinaria con autocad, las jornadas se van haciendo más pesadas y tediosas que cuando nos  acompaña la novedad de descubrir y aprender cosas nuevas. Esto nos lleva a una mayor frecuencia de pequeños errores o acciones involuntarias que realizamos antes de ser conscientes de ello, y a veces nos obliga a rehacer y modificar cosas.

Dado que el entorno informático es un mundo completamente virtual, es frecuente que los programas tengan algún mecanismo fácil de retroceso o marcha atrás, de forma que podamos deshacer con facilidad las últimas acciones realizadas. Dentro de AutoCAD, está configurado también ese mecanismo en forma de orden “undo” (deshacer) o en los botones de herramientas, como una flecha hacia atrás.

Cada pulsación de la flecha, deshace las acciones de una “orden”, y podemos retroceder sucesivamente hasta la última vez que se grabó el archivo en el disco. La herramienta suele ir acompañada de otra flecha desplegable que muestra una lista de todas órdenes revocables y podemos posicionarnos sobre una de ellas, deshaciendo todo el intervalo de una vez. Además del retroceso habitual, dado que a veces podemos sobrepasar el punto de referencia, existe otra orden “redo” (rehacer o flecha hacia adelante), que nos permite “reponer” la última orden que hayamos borrado en la secuencia anterior.

Otro de los posibles percances que suceden antes o despues, es el fallo de alimentación eléctrica cuando estamos en un ordenador fijo ya que cuando este se apaga bruscamente, los datos del el archivo de trabajo se encuentran en una memoria RAM que por ser volátil, se pierden irremisiblemente.

Con el fin de paliar estas situaciones, hay un par de características que nos pueden ayudar. La primera es un “salvado temporal” consistente en que el programa actúa en segundo plano “salvando” o escribiendo en el disco duro una copia del archivo de trabajo, de forma que posteriormente podamos recuperar lo realizado hasta ese momento. En el cuadro de dialogo “Opciones”, podemos configurar el intervalo de tiempo, o la extensión y carpeta para las copias de seguridad. Un intervalo oportuno podrían ser 10 minutos.

Además del salvado automático, que normalmente supone renombrar la extensión del archivo de  “*.ac$” al habitual “*.dwg” para poder abrirlo normalmente, también existe una orden “recover” (recuperar) que se encuentra en el menú ( File / Drawing Utilities / Recover ), y permite forzar la apertura de archivos de dibujo que se encuentran en el disco parcialmente dañados.

El hecho de que los archivos estén dañados en el disco se produce normalmente por apagados bruscos o por otras circunstancias, y supone que la secuencia normal de datos escritos este alterada, por lo que el programa nos lanza un mensaje de error al tratar de abrirlos. Esta orden fuerza un mecanismo de comprobación, más lento de lo habitual, que hace chequeos y comprobaciones internas de los datos, permitiendo en muchos casos recuperar archivos parcialmente dañados. También suele mostrar en una paleta específica, una  lista con las diferentes versiones recuperables y/o archivos de salvado temporal.

Refresco de pantalla y otras consideraciones.

Aunque en la actualidad la potencia de los sistemas informáticos es bastante sobrada para el trabajo habitual del programa, no siempre ha sido así, y en la concepción del programa queda alguna reminiscencia de  otras épocas. En particular me refiero a las diferencias entre “regenera” y “redibuja” o bien entre “congela” y “desactiva” cuando hablamos de capas.

En el primer caso son dos ordenes que aparentemente realizan la misma acción, que es la de refrescar la pantalla, eliminando ecos o restos que se muestran después de eliminar entidades o marcar y desmarcar objetos.

Cabe decir que internamente el programa con el fin de incrementar la agilidad gráfica, además de mantener la base de datos principal con la geometría correspondiente, en la que los cálculos se realizan operando sobre números reales o punto flotante, también almacena y utiliza un espacio virtual, más limitado al entorno de visualizan de la pantalla en cada momento, en que las entidades se representan con números “enteros” y lógicamente los cálculos necesarios son notablemente más rápidos y ágiles.

La diferencia entre ambas ordenes es que la primera opera solo sobre el espacio de números enteros y la segunda fuerza el calculo en punto flotante. Un efecto curioso de esta diferencia es el aspecto “poligonal” de algunos círculos.

En el caso de la gestión de capas también existe una diferencia  similar ya que al “desactivar” una capa, las entidades que contiene se siguen procesando, pero si en lugar de esto se “inutiliza” las entidades que contiene ya no se recalculan agilizando los regenerados. En todo caso estas diferencias que podían marcar diferencias, cuando las máquinas eran poco potentes, hoy en día se han convertido en mera curiosidad.


Capítulo 3 – ESPACIO y COORDENADAS

1 -  Uso de coordenadas. Definición de puntos, y distancias.

Como ya se ha dicho en capítulos anteriores, el trabajo cotidiano dentro del programa, se realiza sobre un espacio virtual que inicialmente se encuentra en “blanco” pero en todo caso mantiene un “sistema de coordenadas” cartesiano. Este espacio virtual es prácticamente “ilimitado”, siendo su única restricción, el rango o tipo de números que maneja el sistema operativo para definir las “coordenadas” de cada posición o elemento dentro de ese espacio virtual.

Es conveniente distinguir con claridad la diferencia entre ese espacio ilimitado, y el área que se visualiza en pantalla cuando se comienza un nuevo dibujo, la cual depende exclusivamente de la definición previa que se haya hecho en el dibujo prototipo o plantilla sobre la que hayamos iniciado el trabajo, o configurado por defecto. (“acad.dwg”, “acad.dwt”, “acadiso.dwt”, .. etc.).

Cuando se inicia cada dibujo, adoptamos implícitamente un “origen” de coordenadas, y comenzamos a situar elementos geométricos que nos permiten construir el modelo respecto a él, y vamos midiendo distancias o situando posiciones de acuerdo con los principios habituales de la geometría. Normalmente se adopta el eje X como horizontal, con su parte positiva hacia la derecha, el eje Y como vertical con su parte positiva hacia la zona superior de la pantalla,  situando el origen de coordenadas en la esquina inferior izquierda, y el eje Z perpendicular a la pantalla con su parte positiva hacia fuera, de acuerdo con el sentido “dextrógiro” X>Y>Z.

Cuando trabajamos habitualmente, lo  normal es que dibujemos un edificio o cualquier otro objeto de uso cotidiano. Los valores numéricos de sus dimensiones dependen del significado que asignamos a cada unidad de longitud que normalmente son “metros”, pero también podemos utilizar “kilómetros” o “milímetros”. Esta decisión junto con el tamaño del objeto que se dibuja, determinan el área que normalmente visualizamos en la pantalla, dependiendo del factor de zoom que aplicamos en cada momento.

La situación del “origen de coordenadas” es poco relevante a la hora de construir un dibujo, ya que es la “distancia” relativa entre las posiciones de sus elementos, la que define el tamaño del objeto y finalmente configura la geometría del mismo. El programa dispone  de un “icono” que representa la orientación del sistema de coordenadas en cada momento, y puede estar ubicado en la esquina inferior izquierda de la pantalla, o bien forzar su ubicación identificando la posición del origen de coordenadas.

Hay que advertir que en algún caso pueden darse circunstancias que generan desconcierto o confusión, como por ejemplo cuando al hacer un “zoom” sobre la extensión de un dibujo, nos encontramos prácticamente con una pantalla en blanco, aunque si nos fijamos con algo de detenimiento observamos cierto movimiento en un punto minúsculo y extraño situado por algún borde de la pantalla.

Cuando utilizamos dibujos procedente del ámbito de la cartografía, es común que estén “georreferenciados”, con arreglo a especificaciones como el sistema UTM, que divide la superficie del planeta en “husos” numerados hacia este y oeste, situando cada origen de coordenadas en la intersección entre el “ecuador” y el meridiano izquierdo que lo define. Eso supone que en esos archivos de dibujo, las coordenadas suelen ser números relativamente grandes, (valores de 300.000 a 4.700.000 expresadas en metros, para latitudes habituales en España).

Si hacemos un “zoom” sobre la “extensión” del dibujo normalmente se visualiza la hoja del mapa o plano con independencia del origen de coordenadas, no obstante si en algún caso hemos “insertado” mediante una referencia externa “XREF”, un archivo georreferenciado y luego dibujamos algún objeto, y posteriormente al volver a abrirlo en otra ocasión hemos perdido la trayectoria de la referencia, cuándo hagamos “zoom / extensión” se visualizará el contorno de nuestro objeto en su posición, pero también un “rotulo” de la referencia perdida situado precisamente en el “origen de coordenadas” y por tanto a la altura del “ecuador”. Naturalmente la visualización de todo el espacio comprendido entre el ecuador y nuestro objeto hace que circunstancialmente se pierda la percepción de los objetos dibujados.

Este problema aún puede acentuarse, si en la configuración de la orden “UNITS” o “unidades”, uno de los archivos se interpreta como “milímetros” o “pulgadas” y el otro en “metros”, ya que el dibujo insertado puede multiplicar sus dimensiones propias, por la relación entre las unidades predeterminadas en ambos archivos. 

Puntos y Distancias

La definición de puntos y/o posiciones gráficas, puede hacerse indistintamente marcando directamente mediante el ratón, sobre la posición que ocupa el cursor en cada momento, o bien escribiendo a través del teclado los valores numéricos de las coordenadas que definen la posición deseada. En este último caso, es preciso conocer y respetar la sintaxis correspondiente, pero en todo momento cuando una “orden” del programa espera la designación de un “punto” es perfectamente posible utilizar cualquiera de las dos formas, o sus variantes.

La sintaxis normal para escribir “puntos” en la “línea de órdenes”, es la de una cadena de dos ó tres números reales separados por comas: <“x.x,y.y,z.z”> sin espacios intermedios. La secuencia de números es interpretada en el momento que se pulsa la tecla “intro”, o bien la barra espaciadora, razón por la cual resulta incompatible la incorporación de “espacios” dentro de la secuencia.

Al escribir los números es posible “omitir” tanto la parte entera como la decimal,  pero el valor numérico siempre se interpreta como “real”. Si en la secuencia numérica solo se escriben dos números, estos se interpretan como coordenadas X e Y, y como valor para la coordenada Z, se adopta “cero”, o bien el valor almacenado en la constante “ELEV”.

El valor de las coordenadas numéricas que se definen por teclado, se interpreta como una posición absoluta respecto al origen de coordenadas, no obstante es posible definir posiciones “relativas” respecto al último punto que se haya designado, por cualquiera de las formas posibles, anteponiendo en la cadena el símbolo “arroba”, es decir “@x.x,y.y,z.z”. También es posible “alterar” esa notación de coordenadas para usar como referencia un sistema de “cilindricas” o “polares” solo con cambiar el separador de números, es decir la “,” (coma) por el signo “<” (menor que).

Cuando escribimos “M.M<a.a” El valor real “M.M” se interpreta como una “distancia” al origen de coordenadas” y el valor “a.a” se interpreta como el valor del “ángulo” en el plano horizontal. El origen de ángulos suele coincidir con el eje X pero se puede configurar mediante la orden “UNITS”, así como también el tipo de unidades angulares: grados sexagesimales, centesimales, radianes etc.. Si la secuencia es de “dos” números el valor de Z se adopta como en el caso anterior, pero también es posible escribir “tres” números “M.M<a.a<b.b” en cuyo caso el valor de “b.b” se interpreta como el ángulo en el plano vertical que pasa por el punto (coordenadas esféricas)

La definición de distancias requiere obviamente la designación de al menos dos puntos sucesivamente y se efectúa normalmente de una forma dinámica bastante intuitiva, ya que en la pantalla gráfica, se vincula una línea el elástica al primer punto designado, que se muestra en la pantalla hasta que queda señalado el segundo punto y definida la distancia correspondiente.

Para la definición de distancias fijas y precisas, el programa dispone de ciertos repertorios auxiliares como las “refent” o los “filtros” que se comentarán más adelante. No obstante un recurso bastante útil e inmediato, es el uso de “coordenadas relativas” que se acaba de comentar, ya que si después de haber señalado un primer punto, escribimos por teclado “@5.25,0”, estamos señalando otro “punto” que se encuentra exactamente a 5.25 unidades de distancia horizontal respecto al primero.

También es posible escribir en la línea de órdenes un solo número real, cuando el programa espera la entrada de una distancia o un segundo punto, de forma que el valor numérico aislado se interpreta como una “distancia” en unidades de dibujo, desde el punto señalado anteriormente y sobre la dirección apuntada por el cursor en ese momento. 

2 – Sistemas de coordenadas personales y globales

Hasta ahora hemos considerado puntos y coordenadas, en dos o tres dimensiones, pero siempre respecto a un “origen” único y común a todas las referencias.

Implícitamente dentro de las tres dimensiones espaciales que el programa maneja ( X,Y,Z ) existe una preponderancia de un “plano principal de trabajo” que normalmente es el “XY”, ya que la mayoría de entidades, salvo los puntos y segmentos individuales de línea, tienen una configuración propia, que necesariamente tiene que estar contenida en “un plano” cualquiera.
Por ejemplo, cuando definimos un rotulo de texto, este se sitúa sobre un punto que puede estar en cualquier posición del espacio, pero al configurar el “rótulo” las letras quedan orientadas “necesariamente” dentro de un plano paralelo al “XY” que pasa por el punto que acabamos de señalar.

El proceso normal de construcción y definición de la geometría, hace uso habitual de esa característica, de forma que los “datos” que se van solicitando en cada momento se simplifican, restringiendo la ubicación a ese plano principal, o bien a otro paralelo. Esto es así en parte porque la interfaz de pantalla es un espacio de solo dos dimensiones, y la designación gráfica de posiciones en 3D necesariamente tiene que implementar algún sistema que resuelva ese conflicto.

La forma de solventar el problema depende obviamente de la “filosofía” de cada sistema gráfico, y como ejemplo cabe mencionar el caso de SketchUp, donde se hace un manejo de las tres dimensiones bastante sutil y ergonómicamente elaborado, aunque también requiere una cierta información previa sobre las características y posibilidades menos frecuentes, además de un pequeño adiestramiento para lograr un uso eficaz.

En el caso de AutoCAD la opción adoptada tiene presumiblemente mucho que ver con un entorno del trabajo profesional, ya que en su mayoría los planos técnicos de uso habitual, se realizan normalmente en dos dimensiones, asegurando entre otras cosas, que la geometría de los objetos se muestra en “verdadera magnitud” y por tanto cualquier proceso para definir y/o comprobar sus dimensiones, resulta mas inmediato, simple y con menor riesgo de errores.

No obstante el uso de geometrías y modelos completos en 3D, con un control sobre el aspecto de los materiales y la iluminación, también es una herramienta imprescindible para mostrar el aspecto final, y poder transmitir a terceros, las ideas han servido para concebir un determinado proyecto.

Sistema de Coordenadas Personales:

En AutoCAD, la forma de poder orientar los objetos o entidades en cualquier dirección del espacio, se realiza con el uso de los sistemas de coordenadas particulares o personales, que el usuario puede definir a su propia conveniencia, de forma que puede “orientar” el plano de construcción “XY”, en cualquier dirección del espacio y a partir de ahí, definir y colocar cualquier objeto o entidad en dicha orientación, aunque el objeto en sí este contenido en su propio plano.

Esta característica lleva a considerar el sistema de coordenadas inicial, como “Sistema Global de Coordenadas” o coordenadas absolutas, de forma que siempre se puede volver a él desde otro cualquiera, y sobre él se definen los demás sistemas de coordenadas personales, o relativas.

El uso y la definición de los sistemas de coordenadas personales se realiza con la orden “UCS” directamente desde línea de ordenes o bien con “DDUCS”, a través del cuadro de dialogo correspondiente. También esta disponible en las distintas opciones de menú, con un repertorio amplio de alternativas inmediatas que facilitan algunas definiciones particulares del nuevo sistema. De todas formas el modo más completo o general para definir cualquier sistema de coordenadas, es la de “3 puntos”, de forma que al definir una secuencia de tres puntos en el espacio, se sitúa en el primero de ellos el nuevo origen de coordenadas, con el segundo punto se sitúa la parte positiva del eje X, y el tercero junto con los anteriores, define la parte positiva del nuevo plano XY.

Además de esta forma que resuelve el caso más general existen otras opciones más simplificadas e inmediatas dentro del menú habitual, como las de “Cara”, “Objeto” y “Vista”, que alinean los nuevos ejes con el tipo de entidad designada, o bien “Origen” y “eje Z”,  que en el primer caso reubica solo el nuevo origen manteniendo la orientación de ejes, y en el segundo ajusta el eje Z sobre un par de puntos. También hay opciones para girar ángulos determinados respecto a cada uno de los tres ejes. Otras dos opciones y quizá las de uso más común, son la de asignar un “nombre” al sistema de coordenadas personal, de forma que se pueda retornar a él seleccionando el nombre en una lista, y la de volver al sistema Global o Universal que además es la opción por defecto.
                                                                                                                                
Las opciones de la orden UCS, evidentemente se complementan con otras características para facilitar el movimiento del punto de vista, y a su vez la designación de los objetos, con el fin de poder trabajar cómodamente en 3D. Una de las ordenes tradicionales para este fin es “PTVIEW”, que permite designar cualquier punto del espacio, para representar la geometría mediante una proyección paralela, según la dirección que une el punto designado con el origen de coordenadas. Esa orden también dispone un grafico para la designación dinámica pero resulta algo complejo de uso ya que representa la superficie de una esfera con dos circunferencias concéntricas, de modo que la interior corresponde al hemisferio “norte” y el espacio entre las dos circunferencias al hemisferio “sur” o en otras palabras a una vista desde “abajo”.

Esta orden actualmente se encuentra obsoleta y en desuso. En la actualidad hay otros modos más intuitivos y directos para “mover” el punto de vista, como la orden “ORBIT”, que se encuentra también disponible en el menú contextual vinculado  al “ZOOM DINAMICO”, y que a su vez dispone de las variantes libre y restringida, según se mueva el punto de vista solo alrededor del eje ortogonal a la pantalla, o bien en cualquier dirección del espacio mediante una mira auxiliar.

Cuando se modifica el punto de vista, resulta útil la información que facilita el icono de orientación, el cual puede cambiar de aspecto con los estilos de visualización, y siempre representa la orientación de los ejes de coordenadas. Dispone de un “cuadrado” que se sitúa en el vértice si nos encontramos en el sistema “global”, el cual desaparece cuando pasamos a otro sistema personal o particular.  Cuando la proyección del espacio no es plana, también los ejes que constituyen el cursor se visualizan con un código de color “rojo” para el elje X, “verde” para el Y y “azul” para el Z.

Otra orden que resulta útil cuando queremos volver a la proyección ortogonal del plano XY, en la orden “PLAN” o “planta”, que con una pulsación de confirmación, nos devuelve a la representación ortogonal del plano XY referida al sistema de coordenadas en curso.

3 – Consideraciones sobre el trabajo en 3D y/o 2D

Ya se ha mencionado de forma somera en el tema anterior, alguna diferencia entre el trabajo técnico habitual, en dos y tres dimensiones. No obstante parece oportuno comentar algo más la diferencia entre ambos planteamientos a la hora de abordar el trabajo técnico con las herramientas informáticas que ponen a nuestro alcance los ordenadores actuales.

Aquellos que hemos desarrollado una cierta edad en el ejercicio profesional, desde unos orígenes basados en el trabajo manual dentro de los estudios, y hemos asistido en primera fila al drástico cambio que ha supuesto la incorporación de las herramientas informáticas, hemos asistido paulatinamente a una curiosa e interesante confrontación, entre las “promesas” y “tendencias” que nos podían alcanzar en poco tiempo, y la vertiginosa evolución “real” que íbamos observando.

Evidentemente muchos de los “vaticinios” de evolución inmediata, han ido fallando inexorablemente, y sin embargo otros aspectos que casi nadie vaticinaba, acaban imponiendo cambios aplastantes. En este sentido cabe mencionar  a modo de ejemplo el uso de la telefonía móvil, cuando esta se consideraba una herramienta de gran utilidad en ámbitos profesionales, pero que sin embargo fue esa ansiedad y preocupación tan femeninas hacia los hijos adolescentes, la que introduce el artilugio en sus bolsillos sin la menor contemplación, y acarrea un resultado espectacular sobre los SMSs, que jamás habían  “vaticinado” las grandes compañías de telefonía móvil.

En los primeros momentos que aparecen sistemas informáticos relacionados con el ámbito profesional de la arquitectura y la edificación, estos se dedican a tareas auxiliares en consonancia con la gran capacidad para el calculo numérico “calculo de estructuras” y facilidad en el manejo de bases de datos, “elaboración de presupuestos y mediciones”. Esa etapa se desarrolla a lo largo de la década de los 80s, en la primera mitad de forma testimonial y en la segunda con una relativa pujanza, que al final de la década acaba arrinconando la  vieja “maquina de escribir”.

Al comenzar la década de los 90s, aparecen ya los primeros “iniciados” que conocen el programa “AutoCAD”, y también ordenadores más potentes, monitores y tarjetas gráficas especiales, y por supuesto el correspondiente “plotter” (..de plumillas), que se convierte casi de inmediato en el verdadero “artilugio” con capacidad para convencer a cualquier “escéptico”, y de paso admirar y aterrorizar a delineantes  recién salidos de la formación profesional, que habían proyectado sus expectativas, en la destreza con el dibujo manual.

Ya en aquellos momentos se “oían” algunos debates o discusiones de “barra de bar”, entre arquitectos iniciados, sobre la “revolución” que se avecinaba, dando casi por sentado el hecho de que en un futuro más o menos próximo, el dibujo de un proyecto arquitectónico, se abordaría  construyendo el modelo completo en “tres dimensiones”, con la promesa de una visualización fácil e inmediata desde cualquier punto de vista, y de tal forma que los planos tradiciones (plantas, alzados y secciones) serían solo el resultado de definir sus posiciones en el modelo, dejando al sistema informático la tediosa tarea  de gestionar la “elaboración automática” de aquellos planos que fuesen necesarios. (.. por cierto, ¿alguien recuerda la oficina sin papeles? )

Evidentemente aquel paradigma incluso en origen, pecaba de ilusorio y optimista, y aquellos vaticinios han sido archivados en el “anecdotario”. No obstante se sigue observando ocasionalmente un brillo especial en la mirada de algunos jóvenes, que se acercan a este mundo a través de un aprendizaje ilusionado y ansioso, y si se escucha con atención, se oye galopar su imaginación con el afán de dominar la navegación por ese nuevo mundo virtual de geometría espacial y modelos informáticos.

Obviamente la capacidad de seducción que genera la posibilidad de examinar desde cualquier punto de vista, o hacer un recorrido a través de un modelo virtual del edificio que hemos imaginado, incluso con el aspecto de sus materiales o una iluminación sofisticada, resulta especialmente cautivadora, y ha supuesto un avance indiscutible que poca gente podía imaginar hace poco más de veinte años, cuando la única aproximación a este mundo, era una laboriosa construcción de maquetas.

Esa gran capacidad de seducción también tiene el riesgo de desbocar la imaginación con un optimismo excesivo, que se puede manifestar desde un manierismo exacerbado en las formas que se proyectan, hasta el oportunismo mediocre y profano que trata de reemplazar un trabajo serio de “arquitectura” mediante sistemas informáticos y presentaciones deslumbrantes. Una vez glosados los elogios hacia las “tres dimensiones” y a ese nuevo mundo de posibilidades deslumbrantes, cabe hacer algunas “advertencias” si queremos dejar las cosas en su sitio.

En primer lugar hay que decir que el trabajo en “tres dimensiones” es intrínsecamente más complejo y por tanto laborioso y costoso en dedicación, tiempo y recursos. Por otra parte la utilidad que tiene los “planos” que se incorporan en ese documento que llamamos “proyecto técnico”, es la de servir de base tanto para la ejecución de las obras de construcción, como para dejar constancia previa, documentada y verificable, de aquello que se trata de construir, justificando los requisitos que condicionan las autorizaciones competentes.

Obviamente los dibujo en “dos” dimensiones (plantas, alzados y secciones) resultan más fáciles de elaboración, pero también tienen otra gran utilidad,  y es el hecho de que las dimensiones de los objetos que representan se encuentran en “verdadera magnitud”, es decir que se pueden medir, verificar o comprobar distancias, sobre el dibujo de forma directa sin otra consideración que la “escala” del dibujo.

Cualquier estudiante de geometría, sabe que para representar objetos espaciales en una superficie plana es necesario algún tipo de proyección, y aunque en todo caso exista una relación que permite determinar distancias y posiciones con rigor matemático, en el caso de las proyecciones cónicas las “distancias” se distorsionan en función de su posición respecto al eje de proyección, y en el caso de las proyecciones paralelas, aunque la distorsión se mantenga constante a lo largo de cada dirección,  también varia en función de estas, por lo que cualquier comprobación de posiciones o distancias en un “plano” dibujado en perspectiva, se convierte en una tarea con una “complejidad matemática”, que lo deja fuera de ese tipo de uso.

Evidentemente y como conclusión a estas consideraciones, creo que cabe “vaticinar” sin temor a equivocaciones sobre la evolución del futuro, que el uso de los “planos” para la construcción de obras y otro tipo de objetos, se seguirá realizando en dos dimensiones (o sistema diédrico de proyección) durante muchas generaciones sucesivas.

Llegados a este punto y aunque solo sea por redundancia, cabe recordar aquellas “láminas de dibujo”, que se estudiaban en las escuelas de arquitectura del siglo XIX, sobre “estereotomía de la piedra”, en las que se mostraban métodos geométricos, para el trazado de las formas mediante el “abatimiento” de planos, desarrollos en verdadera magnitud, y métodos parecidos, que luego permitían construir las “plantillas” y “baiveles” que guiaban a los canteros en la fabricación de “sillares” y “dovelas” de piedra, que cuando eran “levantadas” y “colocadas” con esfuerzo considerable, tenían que encajar entre si con la exactitud suficiente para asegurar la estabilidad del conjunto.                                                 

4 - Ordenes de consulta.

Dentro del amplio repertorio de órdenes que se incluyen dentro del AutoCAD, hay varias que se utilizan como consultas de diverso tipo sobre la información que se va incluyendo en el archivo de dibujo. Normalmente se agrupan por su propia función en una barra de menú, panel o agrupación específica.

Dentro del los menús de persiana en la columna “Tools (Herramientas)”, se encuentra una entrada “Inquiry (Consulta)” en la que se agrupan: “Distance (Distancia)”, “Radius (Radio), “Angle (Angulo)”, “Area (Área)”, “Volume (Volumen)”, “Mass Properties (Propiedades de Masa)”. “List (Lista)”, “ID Position (Posición). “Time (Tiempo)”, “Status (Estado)”, “Set Variable (Variables)”.

Distance (Dist)
Se trata de una orden que sirve para medir distancias dentro del dibujo. Cuando se ejecuta la orden, el sistema lanza un primer mensaje solicitando que señalemos un primer punto, a continuación, solicita un segundo punto y presenta la información del resultado que recopila la distancia y el ángulo entre los puntos señalados, y el valor de las componentes en ambos ejes.

La designación del segundo punto mantiene la visualización de un cursor elástico vinculado al primero que resulta muy útil, y la información se presenta en la línea de órdenes, o en la pantalla de texto (ocupa varias líneas), o bien si tenemos activada la “entrada dinámica” se presenta en la pantalla de forma mucho más clara.

La orden también dispone de la opción “múltiples puntos”, en la que se puede entrar escribiendo en la línea de ordenes, antes de designar el punto, la “letra mayúscula” y un espacio a continuación. En este caso va presentando los datos parciales de una sucesión de segmentos, y el valor acumulado. También permite medir la longitud sobre el desarrollo curvo de “arcos” eligiendo la opción correspondiente.

Radius (Radio)
En este caso es una opción dentro de una orden “Measuregeom (Medirgeom)”. Se accede a ella a través de distintas opciones personalizadas según cada tipo de menú. Cuando se ejecuta esta opción, el sistema mediante un mensaje solicita la designación de un circulo, o un arco, y a continuación presenta como resultado los valores del radio y el diámetro en unidades de dibujo.

Angle
Se trata de otra de las opciones de la misma orden. En este caso al entrar en la opción, se desarrolla otro submenú con cuatro opciones, Arco, Círculo, Línea ó Designar vértice, que permite designaciones directas de arcos o bien combinaciones de círculos, posiciones y/o líneas, hasta definir un ángulo, dado como resultado un mensaje con su valor en las unidades configuradas.

Area
En este caso al igual que con distancia, existe una orden independiente y directa, aunque también funciona integrada dentro del conjunto anterior.

Las opciones disponibles permiten designar distintos tipos de objeto de forma directa, o bien señalar gráficamente una sucesión de puntos. Finalmente con un mensaje sobre la línea de órdenes o por la entrada dinámica, se presentan los valores de área y perímetro en unidades de dibujo. Los objetos reconocibles en esta orden son los círculos, polígonos y polilíneas abiertas o cerradas, regiones y sólidos.

Dentro de las opciones particulares se encuentran además modos “adictivo” y “sustractivo” de forma que se permite designar una sucesión de objetos, presentando sucesivamente los valores acumulados, como suma o resta, hassta que cortamos la secuencia con una respuesta nula o “intro”.

En el caso que el objeto designado sea una región se debe tener en cuenta que pueden tener huecos, en cuyo caso se descuentan automáticamente, que se identifican con un sombreado temporal, y en el caso de objetos “sólidos” los valores dados corresponden a la suma de superficie de todas sus caras.

Volume
Es otra opción integrada en “Measuregeom”, y funciona prácticamente igual que la de Área, con la diferencia que cuando designamos entidades planas, finalmente se solicita una “altura” que también puede ser un valor numérico designado por teclado.

Mass Properties
En este caso es una opción que solo funciona sobre objetos de tipo “región” o sólidos, aunque en este caso suministra un conjunto de información mas ámplia y sofisticada, como es Masa, Volumen, Centro de Gravedad, y momentos de inercia en los tres ejes del espacio.

La información en este caso se presenta en la ventana de texto, y el sistema nos da la opcion para escribirla en una archivo de texto plano, facilitando el nombre oportuno.

List
Esta es otra orden que funciona con la designación de cualquier entidad del dibujo y a continuación suministra en la ventana de texto, toda su información asociada en forma de datos, la cual varia dependiendo de cada tipo de entidad. Suele incluir datos como nombre de la capa, color, tipo de línea, coordenadas, longitud etc.

De todas formas con la orden “Properties (Propiedades)” se consigue algo parecido aunque presentado en un cuadro de paleta, en lugar de la ventana de texto

ID Position
Esta es otra orden que una vez ejecutada, a traves del mensaje del sistema solicita que se designe un “punto” y a continuación presenta el valor de sus coordenadas en el sistema actual.

Time
Esta orden opera presentando en la ventana de texto, el momento actual con fecha y hora, y tambien el momento de creación del archivo de dibujo, el de la última actualizacion, y el tiempo transcurrido. Incluso con las opciones oportuno, permite definir un contador de tiempo parcial y reseteable vinculado al archivo de dibujo. 

Status
Esta es otra orden que presenta informacion en la ventana de texto correpondiente al archive de dibujo en curso, como el número de entidades que contiene, lo valores de capa, color, tipo de linea actuales, etc.

Set Variable
En este caso se puede escribir como “Set” en la línea de ordenes, y el sistema responderá con un mensaje, solicitando el nombre de una de las variables internas del sistema, en cuyo caso mostrará el contenido de su valora, facilitando en su caso la posible modificación del mismo.

No obstante en lugar de dar un nombre concreto, admite una la “?” como opción, y luego la escritura de plantillas, como por ejemplo “dim*” en cuyo caso se presenta en la ventana de texto, la lista de todas las variables que se ajustan, a esa plantilla.

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