Los agradecimientos
Hoy acabo de releer lo que yo mismo escribía al
iniciar este “blog”, tanto en las notas que me servían a modo de currículo,
como en la “presentación” donde manifestaba
algunos temores e incertidumbres, junto a un reconocimiento del empuje y
el ánimo que ejercían mis hijos, que en un momento dado consiguen que me lance
a esta nueva aventura de escribir en un “blog”. Desde aquí quiero reiterarles
el reconocimiento y agradecer públicamente su insistencia.
Una vez cumplida la primera etapa de aquella
intención manifestada como: escribir un “curso básico” sobre el uso del
“AutoCAD”, me parece oportuno hacer un pequeño repaso de lo que ha sido esta
nueva experiencia.
En primer lugar decir que Raúl tenía razón en
aquellas charlas y que durante esta nueva etapa, he podido confirmar plenamente
que aquel rechazo inicial, se debía solo a mis propios miedos y temores
respecto a lo desconocido, y a las inseguridades que genera el compromiso para
escribir de forma periódica y constante algún contenido que pueda interesar a
otras personas.
Desde luego aquellas dudas se han desvanecido
completamente. Por un lado a medida que se llevan a la practica las ideas e
intenciones iniciales, que al principio son demasiado generales pero luego se
afianzan y concretan paulatinamente a medida que las escribes, y decides con
más criterio el alcance y la estructura de su contenido, con lo que va tomando
forma el objetivo final de una forma más coherente y tangible. Al mismo tiempo
se van apreciando los resultados prácticos, a través de las visitas que
observas en la página, lo cual ha resultado especialmente gratificante.
También me ha sorprendido enormemente la difusión del
“blog”. Es cierto que el alcance de Internet es mundial y se habla hasta la
saciedad de “aldea global”, pero una cosa es comentarlo desde la barrera, y
otra diferente verte tú mismo escribiendo cosas que realmente por la
experiencia cotidiana, sabes que son demasiado específicas y técnicas para
despertar interés en la mayoría de la gente a tú alrededor, y por otra parte
esa pequeña minoría que sí podría estar interesada, tiene que encontrarse tan
dispersa y lejana, que la probabilidad de que acaben leyendo lo que tú escribes,
te resulta completamente remota e ilusoria.
Otra de las cosas que me ha sorprendido más
gratamente es el hecho de que al menos un tercio de las visitas sean de ámbito
internacional, y también el paulatino pero constante incremento en la difusión,
que a medida que avanzaba y se incrementa el contenido en el “blog” se iba
haciendo más constante y permanente. Por todo ello, quiero “manifestar públicamente” mi más
sincero agradecimiento a todos aquellos que de forma continua o esporádica
hayan decidido leer este “Bolg”. Espero sinceramente que los conocimientos
sobre “AutoCAD” que yo haya podido transmitir, les sean particularmente útiles
y provechosos.
El Capítulo
Una vez expresadas estas consideraciones, me gustaría
comentar algo más sobre le título de esta entrada, y también algunas
intenciones para el futuro más inmediato respecto al contenido del “blog”.
En relación al título, me gustaría llamar la atención
sobre el término “capítulo”,
ya que es un término que dentro del curso se ha utilizado con frecuencia para
referirse a las partes que van configurando el conjunto del curso y se han
utilizado como solapas en el resumen. Por otra parte en el lenguaje habitual,
este término se emplea normalmente con ese mismo significado para referirse a elementos
o partes que componen un libro, novela o texto más amplio. También se emplea en
leyes, reglamentos y textos legales, junto con otros elementos como “títulos”
y/o “secciones”, con el fin de estructurar rigurosamente el texto, que por la
naturaleza de su contenido tienen que estar perfectamente indexado, para hacer
las oportunas referencias al contenido, sin
ningún tipo de ambigüedad.
Además del significado habitual que acabo de
comentar, podemos encontrar otro más antiguo y curioso que me llamó la atención
la primera vez que lo conocí, y que habitualmente pasa desapercibido para una cierta
mayoría de la gente, salvo aquellos que tengan una fuerte relación con alguna
congregacion religiosa, y es que el término “capítulo” también se puede referir a cierto tipo de
reuniones o asambleas de las congregaciones religiosas.
De hecho probablemente este nuevo significado sea
bastante más antiguo y original que el empleado habitualmente.
Conviene recordar expresiones como “llamar
a capítulo”, “recapitular”,
“sala capitular” .. etc. y
también relacionarlo con otros términos como “capo”, “capitán”
.. etc.
Simplemente consultando Wikipedia ya nos encontramos
ambos significados, y también ciertas referencia de que los “capítulos” de las ordenes
religiosas tenían un alcance un tanto singular, ya que servían para acordar
dentro de la congregación mediante una “asamblea” perfectamente convocada y
organizada, el establecimiento de “normas” o “reglas” que afectan y vinculan al
funcionamiento de toda la comunidad, o bien establecer fines y objetivos de
carácter colectivo, con vigencia hasta el siguiente capítulo sin que nadie
tenga capacidad para poder alterarlas fuera del mismo. Este también tiene
funciones “jurisdiccionales” dentro de su propio ámbito, que suponen la capacidad
para juzgar y sentenciar actos o comportamientos de sus miembros, lo que
explica cabalmente la frase: “llamar a capítulo”.
Probablemente el significado
del término que hoy empleamos de forma cotidiana, pueda tener su origen en los
textos o actas donde las antiguas congregaciones religiosas, resumían y
plasmaban el contenido de sus "capítulos" o asambleas.
Volviendo al titulo de esta
nueva entrada, para un “blog” que ningún fraile medieval hubiese podido
imaginar en los tiempos antiguos, se ha elegido con el fin de manifestar de
alguna forma esa intención de reiniciar la nueva etapa, actualizando unos fines
y objetivos que sirvan de guía para el trabajo cotidiano que se pretende desarrollar.
El futuro
Como previsión para un
futuro próximo, evidentemente hay que establecer nuevos fines y objetivos que
puedan servir de guía para una tarea que por su cotidianeidad, puede caer con
relativa facilidad en el tedio o el desánimo y volverse demasiado errática o
irregular para poder mantener un mínimo sentido de utilidad y coherencia.
Una vez reconocido lo
gratificante de haber concluido este “curso básico”, parece oportuno por un
lado avanzar sobre esta línea de estrategia, desarrollando aplicaciones
prácticas del AutoCAD en los trabajos de arquitectura, como pueden ser:
sistemas de archivo general para localizar con facilidad proyectos antiguos,
diferenciar versiones, distribuir el sistema de archivos de dibujo para
organizar un proyecto determinado, adoptar un sistema de capas en función del tipo
de trabajo, organizar un repertorio de bloques o dibujos auxiliares, configurar
plantillas de dibujo, u organizar el sistema de “planos” en un proyecto .. etc.
Además de desarrollar esta
línea, que podríamos denominar “complementos” sobre el trabajo de arquitectura
con AutoCAD, también me gustaría romper la estricta linealidad que se ha
mantenido vinculada al objetivo de concluir el curso, de forma que los diferentes
temas se vayan abordando con mayor diversidad, intercalando otras cuestiones de
ámbito general sobre puntos de vista más personales o generales, en relación
con la arquitectura, el urbanismo, o el trabajo cotidiano.
Aparte de estos fines e
intenciones, también parece oportuno tratar de refundir el contenido del curso
actual, reagrupando el sistema de entradas y solapas de una forma algo más
práctica y condensada, ya que las doce solapas actuales parecen demasiadas, y
también se pretende elaborar una versión del curso más académica y formal, que incluya
otros complementos y ejercicios, además de un sistema de cuestionarios con seguimiento
a través de la plataforma “MOODLE”, aunque en este caso se trataría de un
versión independiente y de pago, aunque complementaria al “Blog” actual que seguirá
manteniendo disponible todo su contenido actual.
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