La interfaz
de usuario
Una de las características que siempre ha tenido
AutoCAD desde las primeras versiones, es su gran capacidad y flexibilidad, para
poder modificar la “interfaz” de usuario, adaptando esta a las necesidades o
preferencias personales de cada uno.
El concepto de “interfaz”, básicamente se debe
considerar como el aspecto y configuración que tiene la pantalla o ventana del
programa, durante el proceso de trabajo habitual, que es a través de la que
vamos cargando, seleccionando o ejecutando las órdenes que deben actuar en cada
momento, además de incorporar o definir los datos de cualquier tipo, con los
que vamos construyendo nuestro archivo de trabajo.
Normalmente en las primeras versiones del programa la
interfaz de usuario estaba constituida por un área de menús, situada en la
parte derecha de la pantalla y una pequeña zona inferior para la línea de
comando con capacidad para tres o cuatro líneas de texto. El resto de la
pantalla estaba ocupada por el área gráfica donde se visualizaba el dibujo que
íbamos construyendo. También disponía naturalmente de una barra de título y otra
de estado, donde se mostraba la información correspondiente.
El repertorio de órdenes y comandos que ha tenido
disponible el programa desde sus primeras versiones ha sido muy extenso, por lo
que los menús de comando tenían que disponer de algún mecanismo o sistema que
permitiera ordenar racionalmente ese gran repertorio, con una estructura
“anidada” o de cualquier otro tipo, para poder alcanzar tanto las diferentes
“ordenes” del programa como las opciones o alternativas para la ejecución para
cada una.
Por otra parte la extensión y repertorio de órdenes
que se encuentran disponibles en un programa de propósito general como este, es
singularmente amplio aunque sin embargo a la hora de realizar el trabajo
cotidiano muchas de sus características y opciones, son formas alternativas para
realizar tareas similares. Ello supone que cada usuario se va acomodando por
una parte a utilizar solamente algunas órdenes con las que se siente más cómodo
y por otra parte las peculiaridades de cada trabajo concreto, también
contribuyen a que haya ciertos conjuntos de órdenes o alternativas que en la
práctica cotidiana son poco utilizadas. El programa también permite con
relativa facilidad adaptar o acomodar el uso de distintas órdenes u opciones, a
un comportamiento diferente en función del uso particular, o los gustos de cada
usuario. Todo esto es la base de la “personalización” del programa.
La personalización desde las primeras versiones, se desarrollaba
mediante archivos [ *.MNU ], que estaban configurados como archivos de texto
ASCII plano, que se podían editar o modificar mediante editores como “notepad”,
o cualquier otro que no intercalase dentro del contenido, sus propios códigos. El
programa se suministraba siempre con un archivo denominado “ACAD.MNU”, que se
iniciaba por defecto en el arranque y contenía la estructura inicial de los
distintos menús, que configuraban la interfaz, tanto de la pantalla como la
tableta digitalizadota, o la pulsación de los botones del ratón.
La estructura interna de esos archivos esta dividida
en secciones, donde se escribe mediante sucesivas líneas de texto, el término
que debe mostrar el menú encerrado entre corchetes, y a continuación las
órdenes u opciones del programa exactamente igual que si se estuvieran
escribiendo mediante el teclado en la línea de órdenes. Dentro de las
instrucciones que se pueden escribir también se incluye cualquier rutina de
“AutoLISP”, ya sea escrita directamente o bien a través de la carga de archivos
escritos en ese lenguaje, que el programa “interpreta” en tiempo real, con lo
que las posibilidades para ampliar o personalizar cualquier comportamiento de
nuevas órdenes u opciones mediante un menú añadido con ese mecanismo, no tiene
más limites que la propia imaginación.
Evidentemente tanto la depuración como la necesidad
de comprobar que las rutinas funcionan con arreglo a las previsiones, constituyen
una parte muy importante de todo este proceso. El programa en las versiones
anteriores, permitía cargar módulos o partes que podían estar distribuidos en
varios archivos con la extensión MNU, no obstante a partir de la versión de
2.006 se produce un cambio profundo, implantando el uso de un nuevo cuadro de
“Interfaz de personalización”, que se complementa con el manejo de un nuevo
tipo de archivos [ *.CUI ] ó [ *.CUIx ], que a fin de cuentas son archivos de
tipo XML, en los que se centralizan y gestionan todos los datos de
personalización que antes estaban en los archivos MNU, y que son actualizados
de forma automática por el programa, evitando la modificación del archivo por
el usuario mediante un editor.
El cuadro
de Personalización.
Los antiguos archivos MNU, se pueden incorporar
perfectamente en la nueva estructura, pero los archivos CUI, ya no son
modificables mediante el editor de texto, sino que el programa incorpora una orden
que despliega en pantalla un “cuadro de personalización”,
desde el que se accede a todas las ordenes y opciones, cuyo contenido puede ser
editado y modificado dentro de ese cuadro, a gusto de cada uno. Finalmente
cuando se cierra el cuadro, el propio programa realiza internamente la
actualización del correspondiente archivo CUI con las modificaciones realizadas.
El cuadro de personalización, se encuentra dividido
verticalmente en dos partes, y dispone a su vez de otras dos solapas que
controlan los estados alternativos de “Personalizar” y “Transferir”. La
diferencia entre ambos radica en el uso del panel derecho, que en el caso de
“Personalizar”, sirve para ir abriendo detalles o componentes de los elementos
y nodos que se van seleccionando en el panel principal de la izquierda. En el
caso de la opción “Transferir”, el panel derecho se utiliza para abrir, guardar
o configurar archivos parciales.
El panel principal situado a la izquierda, muestra
inicialmente una estructura en “arbol”
que contiene todos los elementos personalizables del programa. Cuando se
encuentra activo el modo “transferir” solo se muestra la estructura del arbol,
y permite “copiar” o “trasladar” entre ambos paneles cualquier elemento o rama
de la estructura, con la pulsación sostenida del ratón.
Cuando se encuentra activo el modo “personalizar”, la
estructura se complementa en la parte inferior con un cuadro que muestra una
lista completa de los comandos disponibles. A medida que se van marcando o
abriendo los distintos nodos del árbol o bien los comandos de la lista
inferior, el panel derecho va mostrando un texto aclaratorio sobre la función
de cada uno, o bien los componentes detallados que configuran el elemento, y que
son mostrados en campos de texto para que se pueden modificar y/o reescribir oportunamente
sobre el panel derecho.
La estructura completa del árbol es bastante amplia y
compleja por lo que lleva cierto tiempo familiarizarse con el conjunto, pero
resulta muy fácil y cómoda de manejar. Uno de los primeros nodos de la
estructura en árbol, es la de “espacios de trabajo”, que constituyen la
herramienta básica para poder gestionar distintas configuraciones de
personalización.
Los “espacios de trabajo”, constituyen la forma de
guardar o recuperar una determinada configuración o aspecto de la Interfaz de usuario o
espacio de trabajo. A fin de cuentas no son mas que “etiquetas”, que genera el
propio usuario, y que almacenan y por tanto permiten recuperar posteriormente
un determinado aspecto de la interfaz de usuario, en la que se visualizan y
colocan en las distintas zonas de la pantalla los menús de barra, persiana,
cinta o paletas, que usuario tuviera desplegados en la pantalla, cuando ha
creado o actualizado esa etiqueta o nombre concreto.
El programa suministra por defecto cuatro espacios de
trabajo que corresponden con otras tantas configuraciones de la interfaz,
concebidas para facilitar el trabajo básico de dibujo y anotación en dos
dimensiones, o bien un par de variantes para trabajo de modelado en 3D, y otra
más para evocar el aspecto clásico del AutoCAD.
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