REPESCANDO
EL BLOG
El día 23 de Junio del año pasado se subió la
última entrada disponible en este “blog”, lo que supone unos diez meses sin nueva
actividad en el mismo. Sin embargo la página ha seguido registrando visitas con
un rito destacable, de forma que incluso en este periodo de diez meses se han
registrado tantas visitas como a lo largo de toda la época anterior.
En el último periodo resulta destacable el
número de visitas procedentes de Sudamérica y en particular de Méjico y Argentina.
A la vista de las entradas consultadas, destacan los temas sobre “AutoCAD” y particularmente
algunos relacionados con el manejo de los sistemas de coordenadas en el espacio,
lo cual representa para mí una gran satisfacción, ya que confirma el relativo acierto
de la idea inicial para su desarrollo.
Por otra parte me gustaría agradecer la
confianza y respaldo que suponen estas visitas, y desde luego, quiero animar a
cualquier visitante que tenga el menor interés por aclarar alguna duda, para
que pueda hacer una consulta directa con toda confianza, ya sea por email u
otro medio, manifestando el compromiso de atenderla con mucho gusto.
Dentro de esta nueva etapa que se inicia para
seguir ampliando el “blog”, voy a separarme del ámbito estrictamente
profesional, para abordar otros temas que puedan resultar más curiosos o
divertidos, y sin ir más lejos voy a tratar en esta ocasión sobre la
“cosmología”, que para mí siempre ha resultado muy interesante y atractiva. El
tema que quiero desarrollar a continuación se refiere a la “escala” y los “tamaños
relativos” dentro del “Universo”.
LA
ESCALA DEL UNIVERSO
Cuando se escuchan
referencias en la prensa general, sobre algunos aspectos del “universo”, las
distancias y tamaños se encuentran en escalas tan poco habituales, que resultan
demasiado frecuentes los errores sobre el número de “ceros”, miles por millones
o viceversa, todo ello a su vez complicado con otro par de circunstancias, como
la diferencia entre los “billones”, (nueve ceros) en el ámbito americano y (doce
ceros) en el europeo, o el hecho de que la gente del mundo del periodismo tenga
en su mayoría una formación de “letras”, que adolece de cierto desinterés hacia
los números, las fórmulas y las matemáticas.
Por otra parte cuando
se habla de referencias en el “universo”, los números que representan las
distancias y los tamaños son tan grandes que en seguida pierden cualquier
significado relativo entre sí. La mayoría de la gente “desconecta” su capacidad
intelectual para interpretar ninguna comparación entre esas magnitudes, y
automáticamente se incorporan a un fondo de saco donde se almacenan “cosas
grandes y lejanas”, desconectadas completamente del mundo cotidiano.
Uno de los mecanismos
básicos que nos sirven para asimilar y comprender tamaños, distancias o
magnitudes, es obviamente la “comparación” con referencias que nos resultan más
conocidas o habituales. Como ejemplo se puede citar las distancias en los
desplazamientos, ya que si estamos habituados a realizar de forma cotidiana un
desplazamiento de 50Km, es inmediato saber que un nuevo desplazamiento de
100Km, va a requerir el doble de tiempo o de velocidad, aunque sigue siendo asequible
con los mismos medios, pero sin embargo otro desplazamiento de más de 500Km, requiere
unos recursos diferentes ya sea por tiempo o por medio de transporte.
Obviamente el
razonamiento anterior se mueve en al ámbito de la perogrullada, pero sin
embargo creo que son ese tipo de asociaciones y mecanismos básicos, los que
precisamente se pierden irremisiblemente cuando se habla de distancias en el rango
del “universo”.
Si hacemos un pequeño
repaso de distancias y magnitudes significativas, podemos recordar que la
propia dimensión o tamaño total del universo, se ha establecido después de las
últimas teorías, (materia y energía oscuras) en unos 13.800 millones de
años-luz (AL). Por otra parte el tamaño de la galaxia en la que nos
encontramos, “La Vía Láctea” es de unos 100.000 años-luz. La propia Vía Láctea
está considerada como galaxia gigante, lo que supone decir que es una de las
grandes, que a su vez mantiene vinculadas mediante órbita gravitatoria,
diversas galaxias enanas de un tamaño bastante menor. Como referencia de tamaños,
la mayor galaxia conocida IC-1101, tiene unos seis millones de AL (años-luz).
Además de la Vía
Láctea, Andrómeda es otra galaxia similar y cercana aunque con el doble de
masa, que se desplaza en dirección a la nuestra por lo que en un futuro ambas
tienen que encontrarse y chocar entre sí, lo cual supone que las dos se juntan
y mezclan alterando su forma por la influencia de los campos gravitatorios
mutuos, para finalmente formar una sola entidad con un campo gravitatorio
único. La distancia actual entre ambas es de unos 2,2 millones de AL
(años-luz).
La unidad de
distancias que estamos manejando, es el “año-luz” o lo que es lo mismo, la
distancia que recorre la luz durante un año. Dado que según los principios
básicos de la física, esa velocidad es constante bajo cualquier circunstancia,
resulta una definición oportuna ya que relaciona distancias y tiempos a escala
cósmica, y si consideramos que el propio universo se expande a la velocidad de
la luz, tenemos que coinciden su edad y tamaño.
Si queremos traducir esa distancia a
Kilómetros, solo hay que multiplicar el tiempo de un año por la velocidad de la
luz en Km, es decir: [300.000Km/s x 365dias x 24 horas x 60 mns x 60 seg.] = 9.460.800.000.000
o bien: 9,4608 x 1012, un número bastante grande, por lo que
aparecen los exponentes, y por aquí es donde gran parte de la gente “se desconecta”
de este tipo de magnitudes, y las deja en algún fondo de saco formando un
auténtico batiburrillo.
Si ahora recordamos la configuración del
sistema solar, este está compuesto por una estrella (Sol), que contiene la
mayoría de la masa, cuatro planetas interiores de estructura rocosa, pequeños y
con orbitas muy cortas, luego un cinturón de asteroides y a continuación otros
cuatro planetas (jovianos), con una estructura gaseosa, mucho más grandes y
pesados, que describen orbitas bastante amplias y alejadas de la estrella.
Después se encuentra una serie de “planetas enanos”, (entre los que se ha
incluido últimamente a Plutón) que describen orbitas muy irregulares, y continúa
con una amplia zona exterior conocida como cinturón de Kuiper que recuerda al
cinturón de asteroides, aunque también contiene cometas de periodo corto.
Esta última región ya es bastante más extensa
que la zona barrida por las órbitas de los planetas, pero aun así, todavía hay
que considerar otra región más externa y grande, conocida como nube de Oort,
que es la que aloja los cometas de periodo largo, (más de 200 años) es decir objetos
congelados y muy fríos, compuestos de polvo y hielo, que describen orbitas
alrededor del Sol, pero tan alejadas y/o excéntricas que tiene periodos de más
de doscientos años.
Esta nube de Oort, que puede considerarse
como el paquete que contiene a todo el sistema solar en su centro, a pesar de
no tener unos límites muy definidos se considera comprendida entre 10.000 y
100.000 UAs (Unidades Astronómicas) del centro. La “Unidad Astronómica” es
también otra medida de distancias, y se define como la distancia media entre la
tierra y el Sol. La equivalencia con el Año-Luz es de aproximadamente 63.000UAs
por cada AL, por lo que podríamos decir que el sistema solar tiene un diámetro exterior
de aproximadamente dos años-luz.
LA
EQUIVALENCIA.
En mi opinión, la
mejor manera de asimilar fácilmente todo ese repertorio de magnitudes y
distancias, es la de establecer una equivalencia global o comparación con un
entorno que nos resulte más familiar o conocido.
En este caso podemos
asociar el tamaño del universo de 13.800 millones de AL, con la mayor parte de
la superficie de nuestro planeta, ya que un cuarto del meridiano terrestre se
define como una distancia de 10.000 kilómetros, y esto supone que recorriendo
13.800 Km, se puede alcanzar casi cualquier punto del planeta, salvo un círculo
limitado alrededor de las antípodas.
Una vez establecida
la equivalencia entre “un millón de años
luz” y “un kilómetro” lo que es
parecido a comparar el tamaño de todo el universo con el del planeta, podemos
pasar a revisar el repertorio de magnitudes y distancias que ya habíamos visto,
y nos encontramos que el tamaño de nuestra galaxia sería de unos “cien” metros,
lo que equivale a una manzana de edificios de una ciudad como Madrid o
Barcelona, la galaxia más grande conocida, tendría unos 6 Km, como la Casa de Campo
de Madrid, y la distancia que separa a La Vía Láctea y Andrómeda pasaría a ser
de 2,2 Km, o aproximadamente la separación entre “Cibeles” y “Nuevos
Ministerios”.
Dentro de esta
comparación, todo el sistema solar tendría aproximadamente 2mm de diámetro, más
o menos como la cabeza de un alfiler, y también resulta sugerente establecer el
paralelismo entre la estructura y agrupación de las distintas ciudades, con los
cúmulos y supercúmulos de galaxias, o bien las imágenes captadas desde espacio sobre
las áreas urbanas iluminadas de noche, y las imágenes artificiales, con esa
estructura filamentosa y llena de nudos, que representa la distribución de la materia
en el universo.
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