lunes, 22 de abril de 2013

LA ESCALA DEL UNIVERSO



REPESCANDO EL  BLOG

El día 23 de Junio del año pasado se subió la última entrada disponible en este “blog”, lo que supone unos diez meses sin nueva actividad en el mismo. Sin embargo la página ha seguido registrando visitas con un rito destacable, de forma que incluso en este periodo de diez meses se han registrado tantas visitas como a lo largo de toda la época anterior.

En el último periodo resulta destacable el número de visitas procedentes de Sudamérica y en particular de Méjico y Argentina. A la vista de las entradas consultadas, destacan los temas sobre “AutoCAD” y particularmente algunos relacionados con el manejo de los sistemas de coordenadas en el espacio, lo cual representa para mí una gran satisfacción, ya que confirma el relativo acierto de la idea inicial para su desarrollo.

Por otra parte me gustaría agradecer la confianza y respaldo que suponen estas visitas, y desde luego, quiero animar a cualquier visitante que tenga el menor interés por aclarar alguna duda, para que pueda hacer una consulta directa con toda confianza, ya sea por email u otro medio, manifestando el compromiso de atenderla con mucho gusto.

Dentro de esta nueva etapa que se inicia para seguir ampliando el “blog”, voy a separarme del ámbito estrictamente profesional, para abordar otros temas que puedan resultar más curiosos o divertidos, y sin ir más lejos voy a tratar en esta ocasión sobre la “cosmología”, que para mí siempre ha resultado muy interesante y atractiva. El tema que quiero desarrollar a continuación se refiere a la “escala” y los “tamaños relativos” dentro del “Universo”.


LA ESCALA DEL UNIVERSO                                     

Cuando se escuchan referencias en la prensa general, sobre algunos aspectos del “universo”, las distancias y tamaños se encuentran en escalas tan poco habituales, que resultan demasiado frecuentes los errores sobre el número de “ceros”, miles por millones o viceversa, todo ello a su vez complicado con otro par de circunstancias, como la diferencia entre los “billones”, (nueve ceros) en el ámbito americano y (doce ceros) en el europeo, o el hecho de que la gente del mundo del periodismo tenga en su mayoría una formación de “letras”, que adolece de cierto desinterés hacia los números, las fórmulas y las matemáticas.

Por otra parte cuando se habla de referencias en el “universo”, los números que representan las distancias y los tamaños son tan grandes que en seguida pierden cualquier significado relativo entre sí. La mayoría de la gente “desconecta” su capacidad intelectual para interpretar ninguna comparación entre esas magnitudes, y automáticamente se incorporan a un fondo de saco donde se almacenan “cosas grandes y lejanas”, desconectadas completamente del mundo cotidiano.

Uno de los mecanismos básicos que nos sirven para asimilar y comprender tamaños, distancias o magnitudes, es obviamente la “comparación” con referencias que nos resultan más conocidas o habituales. Como ejemplo se puede citar las distancias en los desplazamientos, ya que si estamos habituados a realizar de forma cotidiana un desplazamiento de 50Km, es inmediato saber que un nuevo desplazamiento de 100Km, va a requerir el doble de tiempo o de velocidad, aunque sigue siendo asequible con los mismos medios, pero sin embargo otro desplazamiento de más de 500Km, requiere unos recursos diferentes ya sea por tiempo o por medio de transporte.

Obviamente el razonamiento anterior se mueve en al ámbito de la perogrullada, pero sin embargo creo que son ese tipo de asociaciones y mecanismos básicos, los que precisamente se pierden irremisiblemente cuando se habla de distancias en el rango del “universo”.

Si hacemos un pequeño repaso de distancias y magnitudes significativas, podemos recordar que la propia dimensión o tamaño total del universo, se ha establecido después de las últimas teorías, (materia y energía oscuras) en unos 13.800 millones de años-luz (AL). Por otra parte el tamaño de la galaxia en la que nos encontramos, “La Vía Láctea” es de unos 100.000 años-luz. La propia Vía Láctea está considerada como galaxia gigante, lo que supone decir que es una de las grandes, que a su vez mantiene vinculadas mediante órbita gravitatoria, diversas galaxias enanas de un tamaño bastante menor. Como referencia de tamaños, la mayor galaxia conocida IC-1101, tiene unos seis millones de AL (años-luz).
                     
Además de la Vía Láctea, Andrómeda es otra galaxia similar y cercana aunque con el doble de masa, que se desplaza en dirección a la nuestra por lo que en un futuro ambas tienen que encontrarse y chocar entre sí, lo cual supone que las dos se juntan y mezclan alterando su forma por la influencia de los campos gravitatorios mutuos, para finalmente formar una sola entidad con un campo gravitatorio único. La distancia actual entre ambas es de unos 2,2 millones de AL (años-luz).

La unidad de distancias que estamos manejando, es el “año-luz” o lo que es lo mismo, la distancia que recorre la luz durante un año. Dado que según los principios básicos de la física, esa velocidad es constante bajo cualquier circunstancia, resulta una definición oportuna ya que relaciona distancias y tiempos a escala cósmica, y si consideramos que el propio universo se expande a la velocidad de la luz, tenemos que coinciden su edad y tamaño.

Si queremos traducir esa distancia a Kilómetros, solo hay que multiplicar el tiempo de un año por la velocidad de la luz en Km, es decir: [300.000Km/s x 365dias x 24 horas x 60 mns x 60 seg.] = 9.460.800.000.000 o bien: 9,4608 x 1012, un número bastante grande, por lo que aparecen los exponentes, y por aquí es donde gran parte de la gente “se desconecta” de este tipo de magnitudes, y las deja en algún fondo de saco formando un auténtico batiburrillo.
                                            
Si ahora recordamos la configuración del sistema solar, este está compuesto por una estrella (Sol), que contiene la mayoría de la masa, cuatro planetas interiores de estructura rocosa, pequeños y con orbitas muy cortas, luego un cinturón de asteroides y a continuación otros cuatro planetas (jovianos), con una estructura gaseosa, mucho más grandes y pesados, que describen orbitas bastante amplias y alejadas de la estrella. Después se encuentra una serie de “planetas enanos”, (entre los que se ha incluido últimamente a Plutón) que describen orbitas muy irregulares, y continúa con una amplia zona exterior conocida como cinturón de Kuiper que recuerda al cinturón de asteroides, aunque también contiene cometas de periodo corto. 

                           
Esta última región ya es bastante más extensa que la zona barrida por las órbitas de los planetas, pero aun así, todavía hay que considerar otra región más externa y grande, conocida como nube de Oort, que es la que aloja los cometas de periodo largo, (más de 200 años) es decir objetos congelados y muy fríos, compuestos de polvo y hielo, que describen orbitas alrededor del Sol, pero tan alejadas y/o excéntricas que tiene periodos de más de doscientos años.

Esta nube de Oort, que puede considerarse como el paquete que contiene a todo el sistema solar en su centro, a pesar de no tener unos límites muy definidos se considera comprendida entre 10.000 y 100.000 UAs (Unidades Astronómicas) del centro. La “Unidad Astronómica” es también otra medida de distancias, y se define como la distancia media entre la tierra y el Sol. La equivalencia con el Año-Luz es de aproximadamente 63.000UAs por cada AL, por lo que podríamos decir que el sistema solar tiene un diámetro exterior de aproximadamente dos años-luz.


LA EQUIVALENCIA.

En mi opinión, la mejor manera de asimilar fácilmente todo ese repertorio de magnitudes y distancias, es la de establecer una equivalencia global o comparación con un entorno que nos resulte más familiar o conocido.

En este caso podemos asociar el tamaño del universo de 13.800 millones de AL, con la mayor parte de la superficie de nuestro planeta, ya que un cuarto del meridiano terrestre se define como una distancia de 10.000 kilómetros, y esto supone que recorriendo 13.800 Km, se puede alcanzar casi cualquier punto del planeta, salvo un círculo limitado alrededor de las antípodas.


Una vez establecida la equivalencia entre “un millón de años luz” y “un kilómetro” lo que es parecido a comparar el tamaño de todo el universo con el del planeta, podemos pasar a revisar el repertorio de magnitudes y distancias que ya habíamos visto, y nos encontramos que el tamaño de nuestra galaxia sería de unos “cien” metros, lo que equivale a una manzana de edificios de una ciudad como Madrid o Barcelona, la galaxia más grande conocida, tendría unos 6 Km, como la Casa de Campo de Madrid, y la distancia que separa a La Vía Láctea y Andrómeda pasaría a ser de 2,2 Km, o aproximadamente la separación entre “Cibeles” y “Nuevos Ministerios”.

Dentro de esta comparación, todo el sistema solar tendría aproximadamente 2mm de diámetro, más o menos como la cabeza de un alfiler, y también resulta sugerente establecer el paralelismo entre la estructura y agrupación de las distintas ciudades, con los cúmulos y supercúmulos de galaxias, o bien las imágenes captadas desde espacio sobre las áreas urbanas iluminadas de noche, y las imágenes artificiales, con esa estructura filamentosa y llena de nudos, que representa la distribución de la materia en el universo.  

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